House, Chuck Norris y otros ‘santos geek’

La cultura 'geek' también tiene su santoral, con héroes y antihéroes que encarnan las fantasías de los amantes de las nuevas tecnologías; el doctor House y el 'ranger' karateca Chuck Norris están entre los más renombrados, pero no son los únicos
Por Jordi Sabaté 9 de agosto de 2006

La emergente cultura ‘geek’, o de las nuevas tecnologías, está muy ligada generacionalmente a las series de televisión de los años ochenta y noventa. Es por ello que numerosas series, tanto antiguas como actuales, circulan por las redes P2P generando héroes e iconos a veces tan inverosímiles como Chuck Norris. En otros casos el vínculo identitario con el personaje es más comprensible, aunque sorprende por su intensidad; así sucede con el doctor Gregory House. Los ‘santos geek’ son numerosos, variados y tienen pocas cosas en común entre sí.

House, el ‘Hacker’ con bata

House, el 'Hacker' con bata

Si se escribe en Google la expresión “Doctor House”, el buscador indexa 242.000 páginas que contienen mención al médico más genial, cínico y políticamente incorrecto de la historia de la televisión. El doctor Gregory House, que ha sido uno de los puntales de la cadena Cuatro para afianzarse entre el público, ha cumplido en España su segunda temporada en abierto (Cuatro ha dado dos temporadas en un año).

Para aquellos que no hayan visto nunca la serie, House es el jefe de un equipo de expertos en infecciones raras que se dedica a salvar la vida a pacientes por cuya salud un médico normal no apostaría su sueldo. Con un enfoque más cercano al género policíaco que al médico, cada capítulo presenta un caso difícil de resolver, casi imposible si no fuera porque House es el mejor médico que haya habido jamás, un genio que dirige un equipo de jóvenes talentos.

Todo aquello que de bueno tiene este doctor como profesional, lo pierde en cuanto asoma su lado personal

Pero todo aquello que de bueno tiene este doctor como profesional, lo pierde en cuanto asoma su lado personal. House es cínico, obsceno en ocasiones, políticamente incorrecto, despótico con sus subordinados, incompasivo con los niños, malhumorado, irrespetuoso, desconsiderado, resentido con el mundo, amargado e insensible con los débiles. Además es cojo y adicto a los analgésicos, sobre todo al Vicodin.

La fascinación por lo desagradable

¿Quién podría identificarse con un personaje que tiene estas características, por muy brillante que fuera? A nadie le gustan las personas desagradables, y House lo es a conciencia y sin piedad. Sin embargo fascina; la influencia que ejerce House, ya no sólo sobre miles de telespectadores sino sobre millones de Internautas, es digna de estudio.

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Es normal encontrar comentarios en los blogs con referencias a lo que haría House en una determinada situación de la vida cotidiana, como si de un guía espiritual se tratase. En su entrada en la wikipedia, se dedican más de dos tercios del texto a analizar sus relaciones tanto con los pacientes como con sus subordinados.

En numerosas páginas se exponen sus frases más brillantes y caústicas, incluida la página oficial de la cadena Cuatro, donde después de cada capítulo se someten a votación pública sus comentarios y se regalan camisetas con la cara del doctor. Por ejemplo, House no tiene empacho en decirle en un capítulo a su subordinada Allison Cameron “Te contraté porque ¡estás como un queso!”. En otro capítulo, su ayudante el doctor Foreman acusa a House de pincharle cada día más. “Pues eso descarta el racismo, ayer eras igual de negro”, le responde House.

Las teorías sobre el carácter y la personalidad del irreverente médico crecen a diario en los sitios web más variados, y ya son muchos los que han descubierto el estrecho paralelismo con otro gran genio controvertido, Sherlock Holmes.

Ambos, House y Sherlock Holmes, son misóginos, geniales y adictos a alguna droga

De House a Holmes, de Watson a Wilson

Al igual que Holmes, House tiene un inseparable amigo (el doctor Wilson en lugar de Watson) que le apoya y le sirve de confesor en sus momentos de debilidad. Ambos, House y Holmes, son misóginos, geniales y adictos a alguna droga. Holmes toca el violín, House el piano… Holmes vive en el 221 de Baker Street y House en el apartamento 221B. Ambos son despiadados en sus métodos pero siempre terminan teniendo razón y haciendo el bien. Holmes resuelve sus casos; House salva las vidas de sus desdichados pacientes, aunque mientras tanto no deje de humillarles con tremenda crueldad.

Como bien explica un blogger adicto a la serie: “Si eres paciente de House, hay tres cosas seguras: una, que las vas a pasar canutas. Dos, que si él no averigua qué te pasa, nadie lo hará. Tres, que una vez te haya salvado la vida le importarás exactamente un comino”.

¿Maquina o ‘hacker’?

House, el 'Hacker' con bata

Javier Candeira, editor deBarrapunto, opina que House se ha convertido en un icono ‘geek’ por su similitud psicológica con el mundo de las máquinas: “Es racional, no sentimental; de hecho es antisentimental”. En este sentido, House funcionaría como un computador inteligente, lo que tal vez sea el sueño de muchos amantes de la tecnología: la máquina perfecta.

El periodista y ensayista José Cervera, editor de Retiarioy también adicto a la serie, prefiere ver a House como “un ser más inteligente que los demás y que se mueve torpemente en un entorno donde no se le comprende”. A este respecto se produciría una fuerte identificación emocional con el personaje por parte de muchos profesionales técnicos, acostumbrados a manejar un mundo coherente y racional pero inseguros en el brumoso e inexacto campo de los sentimientos y las relaciones sociales.

Hay una fuerte identificación emocional con el personaje por parte de muchos profesionales técnicos

“La expresión máxima del ‘geek’ que se siente incomprendido es el ‘hacker‘; alguien que se salta los protocolos establecidos para demostrar al mundo sus capacidades entrando en páginas prohibidas y poniendo en evidencia la falta de seguridad de algunos sitios web sensibles”, dice Cervera. Según él, “House representa la encarnación del ‘hacker’ bueno pero con bata blanca (aunque House casi nunca la lleva), puesto que actúa de modo sumamente informal pero hace siempre el bien, aunque sólo como un reto personal, por dejar claro que es el más inteligente”.

Chuck Norris: ¿qué hace un tipo como él en un sitio como éste?

Chuck Norris: ¿qué hace un tipo como él en un sitio como éste?

Si en el caso de House se pueden suponer las razones por las que figura como gran icono ‘geek’, con el actor de películas de acción y ex campeón del mundo de karate Chuck Norris la relación no está tan clara. ¿Qué puede tener que ver un tipo duro y con más músculo que cerebro (el personaje típico de Norris) con un ‘geek’?

Sin embargo, es una evidencia que la búsqueda de la expresión “Chuck Norris” en Google arroja ocho millones y medio de resultados, cientos de escenas de sus peleas circulan por Youtube, se ha convertido en un personaje de videojuego y es uno de los protagonistas de la popular animación en ‘flash’ The Ultimate Showdown. Además, la Wikipedia le dedica unsólido texto.

Se trataría de reírse del ‘antigeek’ por antonomasia mediante todo tipo de chistes que alaban su condición de tipo duro

Para Javier Candeira, “Norris es más un icono ‘popcult’ irónico que otra cosa”. Es decir, que en realidad se trataría de reírse del ‘antigeek’ por antonomasia mediante todo tipo de chistes que alaban su condición de tipo duro en contra de la condición, mucho más cerebral, de los ‘geeks’. Así, circulancientos de páginas con chistes sobre la extrema dureza de Norris y sus letales patadas giratorias. Chistes la mayor parte de las veces con un componente científico notable que revela a sus autores como personas con formación tecnológica.

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Por ejemplo: “Si Chuck Norris olvida la clave de su administrador de contraseñas de Firefox se tortura a sí mismo hasta que se lo confiesa”. O: “Chuck Norris no lee libros. Los mira fijamente hasta que consigue la información que quiere”. Y también: “No hay teoría de la evolución, solo una lista de criaturas a las que Chuck Norris permite vivir”. Como curiosidad y a la vez como muestra de su tremenda popularidad en la Red, circula por Youtube un vídeo que muestra al auténtico Chuck Norris en un programa de televisión leyendo con buen humor varios de los chistes que se hacen sobre él.

La alternativa Bauer

Chuck Norris: ¿qué hace un tipo como él en un sitio como éste?

Paralelamente al fenómeno Chuck Norris, el actor canadiense Kiefer Sutherland también está cobrando fama en Internet gracias a su papel como Jack Bauer en la serie televisiva de actualidad 24. Cada capítulo sucede en un orden cronológicamente real, por lo que no hay saltos en el tiempo, sino que el espectador ve lo mismo que viven los personajes.

En este contexto, Jack es un agente federal trabajando para la agencia ficticia CTU, que debe lidiar contra amenazas a la seguridad nacional de los Estados Unidos en un nivel doméstico (para el caso particular de Jack, amenazas en el territorio de Los Ángeles). Bauer no es un tipo duro al estilo de Norris, sino más bien una verdadera máquina de resolver incidentes por minuto, de modo que lo inverosímil del personaje se ha ganado una cierta reputación irónica.

Los chistessobre Bauer versan sobre sus supuestas grandes (e imposibles) gestas, y tienen más correlación con la subcultura de las series de televisión actuales por cable que con la tecnología. Por ejemplo: “1.600 millones de chinos están furiosos con Jack Bauer; parece una pelea justa”. O: “Asesinar a Jack Bauer no le mata; sólo le cabrea”. También: “Jack Bauer podría salir de la isla de Perdidos (otra serie) en 24 horas “.

De ‘El Gran Héroe Americano’ a Homer Simpson: simpatía por los patosos

De 'El Gran Héroe Americano' a Homer Simpson: simpatía por los patosos

Ralph Hinkley era a principios de los ochenta un tranquilo profesor de instituto con pinta de progre al que unos marcianos decidieron secuestrar y otorgar poderes de superhéroe con el fin de que hiciera el bien en la Tierra. El problema es que por el camino de regreso al planeta, Raph perdió el manual de intrucciones de sus superpoderes. A pesar de ello, El Gran Héroe Americano hizo lo que pudo (torpemente) durante dos temporadas televisivas (1981, 1982) para salvar al mundo de sus calamidades.

La serie sufrió numerosos contratiempos, como el de que el hombre que intentó asesinar a Ronal Reagan tuviera el apellido Hinkley, lo que le restó popularidad. Tampoco a los propietarios de los derechos de Superman les hacía ninguna gracia que aquel patoso profesor de instituto fuera manchando la reputación de su superhéroe, y presionaron a la cadena ABC para que suspendiera su emisión. Finalmente la serie no alcanzó la tercera temporada.

Son miles sólo en España las páginas web que en un momento u otro han tratado, desde la nostalgia, esta memorable serie

‘El Gran Héroe Americano’ duró en Estados Unidos hasta 1983 con un éxito de público regular, al contrario que en el ámbito hispano, donde Ralph Hinkley marcó a muchas de las personas que hoy conforman la generación ‘geek’. Son miles sólo en España las páginas web que en un momento u otro han tratado, desde la nostalgia, esta memorable serie donde un profesor patoso intentaba emular a Superman con resultados finalmente buenos, aunque muy lejos de la elegancia de Clack Kent. En junio de este año la cadena Cuatro, la misma que ha emitido House, ha comenzado a reponer la serie en horario matinal.

De nuevo el héroe ‘geek’ vence la adversidad desde la incomprensión social. No es ensalzado por la masa ni reconocido por sus conciudadanos, pero con el apoyo de sus incondicionales salva a los demás sin que estos lo sepan. Así reafirma la superioridad que le tanto le hace sufrir cuando se encuentra entre una multitud que no reconoce (e incluso denosta) sus cualidades.

Homer, el Baco ‘geek’

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En contraste con Ralph Hinkley, Homer Simpson, el padre de la inefable pandilla que durante más de diez ha caricaturizado a la familia media americana, se perfila como un antihéroe admirado por la cultura ‘geek’. De nuevo son sus ‘defectos’, más que sus cualidades, lo que admiran de él los ‘geeks’, al igual que sucediera con Norris y Bauer.

Si en el caso de los tipos duros se proyectaba la atracción por lo opuesto, aunque fuera irónicamente, lo que gusta de Homer es su honesta estupidez y su despreocupación. Es tonto, pero es el hombre medio finalmente honesto que se toma sus cervezas relajadamente sin importarle el origen del Universo. Homer trabaja en la planta de energía nuclear de Springfield, en el sector 7G, aunque en su caso particular ‘trabajar’ significa dormir y comer rosquillas.

No es alguien agresivo para el mundo ‘geek’, sino simpático e incluso envidiado, pues para Homer no supone ningún problema ser necio

No es alguien agresivo para el mundo ‘geek’, sino simpático e incluso envidiado, pues para Homer no supone ningún problema ser necio. Jorge Maicás, profesor de Telecomunicaciones en la Universidad de Zaragoza, cree que Homer representa los bajos instintos a los que todo ‘geek’, siempre preocupado por cuestiones racionales, desearía ceder a veces. “Es el dios Baco de los ‘geeks’”, sentencia Maicás. No son raras entre los ‘geeks’ las camisetas con una radiografía de la cabeza de Homer Simpson en la que se ve el cerebro del tamaño de un guisante. En su entradaen la Wikipedia se dedica un párrafo al cerebro de Homer.

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