Entrevista

Joan Navarro, director de la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos

Apenas podemos defender la propiedad intelectual con las herramientas actuales
Por Jordi Sabaté 4 de diciembre de 2009
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Imagen: CONSUMER EROSKI

La Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos es un lobby que agrupa a las principales empresas del mundo de la cultura y el entretenimiento en España. Su objetivo es presionar para que se adopten medidas legales que eviten la tremenda bajada de ventas que ha supuesto para las industrias culturales el salto a Internet. En la Red, los usuarios intercambian contenidos y creaciones de todo tipo sin que las respectivas industrias puedan ejercer un control sobre su producto. Mientras algunos sectores hablan de la necesidad de un cambio de modelo de negocio, otros abogan por la vía penal para determinados sitios web y la prohibición de los programas para compartir archivos. La Coalición, según su director Joan Navarro, pretende conciliar ambas tendencias y combinar las medidas penales con el desarrollo de nuevos proyectos en el ámbito digital. En la mesa de debate está ahora el anteproyecto de ley sobre Economía Sostenible con su polémica disposición primera, que posibilitaría las desconexiones de determinados sitios web por recomendación de una comisión ajena al poder judicial.

¿Cuáles son los objetivos de la coalición que dirige?

La Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos pretende poner en valor la música, el cine, los videojuegos y el libro, y quiere hacerlo mediante el impulso de nuevos mercados digitales, tan necesarios para el desarrollo de la sociedad de la información en nuestro país.

¿A quiénes agrupa?

“En 2008 se produjeron en España más de 2.400 millones de descargas de obras protegidas por derechos de autor”

A las principales asociaciones del sector de la música, del cine nacional e internacional, del libro y de los videojuegos.

¿Consideran que está amenazada la propiedad intelectual en la era de Internet?

En 2008 se produjeron es España más de 2.400 millones de descargas de obras protegidas por derechos de autor. Según el Congreso de los Estados Unidos, somos el cuarto país del mundo con un nivel mas alto de piratería digital. El mundo de la música experimenta caídas anuales de casi un 30% en sus ventas… No es que la propiedad intelectual esté amenazada, es que apenas podemos defenderla con las herramientas actuales.

¿Está el sector audiovisual en crisis?

“Creemos que hay que empezar por cerrar esas industrias de la piratería digital que son las páginas web de enlaces”

Está en crisis una cierta forma de consumo de cine, pero cada año se crean mas películas y de mayor calidad. Lo que ocurre es que las inversiones, que antes estaban garantizadas mediante la explotación en salas de cine, y luego en DVD o en televisión, ya no son rentables. Se pierde dinero donde hace unos años los beneficios estaban más o menos asegurados.

Pero Internet no es el problema, sino su mal uso. Durante estos años ha habido gente que ha hecho pequeñas fortunas mientras traficaba con obras sin permiso de sus autores y la Administración miraba hacia otro lado. Para que unos pocos ganen unos cuantos cientos, se han perdido muchos puestos de trabajo. Y, todavía es peor, hemos acostumbrado a una generación completa a que la música o el cine que consumen no tenga valor económico, lo cual es un desastre para el necesario reconocimiento de nuestra cultura y nuestros creadores.

¿Creen que el modelo tradicional de negocio cultural está vigente en el ámbito digital?

“Para que unos pocos ganen unos cuantos cientos, se han perdido muchos puestos de trabajo”

El modelo tradicional debe convivir con nuevos modelos de negocio digital; no todo el mundo tiene que hacer lo mismo ni tenemos por qué obligar a un autor a que su obra se piense para Internet. La Red es una gran oportunidad para hacer cosas distintas, para llegar a mucha más gente en muchos lugares distintos, y la cultura y el entretenimiento tiene que adaptar sus modelos de negocio, como ya hace, para estar también en este nuevo canal.

Pero tiene que encontrar un mínimo de seguridad jurídica; nadie debería ganar dinero con obras robadas a sus creadores, como ocurre en la actualidad. ¿Quién va a invertir legalmente en Internet, con una oferta ilegal tan grande como la actual? ¿Por qué pagar derechos de autor para garantizar la continuidad de la creación, si puedes tener esas mismas obras gratis a un tiro de clic?

¿Qué ventajas creen que puede aportar Internet a las industrias audiovisuales y a los creadores?

Todo es más grande y a la vez esta más cerca. Puedes dirigirte a una población muchísimo mayor y hacerlo de una forma casi personalizada. Es un mundo todavía por descubrir, lleno de posibilidades, como observamos todos los días gracias a las nuevas redes sociales.

¿Debería estar prohibido el uso de programas como Emule y BitTorrent?

“¿Por qué pagar derechos de autor para garantizar la continuidad de la creación, si puedes tener esas mismas obras gratis a un tiro de clic?”

Sin duda, porque son programas diseñados única y exclusivamente para el intercambio de archivos, no entre particulares, sino entre millones de personas desconocidas a cambio de que éstas pongan sus archivos a disposición de otros. Ésta es una actividad ilícita, prohibida por la ley [no especifica qué ley prohíbe estas actividades, pero como recordó en su día el Fiscal General del Estado en un escrito, sólo hay delito cuando se comparte con ánimo de lucro]; porque cuando se compra un CD, no se adquiere el derecho a su comunicación pública, sino a su disfrute y reproducción en el ámbito doméstico.

¿Es Emule doméstico? ¿Se diseñó para intercambiar las fotos de la boda? Emule y BitTorrent son parte de los soportes de la inmensa industria de la piratería digital, que utiliza los enormes dividendos que genera el tráfico de obras robadas a sus autores, de los que viven ilícitamente cientos de empresas y de personas.

¿En qué sentido debería intervenir la Administración para atajar la crisis del sector?

“Emule y BitTorrent son parte de los soportes de la inmensa industria de la piratería digital”

Nosotros hemos pedido que considere el problema de la piratería digital como un problema del país, no sólo de los autores, porque empobrece nuestro país, desvaloriza a las obras y a los creadores; destruye empleo e inversiones, e imposibilita que se desarrollen servicios digitales necesarios para el crecimiento de la sociedad de la información.

Cuando una Administración se enfrenta a un problema de estas dimensiones, debe tomar cartas en el asunto y exigir que se cumpla la ley. Hay que empezar por cerrar esas industrias de la piratería digital que son las páginas web de enlaces, con claro contenido comercial.

¿Cree que los proveedores de acceso deberían implicarse más en la lucha contra las descargas de contenidos con copyright?

Así se lo hemos manifestado en conversaciones durante muchos meses sin grandes avances. Los operadores se han beneficiado del inmenso tráfico generado por la piratería digital y han ampliado de un modo muy notable sus altas de líneas de ADSL gracias a esta oferta ilegal, hasta el extremo de haberla utilizado en sus campañas de publicidad. Es hora de que nos sentemos y hagamos sostenible el mercado. Sin operadores, sin velocidad y calidad de redes no es posible Internet; sin contenidos de calidad, tampoco. Estamos obligados a entendernos.

¿Los derechos de autor deben estar por encima de otros derechos, como el secreto de las comunicaciones privadas?

“Sin operadores no es posible Internet; sin contenidos de calidad tampoco”
Nadie defiende algo así. Son derechos distintos e imprescindibles en una sociedad democrática. Defender uno no tiene que afectar en absoluto a la tutela del otro. Nadie defiende, en ningún lugar del mundo, que para evitar la piratería digital haya que abrir las comunicaciones privadas. No es necesario. Emule es una revista que se “compra”, qué ironía, en cualquier quiosco de prensa; y las páginas web que ponen a disposición millones de obras robadas son públicas y viven de la publicidad. ¿Qué secreto a las comunicaciones tenemos que vulnerar?

¿Considera satisfactorio el nivel de oferta de contenidos de la Red?

No podemos estar satisfechos; nuestra apuesta es incrementar el mercado digital hasta todos los contenidos que tengan un cierto valor de mercado o cultural. Pero esto ya es así en el mundo de la música. Cualquier ciudadano puede encontrar la oferta musical legal que quiera, pero esta oferta legal, sin ningún control por parte de la autoridades, se ha convertido en una fabulosa oferta ilegal. Basta sólo una descarga. Esto tenemos que evitar y, al hacerlo, ayudaremos a la consolidación de muchas experiencias legales de contenidos digitales en nuestro país y en todo el mundo. Necesitamos esto, servicios de calidad para desarrollar Internet.

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