Juan Varela es consultor y uno de los mayores expertos en medios de comunicación de España. Desde su blog Periodistas 21 describe puntualmente la evolución de la información en la Red y da noticia de la revolución que se está produciendo en este sector en los últimos años. Para Varela, los blogs trascienden el mero hecho informativo para constituirse en un instrumento de control de la sociedad por parte de los ciudadanos.
Son diarios digitales personales o colectivos que han revolucionado la comunicación en la Red, no sólo entre los ciudadanos sino también entre los medios. Son el primer formato de comunicación completamente nativo de Internet y combinan la capacidad de publicar información, opinión y contenidos multimedia de manera fácil y actualizada, con un alto aprovechamiento del hipertexto y con características de la comunicación interpersonal. De ahí su carácter revolucionario: cualquiera puede publicar sus informaciones y opiniones dándoles gran difusión al tiempo que mantienen un carácter personal muy apreciado en el ciberespacio. De aquí surgen dos ideas clave: la importancia de la transparencia y la confianza, dos conceptos que sustituyen en la blogosfera a la objetividad y la credibilidad de los medios tradicionales, cada día más en cuestión.
Los blogs han expandido la idea de la información como conversación creando redes sociales y comunidades virtuales y, por lo tanto, democratizando la información porque ya no está dominada sólo por los medios y por las fuentes institucionales. Pero además han revitalizado la conversación entre los ciudadanos acerca de la cosa pública, de la política, de los acontecimientos importantes, creando una conciencia y un debate político que ya muchos creían agotado en estos tiempos de democracias abstencionistas y dominadas por los grandes partidos. Los blogs son una revolución democrática de la información y la comunicación cívica. Un filósofo pragmatista norteamericano, John Dewey, proponía recuperar el diálogo público para fortalecer la democracia, como más tarde lo haría la Escuela de Francfort y Jurgen Habermas, especialmente. Ahora, con la tecnología de los medios sociales, es posible. Y ese ha sido el gran impacto de los blogs en la información y la política.
Los blogs han expandido la idea de la información como conversación creando redes sociales y comunidades virtualesCrecen porque cada vez más personas los escriben y los leen. Sobre todo personas con conocimientos sobre asuntos determinados o testigos de sucesos de importancia que se animan a contar sus experiencias y a participar en esta conversación. Además, tanto los medios como los políticos y las empresas se han dado cuenta de su poder y están adoptándolos con rapidez. La primera consecuencia es la invasión de la blogosfera original (transparente y partidista pero no pagada ni mediatizada; libre aunque con ideas propias y un grado de activismo muy alto) por otra que participa de los códigos de los medios, la publicidad, las relaciones públicas y el marketing. El fenómeno se ha convertido en un formato para muchos cuyo propósito para estar en la conversación no es participar de un diálogo abierto, sino orientarlo y condicionarlo. Veremos cómo digiere ese cambio la blogosfera y cómo los ciudadanos articulan mecanismos para identificar y orientarse en ese nuevo escenario de ‘blogs no inocentes’.
El formato blog varía constantemente y seguirá haciéndolo. Tanto en los contenidos como en el estilo. Y lo hará mucho más, sobre todo con el uso de más herramientas sociales y un mayor empleo de la multimedia.
Ya lo hemos visto. El gran despegue de los blogs se ha producido con acontecimientos políticos: primero con la guerra de Irak, luego con la campaña electoral de las primarias norteamericanas en 2003 y 2004, después en España con las autonómicas vascas y luego con las gallegas. En Cataluña existe una blogosfera política muy activa que ha crecido con la discusión del proyecto de reforma del Estatuto. En Chile, la candidata socialista, Michelle Bachelet, es la primera aspirante a la presidencia con blog de campaña. Los políticos utilizarán los blogs en las campañas, y más allá, para estar en contacto con sus votantes, con sus militantes y con los medios. La mayoría prefieren la televisión y a muchos les cuesta el diálogo directo y tragar con los reproches y demandas que se pueden topar en los comentarios, pero los blogs son escritos y leídos por los ciudadanos más activos, los ‘superusuarios’, que se convierten en líderes de comunidades virtuales y tienen gran influencia en otros.
Los blogs de políticos que ocupan puestos de responsabilidad sirven también para mantener un contacto permanente con la prensa o con los sectores sobre los que legislan o toman decisiones. Evidentemente, cuando más de primera mano puedan los ciudadanos conocer los pensamientos y proyectos de sus mandatarios, mejor. Pero tampoco se debe perder de vista la labor de contraste, control y mediación de los mensajes políticos realizada por los periodistas profesionales y los medios. El criterio social tendrá ahora que hacer esa labor.
En Chile, la candidata socialista, Michelle Bachelet, es la primera aspirante a la presidencia con blog de campaña
El marketing a través de los ‘consumidores evangelistas’ o ‘prosumers’, como son llamados, se está desarrollando con fuerza porque es barato, corporativo, aporta buena imagen (de transparencia y modernidad) y va dirigido a los consumidores más exigentes y activos. Supondrá una variación importante de los cánones publicitarios y del tipo de mensajes que se difunden, pero no estoy seguro de que vaya a producir mejor publicidad, sino distinta. En todo caso es muy difícil engañar a los más exigentes y mejor informados, así que todo lo que sea dar información sobre los productos y servicios frente a los mensajes de impacto o las puras campañas de imagen emocional será una variación cualitativa para la publicidad y el mercado.
Los grandes medios son los más capacitados para producir grandes cantidades de información de calidad y relevante. Las buenas redacciones siguen cumpliendo ese papel y lo seguirán haciendo, pero en los blogs aparecen algunos elementos de gran interés respecto a los contenidos como son, por ejemplo, los especialistas: autores con gran conocimiento de los temas que abordan por cuestiones profesionales. Son muy interesantes por los datos y juicios que aportan. Otro personaje de interés en los blogs es el protagonista: gente cercana a determinados acontecimientos; testigos presenciales, o muy próximos a la información, que aportan esa visión de contacto con la información muchas veces ausente en el periodismo tradicional. La cercanía es siempre un valor informativo y el relato en primera persona es muchas veces imbatible. Opiniones al margen: los medios dependen del mínimo común denominador. Están obligados por su búsqueda de audiencia, una obligación que no tienen los blogs, al menos los no comerciales. Las opiniones extremas en cualquier sentido, las situadas fuera de la corrección social y política son muy difíciles de encontrar en los grandes medios. En la blogosfera se encuentran. Poco a poco, los blogs van calando en la agenda informativa tradicional. El 28% de los periodistas norteamericanos ya confían en los blogs como fuente. En España son muchos menos, pero crecen. En algunas áreas de cobertura el seguimiento de las bitácoras es ya indispensable.
Es la información publicada directamente por ciudadanos con intención de que llegue a más gente que la mera comunicación interpersonal. Pero yo prefiero hablar de ‘Periodismo 3.0’ en el entorno de los blogs y los medios sociales, porque es una definición más acotada al estadio de socialización de la información a través de medios digitales mediante la publicación de información por periodistas no profesionales o por periodistas al margen de los medios. ‘Periodismo 3.0’ es la socialización de la información periodística a través de una conversación virtual en la que los participantes intervienen en el propio mensaje. Tiene características de confianza en lugar de autoridad, transparencia en vez de credibilidad, subjetividad contra objetividad, estilo no informativo, mensaje no lineal y alta interactividad que la hacen diferente de la producida y difundida por los medios. No todos los blogs son periodismo, para que lo sean deben tener cierta vocación informativa y de continuidad.
Tanto los medios como los políticos y las empresas se han dado cuenta del poder de los blogs y están adoptándolos con rapidezEl problema no es si los blogs son más creíbles que los medios. Unos sí y otros no, como los medios. El problema es encontrar los instrumentos adecuados para descubrirlo. El criterio social es un buen filtro, pero un lector de blogs necesita saber y percibir más cosas sobre el autor para determinar si lo que lee es información, opinión o un simple rumor. El nivel de enlaces y su autoridad informativa (la confianza que merecen) es otro factor importante. El detalle y la documentación siempre dan credibilidad, como en las informaciones periodísticas tradicionales.
No se me ocurren más criterios que los de la propia audiencia y comunidad de lectores de un blog. Los medios sociales son radicalmente libres y deben seguir siéndolo. Por la libertad de expresión de cada cual. Ni siquiera están sujetos por las normas del periodismo y de las redacciones u organizaciones productoras de información. En ese sentido, son como la conversación interpersonal. Los límites están en la responsabilidad individual y la ley en lo que respecta a delitos (injurias, calumnias, derecho a la intimidad y la imagen, etc.), igual que en los medios.
Todos los periodistas, editores y responsables de medios están muy preocupados, unos por el negocio, otros por los cambios en la audiencia, otros por las modificaciones en la propia información. El problema es cómo responder: qué hay que hacer para mantener los criterios, estilos y valores del periodismo. Y también el modelo de negocio. No sólo en la prensa, más afectada que los medios audiovisuales, sino en estos también, porque la audiencia y los ‘superusuarios’ creadores y participantes en medios sociales son muy capaces de producir buenos productos multimedia. Además, nuevas empresas y emprendedores utilizan ya las nuevas tecnologías para cambiar la forma en la que la gente ve televisión o escucha la radio.
El papel sobrevivirá, pero el producto será distintoEl papel sobrevivirá, pero el producto será distinto. Creo que el futuro está en productos de gran calidad en un soporte inigualable para la lectura, por mucho que mejoren las pantallas. Pero también queda un prometedor futuro para los diarios gratuitos, que son la nueva prensa popular.
Obviamente deberán cambiar el estilo, los contenidos y el formato. Vamos a diarios de más texto, pensados para lectores, con más profundidad informativa y un diseño y una información gráfica muy cuidada. El estilo debe ser de mayor calidad literaria y adecuado a una información más analítica y reposada, porque las noticias ya estarán en la web, y en otros medios digitales y audiovisuales, de manera mucho más inmediata. Lo que no tiene sentido es la redundancia que hoy se produce entre muchos medios digitales y tradicionales.
No creo que exista; creo que existirán muchos medios ideales en función de los diferentes públicos y lectores. La gran ventaja de la rebaja de costes de distribución y producción de la era digital, la interactividad, la capacidad de las redes sociales para compartir contenidos y experiencias hacen posible la aparición de medios de nicho que hasta ahora no tenían viabilidad económica, sin la cual es imposible mantener un medio independiente y de calidad. Algunas características sí me parecen esenciales: proximidad a su público y sus intereses, alta capacidad de interactividad y respuesta informativa, mucha calidad, capacidad de crear agenda informativa y de absorber y traducir en información la agenda sugerida por los lectores, contenidos multimedia y una gran marca.