Ahorrar en las escapadas de fin de semana

Compartir coche con un grupo de amigos o alojarse en albergues y campings son formas sencillas de ahorrar sin renunciar a salir de viaje
Por José Ignacio Recio 24 de abril de 2014
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Imagen: irene

La llegada del buen tiempo es el momento idóneo para escaparse los fines de semana y conocer otros destinos. Salir de casa ayuda a olvidar durante unos días las obligaciones profesionales y eliminar el estrés acumulado a lo largo de la semana. Pero la llegada de la crisis económica ha frenado las expectativas de muchos viajeros, ya que viajar exige unos gastos que ahora no están al alcance de todos: alojamiento, transporte, comidas, ocio… Pero, como se explica en las siguientes líneas, se pueden llevar a cabo sencillas medidas que ayuden a disfrutar de un viaje sin arruinarse, como compartir coche o buscar alojamientos más económicos como campings o albergues.

Diez fuentes de ahorro para poder viajar un fin de semana

Poder disfrutar de salidas de fin de semana o puentes y no dejar tiritando el presupuesto es posible, si se siguen ciertas estrategias, que pasan por compartir gastos junto a amigos o familiares o buscar servicios más baratos. Por supuesto, todo ello debe ir acompañado de un análisis riguroso de todas las ofertas que genera el sector turístico, con descuentos que pueden incluso superar el 60% sobre su coste original.

Para que un viaje de fin de semana no repercuta en exceso en el bolsillo, pueden seguirse algunas pautas fáciles de llevar a la práctica:

  • 1. Compartir el coche con otros amigos que estén la misma situación. Asi, los gastos (gasolina, peaje de autopistas, parquímetros, etc.) serán repartidos entre dos o más personas y no caerán solo sobre uno.

  • 2. Buscar alojamientos alternativos, desde casas rurales a alquiler de habitaciones, sin olvidarse de la posibilidad de pernoctar en apartamentos. Sus precios son más económicos y con derecho a cocina.

  • 3. Aprovechar ofertas de última hora. Si no se tiene definido con claridad el destino, puede que la solución resida en aprovechar estas ofertas de última hora que tienen rebajas más agresivas.

  • 4. Optar por los campings como fórmula para reducir el presupuesto de los viajes. El camping, además de ser barato, tiene la ventaja de favorecer el contacto directo con la naturaleza y descubrir nuevos lugares.

  • 5. Aprovechar tarifas para grupos: si se es un grupo numeroso, se pueden obtener ciertas ventajas en los costes de los transportes (tarifas para grupos) y en los hoteles (habitaciones cuádruples).

  • 6. Utilizar alguna de las tarjetas de crédito que comercializan los bancos y que dan derecho a importantes descuentos para pernoctar y en otros servicios turísticos (restaurantes, parques temáticos, museos, atracciones…)

  • 7. Visitar pequeños pueblos, que seguro supondrán menos gastos, a la vez que permitirán disfrutar de unos días en un entorno más apacible y olvidar el ritmo de vida de las grandes ciudades.

  • 8. Llevar el dinero en metálico y así evitar la tentación de usar la tarjeta de crédito. De este modo se pueden contener mejor los gastos, y no endeudarse para los siguientes meses.

  • 9. Visitar lugares poco masificados, ya que los mejores precios no se encuentran en los destinos de «sol y playa» y en las grandes ciudades, sino que podrán detectarse en sitios más pequeños y con encanto para sus visitantes.

  • 10. Dosificar los viajes: no hace falta salir siempre, y, además, planificar las salidas con antelación permite elegir las mejores propuestas y a importes más asequibles.

Las tarjetas imprescindibles en un viaje

En cualquier viaje es aconsejable llevar en la cartera una serie de tarjetas que ayuden a ahorrar lo más posible. No deben faltar los siguientes cinco “plásticos” en los próximos viajes:

  • Las tarjetas de fidelización de cualquier servicio turístico, desde hoteles hasta transportes, sin dejar en casa las vinculadas al ocio, que generan descuentos y prestaciones para las escapadas en los fines de semana.

  • Las tarjetas de crédito que proporcionan bonificaciones en cualquier prestación turística, y que pueden superar el 10% en algunos casos.

  • Cualquier medio de pago emitido por hoteles, restaurantes, transportes y sectores de ocio, con precios más competitivos que harán ahorrar muchos euros en cada viaje.

  • Las tarjetas para el peaje en autopistas que reducen de forma considerable el precio para transitar por estas carreteras, en función de la concesionaria de que se trate.

  • Las tarjetas que conllevan rebajas en el momento de repostar en las gasolineras. Reducen el precio del recibo entre el 2% y el 5%.

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