Las demandas de las compañías aéreas han encontrado eco en Bruselas, concretamente en el comisario europeo de Transportes, Jacques Barrot, que presiona a los gestores de los aeropuertos para que apliquen tasas más transparentes y, como consecuencia, más bajas.
Lo cierto es que, tras la aparición en el mercado de las compañías aéreas de bajo coste, es posible encontrar en Internet billetes de avión más baratos que las tasas que cobra el aeropuerto a los pasajeros. Por ello, la directiva presentada hace unos días contempla, entre otros, este aspecto, aunque todavía tendrá que recibir aún el visto bueno del Consejo de Ministros de Transportes de la Unión Europea.
De salir adelante, los aeropuertos tendrán que especificar claramente a las aerolíneas las tasas que les cobran por aterrizaje, aparcamiento, utilización de terminales y medidas de seguridad. Asimismo, y para evitar que los conflictos entre aerolíneas y aeropuertos de los últimos meses se repitan en el futuro, se debería nombrar en cada país un regulador independiente del sector. La combinación de la obligación de transparencia en la fijación de las tasas más la creación de reguladores propiciará rebajas, según las previsiones de la Comisión Europea.
Bruselas reconoce, en lo referente a las aerolíneas de bajo coste, que los gestores de los aeropuertos están en su derecho de cobrarles menos por el servicio que a una compañía tradicional, «siempre que el servicio que se le presta no sea el mismo», matizó Barrot.
Por lo que se refiere a los consumidores, algunas asociaciones ya han dado la voz de alarma sobre el hecho de que algunos aeropuertos han transferido los costes del mantenimiento de sus infraestructuras y de aterrizaje de las aerolíneas a los pasajeros. Así se explicarían las elevadas tasas que cobran algunas de las instalaciones aeroportuarias.