La NASA bate el record de velocidad supersónica

Un avión experimental de la agencia espacial estadounidense consiguió sobrepasar diez veces la velocidad del sonido en un vuelo de prueba
Por EROSKI Consumer 18 de noviembre de 2004

El pasado martes el pequeño avión experimental X43-A alcanzó una velocidad de 11.265 kilómetros por hora, casi 10 veces superior a la del sonido, gracias a un nuevo motor hipersónico desarrollado por la Agencia Espacial de EE.UU. (NASA), que abre perspectivas potencialmente revolucionarias para el futuro de los vuelos comerciales y las misiones espaciales en bajas órbitas terrestres.

Este récord representa, sobre todo, la prueba experimental de viabilidad que precisaba un sistema alternativo de propulsión -el motor «scramjet»- para intentar convertir los vuelos hipersónicos en una realidad cotidiana en un plazo de dos décadas.

Con un motor «scramjet» sería teóricamente posible cruzar el Atlántico en menos de 30 minutos a una velocidad 15 veces superior a la del sonido. Con esa tecnología de propulsión, un avión comercial cubriría el trayecto Madrid-Sidney en menos de dos horas y la ruta Madrid-Tokio en 60 minutos.

Veloz y ligero

La NASA precisa que los motores «scramjet» pueden ser también una alternativa para cohetes reutilizables que transporten satélites a órbitas bajas. La gran ventaja de este sistema es que si se logra propulsar un vehículo con un motor de reacción convencional hasta una velocidad Mach 4 (Mach 1 es la velocidad del sonido), un motor «scramjet» adicional puede acelerarlo hasta Mach 15 sin recurrir a pesados tanques de oxígeno, como precisan los cohetes lanzadores de satélites. Además, este motor tiene un empuje propulsor modulable, como el de los motores a reacción de los grandes aviones comerciales de pasajeros.

Este motor experimental tiene pocos elementos mecánicos móviles y utiliza como combustible hidrógeno, que se mezcla con el oxígeno del aire cuando éste entra en el motor a velocidad supersónica. El aire es comprimido de forma natural por la velocidad Mach 4 con que avanza el avión X43-A por la atmósfera y la forma de la tobera de entrada del motor, que realiza una función similar a la de las turbinas o pistones en los aviones o automóviles.

Un motor «scramjet» sólo debe transportar hidrógeno. Eso le hace más pequeño y ligero, lo que permitirá usarlo para colocar en órbita cargas más pesadas. La NASA dice que el diseño de este motor es sencillo desde el punto de vista conceptual, aunque demostrar que puede funcionar ha resultado mucho más difícil. El flujo de aire a través del motor debe alcanzar velocidades supersónicas para poder funcionar.

El vuelo del pasado martes fue el tercero realizado en este programa de investigación. El primero se acometió en 2001, pero fue un fracaso. El segundo se efectuó, con éxito, en marzo pasado. El motor funcionó 11 segundos propulsando el X43-A a Mach 7. Durante ese vuelo se observó que los bordes de las alas alcanzaron temperaturas muy elevadas, lo que obligó a reforzarlas con fibra de carbono.

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