Las aerolíneas de bajo coste dudan de la viabilidad del proyecto de «low cost» de Iberia

Recuerdan que otras grandes compañías ya han fracaso en su intento de incorporarse a este sector
Por EROSKI Consumer 30 de abril de 2006

Las principales aerolíneas de bajo coste que operan en España acogen con indiferencia la entrada en el sector de Iberia. Ryanair, EasyJet y Vueling auguran poco éxito al nuevo competidor porque se trata de un modelo de negocio muy diferente al tradicional; además creen que la nueva empresa «canibalizará» las rutas de la matriz.

De la nueva compañía poco se sabe, salvo que comenzará a volar en octubre desde El Prat. Son precisamente los pocos detalles ofrecidos al anunciar el proyecto los que han hecho dudar de la viabilidad de la idea a las compañías de bajo coste ya asentadas en España. Vueling, que también tiene su sede en Barcelona, resalta que «hay demasiados interrogantes». «Qué aviones van a utilizar, a qué aeropuertos van a volar, qué costes van a reducir, qué rutas harán; no está nada claro», afirma el consejero delegado de la empresa, Carlos Muñoz. Para el directivo, el resto de «low cost» están ya muy asentadas en España y se han preparado a conciencia. Además, recuerda que otras aerolíneas tradicionales similares a Iberia -British Airways, KLM, etc.- que intentaron sacar adelante una «low cost» fracasaron siempre en sus intentos.

Los anteriores errores de compañías de bandera sirven también de argumento para dudar de la viabilidad del proyecto a Arnaldo Muñoz, director general para el sur de Europa de EasyJet. «Está claro que pierden rentabilidad y pasajeros y que el bajo coste es el que se come el mercado», afirma. «Van a descubrir que es un negocio muy distinto y muy difícil, en el que subsistir es tremendamente complicado y en el que hay que mirar no sólo los decimales, sino también las cuatro cifras que van después de cada coma», señala.

El responsable de EasyJet insiste en que el terreno de los vuelos baratos le va a resultar muy complicado a Iberia, acostumbrada a manejar grandes estructuras empresariales. «Hay que tener los aviones en el aire tres y, si puedes, cuatro veces más que tus competidores sin bajar la calidad del servicio y la seguridad; es una disciplina espartana», añade.

Por su parte, Alfons Claver, director de Marketing y Ventas de Ryanair, advierte de que «quien quiera competir en precios se pillará los dedos». El directivo asegura que la nueva compañía «canibalizará las rutas de la matriz, que tendrá también que bajar sus precios para acabar compitiendo consigo misma». Resalta también que el proyecto «puede crear problemas con Air Nostrum (franquiciada de Iberia), que tendrá que redefinir su estrategia».

La posición de Air Nostrum es que la nueva aerolínea no se solapará con la compañía porque trabajan distintos tipos de clientes. Air Nostrum dice que su pasaje está compuesto por ejecutivos y viajeros de empresa, clientes que no priorizan el coste del billete.

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