Las compañías de bajo coste que operan en la UE son inspeccionadas por organismos internacionales, europeos y estatales de aviación y cumplen con todos los estándares de seguridad aérea. En tiempos de austeridad como los actuales, en los que los consumidores buscan un ahorro a la hora de programar sus viajes, han adquirido un gran auge las compañías aéreas de bajo coste. Aunque los datos confirman que la aviación es el medio de transporte más seguro, los retrasos, los problemas mecánicos, los aterrizajes de emergencia por falta de combustible, las despresurizaciones, las alarmas que no funcionan y otros incidentes han puesto en entredicho a las aerolíneas low cost. Por ello, como se realiza en el siguiente artículo, se hace preciso determinar si son seguros los vuelos en este tipo de compañías.
¿Son seguros los vuelos en una compañía low cost?
En los últimos años, las aerolíneas low cost se han visto perjudicadas por los rumores que circulan respecto a las deficiencias en sus controles de seguridad y las revisiones periódicas de sus aeronaves. Asimismo, los incidentes que han registrado, como los aterrizajes de emergencia por falta de combustible, los problemas mecánicos, las alarmas que no funcionan o las despresurizaciones de la cabina, han suscitado la polémica sobre la seguridad en sus vuelos.
Todas las compañías que vuelan en España, sean aerolíneas tradicionales o de bajo coste, cumplen la normativa de seguridad de Aviación Civil
Aunque es lógico que surjan suspicacias acerca de la seguridad que ofrecen estas compañías, hay que tener en cuenta que, si no cumplen con la normativa o están fuera de la legalidad, no obtienen la autorización para volar. De hecho, todas las aerolíneas que operan en Europa deben cumplir unos estándares, establecidos por ley, que garanticen la integridad y la seguridad de sus pasajeros.
Tanto si se trata de un vuelo en una compañía tradicional como en una low cost, las normas de seguridad para la operación de aeronaves son las mismas. Las cifras no dejan lugar a dudas, ya que las compañías de bajo coste se encuentran entre las aerolíneas más seguras, según muestra el ranking internacional de seguridad aérea, que elabora de forma periódica JACDEC (Oficina Alemana para la Investigación de Accidentes Aéreos).
Las aerolíneas low cost se diferencian de las convencionales en los precios, los servicios a bordo y la comodidad en sus vuelos
Además, las aerolíneas de bajo coste, pese a que surgieron más tarde que las grandes compañías tradicionales, están situadas en una buena posición en cuanto a seguridad aérea. Así, Air Berlin ocupa el puesto noveno de la clasificación, la británica EasyJet se sitúa en el 19, mientras que Ryanair está en el puesto 29. Es decir, si por seguridad se entiende ausencia de accidentes, las compañías low cost no ofrecen dudas al respecto, al menos hasta ahora.
De cualquier modo, aunque las incidencias en los vuelos de bajo coste son habituales, ninguna aerolínea está exenta de sufrirlas. Por ello, las compañías convencionales solo se diferencian de las low cost en los precios de los billetes, en los servicios que ofrecen a bordo y en la comodidad en sus vuelos.
¿Por qué los precios de los vuelos en low cost son tan baratos?
Son numerosos los usuarios que se preguntan por qué los vuelos low cost son más baratos que los de las compañías tradicionales, si ambas aerolíneas son igual de seguras. Los precios más económicos de las compañías de bajo coste se deben a varios factores.
El aprendizaje de los pilotos y el trabajo de los mecánicos son más sencillos, puesto que la flota de una aerolínea low cost está compuesta por un solo tipo de avión, con lo que se rebajan los costes de mantenimiento, reparación, almacenamiento de piezas de repuesto y la formación de pilotos y mecánicos.
Para reducir gastos en las tasas aeroportuarias utilizan los aeropuertos secundarios, pequeños y con poco tráfico (operan en los de Gerona o Tarragona y no en el de Barcelona). Estos aeropuertos, cercanos a grandes áreas metropolitanas, tienen menos tráfico y pretenden atraer a compañías aéreas con tarifas más económicas. Sin embargo, para trasladarse al destino final desde estos aeródromos es necesario emprender un nuevo viaje en tren, autobús o coche.
Las low cost venden directamente sus pasajes, con lo que se ahorran el coste de los intermediarios (agencias de viajes) y usan Internet como medio para la comercializar sus ofertas. Además, emplean billetes electrónicos, en vez de impresos.
En lugar de vuelos intercontinentales con escalas, las compañías de bajo coste se centran en trayectos cortos que llevan a los pasajeros a su destino. De esta forma, se incrementa el número de vuelos y el beneficio, mientras que se recorta el tiempo de espera de los aviones en tierra.
Las low cost no brindan servicios en cabina. No hay comidas ni bebidas gratuitas, y lo que el pasajero desee tiene que abonarlo aparte. Sin embargo, algunas compañías ofrecen tomas de corriente para aparatos electrónicos o asientos más amplios.
El equipaje de mano permitido no puede superar los diez kilos de peso y sus dimensiones no deben exceder de 55x40x20 centímetros. Asimismo, hacen un uso escaso de los programas de fidelización de clientes (como las tarjetas de puntos).
En las aerolíneas low cost los asientos no están numerados. Esto quiere decir que el viajero que primero llega al avión, elige su sitio. Con ello, se reduce el número de personal necesario por vuelo y mejora la rotación de naves, lo que permite programar más vuelos. Además, se han añadido asientos al avión y la distancia entre uno y otro es más pequeña.
Las compañías de bajo coste han reducido el tiempo de las paradas y maximizan la utilización de los aviones. Los viajes se planifican de forma que se encadenan unos con otros y los aviones permanecen en tierra menos de 30 minutos.
Según el ranking internacional de seguridad aérea, Air Berlin ocupa el puesto noveno, la británica EasyJet se sitúa en el 19, mientras que Ryanair está en el puesto 29
A pesar de todo ello, las aerolíneas de bajo coste no son más inseguras que cualquier otra compañía. Aunque ahorran gastos en multitud de conceptos, algunas de sus políticas de ajuste redundan en favor de la seguridad, como disponer de una flota donde solo hay un tipo de avión. De cualquier forma, los accidentes ocurren y, aunque las low cost no tienen por qué sufrirlos en mayor proporción que sus competidoras, siempre quedará la sospecha de que conservar márgenes de beneficio reduciendo los costes se puede traducir en incumplimientos de la normativa referente a mantenimiento o seguridad.
Según la IATA (Asociación del Transporte Aéreo Internacional), en 2012 se registró el mejor índice de inseguridad aérea en la historia de la aviación civil mundial. A su vez, en un informe de JACDEC (Oficina Alemana para la Investigación de Accidentes Aéreos o Jet Airliner Crash Data Evaluation Centre), con sede en Hamburgo, se destaca que el número mundial de víctimas mortales en accidentes aéreos se redujo en 2012 a 496 personas, frente a los 498 fallecidos de 2011. Estos datos confirman que la aviación es el medio de transporte más seguro que hay en la actualidad, que los aviones están cada vez mejor equipados y que las aerolíneas ponen un mayor énfasis en materia de seguridad.
La OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) es el órgano consultivo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en materia de Aviación Civil Internacional y tiene como objetivos velar por el progreso seguro de la aviación y promover la seguridad de la navegación aérea.
Tanto la IATA como la OACI son los organismos garantes de la calidad de los servicios de la aviación en cualquier lugar del mundo.
Asimismo, la Comisión Europea publica, al menos, una vez al trimestre, la relación de aerolíneas, a las que no se les permite operar en el espacio aéreo de la UE, por no cumplir los estándares de seguridad comunitaria. En la última lista aparecen compañías africanas y asiáticas, y no está incluida ninguna europea.
Las autoridades competentes en materia de Aviación Civil de los Estados miembros de la UE solo pueden inspeccionar las aeronaves de las compañías que efectúan vuelos con origen o destino en aeropuertos comunitarios, por lo que se garantiza que todas las aerolíneas que operan en Europa cumplen con los requisitos de seguridad. En este sentido, todas las compañías que vuelan en España, ya sean aerolíneas tradicionales o de bajo coste, cumplen la normativa de seguridad de Aviación Civil.
Por su parte, AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea), dependiente del Ministerio de Fomento, realizó durante 2012 más de 12.100 inspecciones y casi 400 actuaciones preventivas en España, centradas en su mayoría en los aeropuertos, los sistemas de navegación aérea, las organizaciones relacionadas con el mantenimiento, los operadores de transporte aéreo comercial, la aeronavegabilidad de los aviones y los derechos de los usuarios del transporte aéreo.