Tuberías sin fugas

La normativa exige pruebas de estanquidad para verificar que no se produzcan pérdidas durante el uso de la instalación
Por EROSKI Consumer 11 de julio de 2001
Img tuberia rota

Las pérdidas de agua en tuberías se pueden evitar. Para ello, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) y el Código Técnico de la Edificación (CTE) recogen normas específicas que exigen la realización de pruebas durante la instalación de las canalizaciones. Hay que comprobar la estanquidad y resistencia mecánica de la red de agua caliente y fría mientras los tubos estén a la vista y accesibles para su manipulación. «Antes de quedar ocultas por obras de albañilería, material de relleno o por el material aislante», establece el RITE, las redes de circulación de fluidos deben ser probadas.

La finalidad es detectar fallos de continuidad en las tuberías. Para ello, el procedimiento que se debe seguir es muy preciso. En primer lugar, hay que limpiar las redes para eliminar los residuos procedentes del montaje. Es importante que antes de realizar esta operación se asegure que todos los aparatos y accesorios de la red soportan la presión a la que se les va a someter. Si no es así, hay que cerrar las válvulas correspondientes o sustituir estos elementos por tapones.

La limpieza de los tubos se efectúa mediante el llenado y vaciado de los mismos, tantas veces como sea necesario. En las redes que no vayan a ser destinadas a la distribución de agua para usos sanitarios se pueden utilizar productos detergentes para mejorar los resultados, siempre que se respete la concentración establecida por el fabricante para no dañar la red.

En cuanto a la prueba de estanquidad propiamente dicha, se realiza a baja presión para evitar los daños que podría provocar la prueba de resistencia mecánica que se efectúa a continuación. Durante este proceso se verifica también la estanquidad de todas las uniones.

Resistencia mecánica

Tras comprobar la estanquidad le toca el turno a la resistencia. Cuando la red permanece todavía ocupada por el fluido de prueba, las uniones son sometidas a un esfuerzo extra debido a la aplicación de la presión de prueba. En los circuitos cerrados de agua refrigerada o de agua caliente esta presión es superior a la presión máxima de trabajo.

Si hubiera fugas en las uniones, se deberían detectar en menos de 30 minutos

Si durante la prueba se comprueba que existen equipos, aparatos y accesorios que no soportan estas presiones, quedarán excluidos de la prueba. Asimismo, ésta tiene que durar el tiempo suficiente para verificar visualmente la resistencia de los equipos y de las tuberías. Si hubiera cualquier fuga en las uniones, se debería detectar durante los primeros 30 minutos de comprobación.

Reparación de fugas

Concluidos los exámenes de estanquidad y resistencia, en caso de confirmarse la existencia de pérdidas de agua, éstas han de repararse. Para ello, el arreglo exige desmontar la junta, accesorio o sección donde se haya originado la fuga y sustituir la parte defectuosa o averiada con material nuevo.

De esta forma, una vez reparadas las anomalías, hay que comenzar de nuevo el procedimiento de comprobación, desde la prueba preliminar. “El proceso se repetirá tantas veces como sea necesario, hasta que la red sea estanca”, concluye el RITE.

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