Entrevista

Hania Zlotnik / Directora de la División de Población de la ONU

El control de la inmigración es importante para los propios inmigrantes
Por Iñigo Marauri, Miren Rodríguez 8 de junio de 2005
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Demógrafa y experta en movimientos migratorios, que ha estudiado con pasión durante más de treinta años, la mejicana Hania Zlotnik (Méjico DF, 1952) analiza desde su puesto de Directora de la División de Población de la ONU un fenómeno ante el que recomienda comprensión, respeto, educación y una buena regulación. “El control de la inmigración es importante para los propios inmigrantes”, advierte.

¿Cómo se puede conseguir que el mundo desarrollado vea la inmigración como un enriquecimiento y no como una agresión?

No va a ser fácil. La inmigración tiene muchas cosas que son muy buenas y algunas cosas que no lo son tanto. La población va a notar antes las cosas malas que las positivas. Los medios de comunicación tienen ahí una responsabilidad importante, porque lo único que están presentando sobre la inmigración son aspectos negativos. El problema también está en que las cosas positivas son muy etéreas, mientras que si uno cree que a su hijo le ha quitado el trabajo un emigrante, lo toma como una afrenta personal. No todos los emigrantes son perfectos. Y si uno comete un crimen y ése es el que se nota, asociar inmigración con crimen es muy fácil. Todos los aspectos positivos son muy inefables, mientras que los negativos son muy concretos. No es fácil que la población vea en un periodo muy corto de tiempo cómo aparece un número notable de inmigrantes y les vean trabajando en una cosa y digan “ay, qué bueno, los queremos mucho”. Hay que seguir diciéndoles que la inmigración no es mala, pero nadie sabe hasta qué nivel es bueno y hasta qué es malo.

¿Con qué base cuentan quienes asocian inmigración con delincuencia o mayor inseguridad?

Yo discrepo hablando de crecimiento… Mire, si un emigrante comete un delito y los medios lo destacan en la primera plana, ya no importa si la delincuencia subió o no subió. Aunque es uno, se vuelve la imagen de todos los emigrantes. Por eso yo no puedo mostrar otras estadísticas que digan lo contrario, porque no estamos hablando de lo mismo. Es lo mismo que ocurre con las experiencias personales. ¿De qué te sirven las estadísticas si de repente en tu pueblo alguien se portó mal? Por eso creo que es importante tratar de resaltar lo bueno, pero tiene que ser también en forma muy personal. Cuando yo era muy joven y estaba empezando a estudiar estas estadísticas, me decía: “si la gente supiera que las estadísticas no son tan malas como creen, acogerían mejor a los inmigrantes”. Entonces uno de mis amigos, mucho más sabio, me dijo: “¿de veras crees que si todas las personas conocieran estas estadísticas serían mejores con los inmigrantes?” Lo pensé durante medio minuto y me dije: “me temo que no”. Las razones por las que se sienten invadidos van a seguir tanto si son altas como si son bajas. Si te sientes invadido es porque en la casa de al lado tienes a alguien que no se está portando como tus antiguos vecinos. No importa que haya 20.000 o sólo diez. Es el de al lado.

¿Cómo se puede solucionar?

Con educación, cultura… Tratar de sacar historias que muestren, por ejemplo, cómo sufrían los emigrantes españoles en Alemania, para que la gente vea que todo el mundo pasó por eso. También es importante que los inmigrantes sepan cuanto antes qué es lo que los españoles aceptan y qué es lo que no. La educación de los hijos es muy importante, no crear guetos… pero no es fácil, porque también los propios inmigrantes quieren estar cerca unos de otros para sentirse aceptados por alguien.

¿Los inmigrantes deben integrarse en la sociedad o la sociedad debe integrarlos?

Es como el tango. Más vale que los dos bailen. Los emigrantes van a tener la tendencia social de estar uno al lado del otro. Es natural. Pero si los locales le ponen la barrera para que no pasen de ahí se forma un gueto. Entonces ninguno va a tener razón para tratar con el otro. La mejor manera de integrar es hacerlo a través de la escuela.

La economía es el mayor enemigo del inmigrante

¿Cuál es el mayor enemigo del inmigrante: el miedo, la ignorancia…?

La economía es el mayor enemigo del inmigrante. Porque cuando la economía va bien, es más fácil que la gente acepte la llegada de inmigrantes porque los necesitan. Si la economía no fuera bien, estoy seguro de que España no dejaría entrar al mismo número de inmigrantes legales que lo está haciendo en la actualidad. Se darían cuenta de que no los necesitan. “¿Van a venir aquí para estar desempleados? No, gracias”, pensarían. Los emigrantes tampoco quieren ir a lugares con gran desempleo, porque los primeros que van a sufrir son ellos, no van a ser los españoles. En segundo lugar, si cuando la economía deja de ir bien los inmigrantes no se vuelven a sus lugares de origen, cosa que generalmente no pasa, a los primeros a los que van a despedir será a los inmigrantes, y generalmente no tienen los derechos para disponer de los mismos servicios sociales que los locales. Son a los que les va peor si las cosas no marchan muy bien. Además, y así lo demuestran estudios que se han realizado en Estados Unidos, siempre que la economía sufre reveses crece el rechazo a los inmigrantes. Y eso que Estados Unidos es un país que se ha formado por inmigrantes, es decir, no deja de ser ir contra uno mismo. Todo el mundo se siente muy orgulloso de su origen emigrante, pero cuando las cosas no van bien, se puede sentir muy enojado contra el último que ha llegado.

Todo el mundo se siente muy orgulloso de su origen emigrante, pero cuando las cosas no van bien, se puede sentir muy enojado contra el último que ha llegado

¿Las sociedades desarrolladas necesitan inmigrantes?

Algunas gentes dicen que no tantos como están llegando. La cuestión es que los necesitan porque hay ciertos trabajos que los locales no quieren hacer. Y más vale que los locales se den cuenta. Ahora, existe la teoría de que si los salarios de esos trabajos subieran, los locales también querrían hacerlos. Pero yo no estoy muy segura de que eso sea cierto. Te encuentras además con la pareja que está encantada de tener una chica inmigrante que cuida sus niños, pero a la que no le hacen feliz los inmigrantes.

¿La inmigración se debe controlar? ¿Cómo?

Claro. En este mundo en el que hay tantas diferencias económicas, si no la controlaras se teme que se produciría una especie de invasión. No se va a hacer una liberalización completa de la inmigración jamás, o no durante nuestras vidas porque va a haber todavía bastantes diferencias económicas y demográficas entre los países cercanos. Va a tener que haber restricciones.

¿Qué es lo que se puede hacer para evitar fenómenos como el de las pateras en España o los espaldas mojadas en Estados Unidos? ¿Reforzar las medidas de seguridad?

En Estados Unidos, cuando la lucha contra la inmigración se acentuó, la inmigración ilegal se multiplicó. El caso de España es diferente, pero en cualquier caso la inmigración ilegal seguirá existiendo. Para luchar contra ella, habrá que aplicar las reglas y eso desgraciadamente tiene que ver con deportaciones y sistemas de seguridad. Y esto es importante también para el bienestar de los inmigrantes porque cuanto mayor sea la sensación de la sociedad de que la inmigración no está bajo control, mayor va a ser la sensación de que son invadidos. Por eso es muy importante, tanto para los inmigrantes como para la sociedad, que la inmigración se perciba más que nada como ordenada y legal.

Es muy importante, tanto para los inmigrantes como para la sociedad, que la inmigración se perciba más que nada como ordenada y legal

¿Hay algún país que tenga una política migratoria que se acerque a la ideal?

Depende de lo que quiera hacer. Un país como Estados Unidos tiene una política muy bien pensada y muy desarrollada a su manera, y que tiene muchísimas cosas buenas. Pero en este caso, como en Australia o Canadá, la idea que les guiaba era que estaban construyendo un país. En Australia y Canadá es incluso mejor, porque también son países menos atractivos que Estados Unidos. En cualquier caso, no veo que en Europa sea muy posible que se conviertan en países como Australia porque no van a modificar la política de permisos temporales, que quizá no es la ideal pero es la políticamente viable.

¿Cuál es la tendencia actual de los fenómenos migratorios a escala mundial?

En el curso de mi vida de investigadora la he visto fluctuar sin que a nadie le importaran los procesos migratorios porque eran muy bajos en los países desarrollados. La verdad es que a nadie le importaba la inmigración. En Europa se pensaba que ya habían cerrado sus puertas. De repente, cuando vuelve a subir, se vuelve muy importante. En los 80 menos del 50% de los emigrantes del mundo acudía a los países desarrollados y en la actualidad alcanza el 60%. Y durante los próximos años va a seguir siendo así.

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