La dieta mediterránea mejora la percepción de las personas sobre su salud física y mental, según un estudio

Los efectos positivos no dependen sólo de los alimentos ingeridos, sino también del estilo de vida asociado a la dieta
Por EROSKI Consumer 8 de febrero de 2009

La contribución de la dieta mediterránea en la percepción que las personas tienen sobre su propio estado de salud física y mental ha sido estudiada por primera vez por científicos del grupo de investigación en Riesgo Cardiovascular y Nutrición del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM-Hospital del Mar) de Barcelona. El informe concluye que los efectos positivos de la dieta mediterránea no se dan sólo por la composición de los alimentos ingeridos, sino también por el estilo de vida asociado a la dieta, como comer más en casa, invertir tiempo en la preparación de los alimentos o compartir el momento de la comida.

Los investigadores llegaron a esta conclusión tras analizar entre los años 2000 y 2005 los datos de una población gerundense representativa. Se seleccionaron un total de 8.195 personas, con edades comprendidas entre los 35 y los 74 años (3.910 mujeres y 4.285 hombres), que fueron entrevistadas para saber, principalmente, antecedentes clínicos relevantes, sus hábitos alimentarios, el consumo de alcohol y de tabaco, la actividad física realizada normalmente, el nivel cultural, etc. También se anotaron las enfermedades crónicas y la ingesta de medicamentos, y se midió el índice de masa corporal (IMC) de los participantes.

Tras analizar todos estos factores, los investigadores concluyeron que, tanto en mujeres como en hombres, la dieta mediterránea está asociada con una mejor percepción de la salud física y mental. Además, los efectos de este tipo de alimentación observados no se vieron alterados ni por la actividad física, ni por el valor del índice de masa corporal, ni por el consumo de tabaco, señaló el IMIM.

Anteriormente, diversos estudios habían asociado la dieta mediterránea con la prevención de trastornos cardiovasculares y la mejora de las expectativas de vida. «La calidad de vida está estrechamente relacionada con el estado físico y mental percibido. Así pues, múltiples factores pueden estar relacionados con la percepción que tienen las personas sobre su propia salud, por lo que era necesario un estudio capaz de realizar una valoración global para averiguarlo», argumentó el IMIM.

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