Suplemento de beta-caroteno para una piel morena

Una revisión científica ha evaluado la eficacia de la ingesta de complementos de beta-caroteno en la protección solar frente a las quemaduras con resultados muy interesantes
Por Maite Zudaire 4 de agosto de 2008
Img tomarelsol
Imagen: Manuel Martín

Durante los meses previos al verano y a los primeros rayos de sol, muchas personas recurren a diferentes métodos de bronceado artificial para acelerar el proceso de conseguir una piel morena y para lograr a tiempo un bronceado perfecto y duradero. Además de acudir a los solariums existen a disposición del consumidor distintos potingues en diversos formatos (toallitas bronceadoras, lociones, sprays) a los que se suman los llamados complementos alimenticios destinados a acelerar el bronceado.

Es el caso de los comprimidos y cápsulas de beta-caroteno que se venden desde hace unos años en farmacias y tiendas de herbodietética. Recientemente científicos alemanes han realizado una revisión científica sobre la eficacia de la ingesta de complementos de beta-caroteno en la protección solar frente a las quemaduras con resultados muy interesantes.

Acelerar el bronceado

Una exhaustiva investigación demuestra que el consumo de complementos de beta-caroteno puede ayudar a prevenir las quemaduras solares

El aporte de nutrientes extras como ayuda para la protección del daño en la piel de los rayos del sol es cada vez más reconocido por el público en general, pero su eficacia es controvertida. Sucede, por ejemplo, con los complementos de vitamina E, cuyo efecto sobre la protección solar de la piel está aún por probar. También desde hace unos años se venden en farmacias y tiendas de herbodietética comprimidos y cápsulas de beta-caroteno con el fin de acelerar el bronceado y de proteger la piel de las quemaduras solares.

En un reciente meta-análisis, los científicos alemanes Wolfgang Köpcke y Jean Krutmann, del Hospital Universitario de Münster y de la Universidad Heinrich-Heine de Düsseldorf, respectivamente, han examinado la literatura existente sobre la eficacia de la ingesta de complementos de beta-caroteno en la protección solar. Para la exhaustiva investigación, publicada el pasado mes de mayo 2008 en la revista científica «Photochemistry and Photobiology», revisaron los estudios de mayor relevancia científica; siete estudios clínicos controlados con placebo, es decir, estudios en los que el efecto y la eficacia de la sustancia a estudio -en este caso el beta-caroteno- se evalúa frente a una sustancia inactiva.

Los expertos comprobaron que el consumo de complementos de este compuesto puede ayudar a prevenir las quemaduras solares. No obstante, los resultados revelaron que para que la protección contra las quemaduras solares sea eficaz y se note además el efecto del bronceado, los complementos alimenticios de beta-caroteno se han de tomar como mínimo 10 semanas antes de la exposición continuada al sol. Es decir, este compuesto no ofrece la potente e inmediata protección frente a la radiación ultravioleta de las actuales cremas solares, pero podría ser una base de protección que podría emplearse junto con dichas cremas, tal y como advierte el profesor Krutmann.

Los efectos son, por tanto, dependientes del tiempo durante el cuál se consuma el compuesto químico. No obstante, la ingesta de este tipo de sustancias no está exenta de contraindicaciones. En otros estudios se ha demostrado que una dosis elevada de beta-caroteno puede resultar contraproducente para la salud de las personas fumadoras, advertencia que tal vez desconozcan muchas personas habituadas al consumo de estos complementos.

Riesgo de cáncer de pulmón

Expertos en medicina afirman que existen diferencias, por el momento inexplicables, respecto a los efectos fisiológicos del beta-caroteno de origen natural y el compuesto sintético que contienen diversas pastillas o comprimidos. Científicos del National Public Health Institute, Helsinki (Finlandia) y del Cancer Prevention Studies Branch, Division of Cancer Prevention and Control, National Cancer Institute, Bethesda MD (EE.UU.), trataron de evaluar el efecto protector de la vitamina E y el beta-caroteno (ambos antioxidantes) sobre la incidencia de cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer provocados por el tabaco, en 29.133 varones fumadores finlandeses de entre 50 y 69 años.

Tras el estudio, publicado en 1994 en «New England Journal of Medicine», se observó que el grupo que recibió beta caroteno (20 mg/día) aumentó en un 18% la incidencia de cáncer de pulmón con significancia estadística. En otro estudio realizado por investigadores de centros médicos y universidades de distintas ciudades de EE.UU., que pretendía evaluar los efectos de una combinación de beta-caroteno y vitamina A en el cáncer de pulmón y enfermedades cardiovasculares, publicado en la misma revista médica dos años más tarde, en 1996, se observaron los mismos efectos negativos sobre la incidencia de cáncer de pulmón asociado al consumo de beta-caroteno.

La conclusión a la que llegaron los investigadores es que utilizar complementos de vitaminas, y en concreto de beta-caroteno, sin prescripción facultativa puede ser peligroso para la salud en individuos fumadores.

Dieta rica en beta-caroteno

Img zanahorias1El dicho popular de que comer zanahoria ayuda a poner la piel morena tiene su explicación. La zanahoria es el alimento que más beta-caroteno concentra. Contiene alrededor de 8.100 microgramos (8,10 miligramos) de carotenoides por cada 100 gramos, siendo el beta-caroteno el más abundante con diferencia. De ahí que acostumbrarse a comer una zanahoria diaria los meses previos al verano, puede servir también para acelerar el bronceado y proteger la piel de las quemaduras solares. Además, sin efectos secundarios ni contraindicaciones, pero sin dejar de lado las eficaces cremas solares.

El beta-caroteno es un pigmento vegetal que da color anaranjado, amarillento o rojizo a los vegetales en los que abunda como calabaza, boniato, mango, melón de la variedad Cantalupo, melocotones y albaricoques (más aún los orejones), papaya, pimientos, además de zanahorias. También son ricos en beta-caroteno vegetales verdes como las espinacas, las acelgas y los berros, aunque el color no se aprecia ya que el pigmento está enmascarado por la clorofila, que les da el color verde.

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