Los dulces de Navidad

Turrones, mazapanes, guirlaches y polvorones tienen una presencia indiscutible en los días navideños
Por EROSKI Consumer 23 de diciembre de 2003

La mayoría de ellos tienen un denominador común: entre sus ingredientes básicos están los frutos secos ricos en grasas, harinas y azúcares, con abundantes hidratos de carbono. Además, al ser alimentos muy energéticos hay que tener en cuenta que proporcionan muchas calorías.

Turrones, mazapanes y guirlaches

Están elaborados a base de miel y/o azúcares y almendras, que determinan en gran medida su valor energético y nutritivo. A la mezcla se pueden adicionar otros elementos (clara y yema de huevo, frutos secos, pastas de frutas, chocolate, cacao, café, leche, nata, harinas, mermeladas, cereales hinchados, licores, gelatina, coco, etc.), además de agua y aditivos autorizados.

Estos dulces se consideran alimentos energéticos, donde a pesar de su elevado contenido en grasa, la mayor proporción la constituyen los ácidos grasos insaturados (grasa beneficiosa), abundantes en los frutos secos empleados. Por otra parte, entre los ingredientes básicos utilizados para elaborar la masa de muchos turrones, mazapanes y guirlaches, no se incluye ninguno que esté contraindicado en caso de celiaquía (intolerancia al gluten, es decir, a la proteína contenida en ciertos cereales, como el trigo, avena, cebada, centeno y triticale -híbrido de trigo y centeno-).

Sin embargo, la oblea que recubre la masa, en muchos casos se elabora con harina de trigo, por lo que habría que leer con detenimiento la lista de ingredientes de cada turrón para asegurarse de que se pueden consumir en este caso.

Polvorones

la fructosa aporta las mismas calorías o incluso más que la sacarosa

Uno de los ingredientes básicos de los polvorones es la manteca de cerdo o la mantequilla (ambas ricas en grasa saturada, grasa perjudicial) que se mezcla con harina y saborizantes (canela, vino, limón). El adjetivo beneficiosa/perjudicial atiende a la capacidad de estos nutrientes de modular los niveles de colesterol en sangre. La beneficiosa tiene la capacidad de reducir los niveles plasmáticos de colesterol, es cardiosaludable; mientras que el exceso de grasa perjudicial se relaciona con niveles elevados de colesterol.

Por este motivo, los turrones duros y blandos, abundantes en almendras, u otros turrones con frutos secos, además de mazapanes y guirlaches, serán los dulces de elección en caso de colesterol alto, en lugar de los polvorones.

Turrones y otros dulces sin azúcar

La respuesta de los fabricantes para satisfacer la demanda de gran parte de la sociedad que por problemas de salud, como es el caso de la diabetes y la obesidad, no pueden tomar los típicos dulces navideños, es un hecho. Y de un año a otro aparecen en el mercado variedades acompañadas del mensaje «con fructosa» o «sin azúcar añadido». La mayoría de consumidores que leen en el envase cualquiera de estos mensajes cree con seguridad que se trata de un producto menos calórico.

Pero no siempre es así. Cuando el azúcar utilizado es sustituido por edulcorantes sin calorías (sacarina, aspartame, ciclamato, acesulfame) o edulcorantes del tipo polioles o azúcares alcohol (sorbitol, maltitol o xilitol), presentan menos calorías. No ocurre lo mismo si el producto lleva fructosa en lugar de sacarosa (azúcar común). La fructosa es un edulcorante que ofrece una ventaja para las personas diabéticas, ya que produce escasos efectos en el nivel de glucosa en la sangre y no estimula la secreción de insulina.

Esto explica que quienes tienen diabetes puedan consumir estos dulces con fructosa, y puedan disfrutar del placer que proporciona un dulce sin que se altere su glucemia (nivel de glucosa en sangre), siempre y cuando no abusen del consumo. No obstante, la fructosa aporta las mismas calorías que la sacarosa, y por tanto, el producto con fructosa tiene las mismas calorías, o incluso más que si llevara sacarosa. Esta es la razón por la cual los productos con fructosa no se aconsejen en caso de exceso de peso.

LOS FRUTOS SECOS

Img frutos secos1Los frutos secos, como las almendras, piñones y nueces, y las frutas desecadas, como orejones, ciruelas y uvas pasas, cada vez ganan más cuota de mercado en estas fechas. Sin duda, una alternativa dulce y deliciosa, más saludable a los típicos productos navideños, sin olvidar que se trata también de alimentos energéticos. En los frutos secos abundan las grasas, que aunque beneficiosas, aportan calorías. Las frutas desecadas son “concentrados” de azúcares sencillos. Esto obliga a consumirlos con moderación en caso de seguir dietas de control de peso, de grasa o azúcares.

ALIMENTOS ENERGÉTICOS

Todos estos productos se caracterizan por su elevado aporte energético, de ahí que su consumo esté desaconsejado en caso de seguir dietas hipocalóricas (exceso de peso), dietas controladas en grasas (problemas hepáticos y de vesícula biliar) y en hidratos de carbono (diabetes, hipertrigliceridemia, pancreatitis). Además, la gran cantidad de grasas de estos dulces hace que la digestión se alargue y un consumo exagerado puede provocar problemas digestivos e, incluso, diarrea.

La moderación es la clave para disfrutar del agradable sabor que proporciona un dulce.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube