Tres platos deliciosos con yogur natural

El yogur es un alimento muy versátil para preparar recetas dulces y saladas, desde entrantes y platos principales hasta postres vistosos y muy refrescantes
Por Peio Gartzia 14 de octubre de 2014
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Imagen: jules:stonesoup

El yogur natural es uno de los alimentos más versátiles que hay. Se puede comer a cualquier hora del día gracias a su fácil digestibilidad y tomarlo tal cual, ya que es muy nutritivo, o mezclándolo con otros ingredientes, tanto dulces como salados. Frutas, cereales, zumos, aceites o especias son algunas de las muchas combinaciones posibles. Idóneo para hacer batidos y helados, elaborar salsas y marinar carnes o pescados, este lácteo ofrece infinidad de soluciones para darle un toque especial a la comida más cotidiana. A continuación se apuntan tres recetas deliciosas para hacer con yogur y algunos consejos de uso.

Cocinar con yogur: consejos prácticos

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Imagen: CONSUMER EROSKI

En general, cuando se piensa en un yogur, vienen a la mente desayunos, meriendas o postres. Sin embargo, este alimento se puede utilizar de forma más creativa en la cocina del día a día. Así, es posible aprovechar, por ejemplo, sus ácidos y bacterias naturales para conseguir un marinado óptimo de carnes, verduras y pescados. También está la posibilidad de emplear su suave textura para la elaboración de una crema de verduras, como sustituto de la nata, y hasta se puede usar para aliñar ciertas ensaladas, como las de pasta.

Eso sí, cocinar con yogur supone hacerlo con el natural, no el de sabores. El yogur natural -sin azucarar- aporta ese punto de acidez y sabor neutro que permite utilizarlo no solo en combinación con elementos dulces, sino también en algunas recetas como sustituto de grasas (en lugar de la mantequilla o la nata) y también en salsas, sustituyendo al huevo.

En el momento de elegir, según la receta y los gustos, hay dos opciones:

  • el yogur griego, que tiene un poco más de grasa y un sabor potente.
  • el yogur natural normal, o con bajo contenido en grasa, que es un poco más ligero.

En ambos casos, si se quiere que conserven sus propiedades nutritivas, no hay que someterlos a temperaturas superiores a 50 ºC. De otro modo -como cuando se agrega a una crema o un guiso caliente- se perderán sus bacterias beneficiosas, si bien seguirán manteniendo la textura cremosa y el sabor. Al yogur hay que tratarlo con cariño y, siempre que sea posible, cocinarlo a fuego medio. Los hervores fuertes harán que se separe con rapidez el suero de la materia grasa.

Tres recetas deliciosas y sencillas con yogur

Hay muchas recetas que incluyen el yogur entre sus ingredientes. El recetario de EROSKI CONSUMER contiene unas cuantas. En este artículo se ofrecen tres: un entrante, un plato principal y un postre.

  • Entrante: guacamole con yogur. Es muy sencillo de elaborar, cremoso y suave. Necesitaremos: un aguacate, un yogur natural, aceite de oliva, un trocito de cebolleta fresca, un diente de ajo y un trocito de guindilla picante (o unas gotitas de chile).
    • Frotamos el interior de un recipiente con el diente de ajo y preparamos el guacamole en él. Para ello, primero partimos el aguacate, quitamos el hueso y vaciamos la pulpa en el recipiente. Añadimos la cebolleta muy picadita y el trocito de guindilla o las gotitas de chile. Aplastamos todo hasta que quede como una papilla. En ese momento, añadimos el yogur natural y unas gotas de aceite de oliva y mezclamos todo muy bien. Sazonamos mezclando de nuevo y llevamos a la nevera hasta el momento en que se sirva con unas tortitas de maíz tostadas.
  • Plato principal: salmón marinado con yogur y su salsa. El yogur es un gran ingrediente para elaborar los marinados y salsas de acompañamiento de pescados. Este es un buen ejemplo de ello. Necesitaremos: unos lomos de salmón limpios de espinas y piel, un yogur, cuatro cucharadas de aceite de oliva, el zumo de medio limón, unos granos de pimientas variadas, un vaso de caldo de pescado y una pizca de sal.
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      Imagen: CONSUMER EROSKI

      Preparamos los lomos de salmón en tiras gruesas sin espinas y sin piel. Los marinamos durante 30 minutos en una mezcla de zumo de limón, yogur, aceite de oliva, un poco de sal y pimientas variadas molidas. Sacamos y escurrimos los lomos de salmón del marinado y, en una sartén antiadherente caliente con unas gotas de aceite, doramos el salmón durante dos o tres minutos por cada lado, con cuidado de que no se seque. Retiramos los lomos, subimos el fuego y, en la misma sartén donde los hemos dorado, agregamos un vaso de caldo de pescado para que arrastre los jugos caramelizados. Bajamos la intensidad del fuego y vertemos el marinado. Dejamos que hierva a fuego suave por unos instantes, hasta que quede una salsa cremosa. Si tiene mucha acidez (por el limón y el yogur), podemos darle un pequeño toque de dulzor con una pizca de azúcar. Terminamos la salsa poniendo a punto de sal y un toque de cebollino recién troceado.

  • De postre: batido de frutas y yogur. Aunque el yogur solo es más que suficiente como postre, podemos darle nuestro toque e ir un poco más allá, complementándolo con fruta. Para este delicioso batido necesitaremos: un yogur griego, un puñado de fresas limpias, lavadas y muy frías, además de un vasito de zumo de piña recién sacado de la nevera (en otoño podemos emplear los frutos del bosque, los rubíes de la temporada).
    • Batimos todo junto con la batidora hasta conseguir una textura uniforme y cremosa, que acompañaremos con unos trocitos de fruta para decorar.
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