Ocho consejos para vivir con menos plástico

El grave impacto ambiental del abuso del plástico se puede combatir con varios consejos sencillos
Por Alex Fernández Muerza 16 de marzo de 2015
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Imagen: artempano56

El plástico es un material con multitud de aplicaciones en la vida cotidiana, pero al abusar de él en las últimas décadas se está produciendo un grave impacto en el medio ambiente, la salud y la economía en todo el planeta. Sin imponerse prohibiciones absolutas, los consumidores pueden hacer frente a este problema con diversas medidas sencillas que logren evitarlo o al menos reducir su empleo indiscriminado. Este artículo ofrece ocho consejos para vivir con menos plástico.

1. Concienciar(se) por el impacto del plástico

Concienciarse y concienciar a los demás sobre las consecuencias negativas del uso excesivo del plástico es el primer paso para tomar una actitud activa. En España hace medio siglo cada ciudadano consumía unos 300 gramos anuales de plástico; en la actualidad, 115 kilos. Al utilizarlos de forma masiva se contribuye a graves impactos para el medio ambiente o la salud: cambio climático, saturación de vertederos, contaminación, en especial en los ecosistemas marinos, donde mueren millones de seres vivos, diversas enfermedades causadas por algunos de tipo tóxico, etc.

2. Evitar los plásticos comunes más nocivos

La vida útil de una bolsa de plástico es de unos 12 minutos, pero pueden tardar siglos en degradarse
En el mercado se pueden encontrar multitud de productos y materiales plásticos, como demuestran los símbolos para identificarlos del 1 al 7 rodeados de tres flechas formando un triángulo. De entre todos ellos conviene evitar los que peores consecuencias tienen para el medio ambiente y la salud: el cloruro de polivinilo (PVC # 3), el poliestireno (PS # 6) y el policarbonato (Otros # 7).

3. Rechazar las bolsas de plástico de usar y tirar

El impacto ambiental de las bolsas de plástico de usar y tirar es enorme. Su vida útil es de unos 12 minutos, pero pueden tardar siglos en degradarse. La gran mayoría acaba desechada sin control, contaminando desde las ciudades a los ecosistemas naturales. En el mar su impacto puede ser letal para animales como tortugas, ballenas o delfines, que mueren tras ingerirlas.

El consumidor puede crear el hábito de emplear bolsas reutilizables cuando va de compras o llevarlas en el coche para cuando las necesite. Los tamaños y materiales son muy diversos para que duren lo más posible y cumplan su función.

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Imagen: Mr. T in DC

4. No tomar agua embotellada

El consumo de agua embotellada ha crecido de manera espectacular en los últimos años, provocando diversos impactos ambientales y un gasto innecesario en un país como España, donde el suministro público garantiza agua potable de calidad.

Los ciudadanos pueden usar botellas reutilizables de diversos materiales, como vidrio o acero inoxidable, o pedir en los establecimientos de hostelería un vaso o una jarra de agua del grifo junto a la consumición.

5. Utilizar productos de otros materiales

Antes del plástico todos los productos de uso común se hacían de otros materiales. Ahora, también: vasos, tarteras, botellas, utensilios de cocina, cubiertos y un largo etcétera se pueden encontrar hechos en metal, madera u otros materiales capaces de darles una mayor vida útil y un menor impacto ambiental. La ropa merece especial atención, ya que se pueden evitar en lo posible los materiales sintéticos y sustituirlos por otros naturales (siempre que estén elaborados de forma sostenible).

6. Comprar a granel y huir del excesivo empaquetado

La fruta ya tiene su piel como protector natural. ¿Es imprescindible comprar una manzana forrada en film transparente y con una bandeja de plástico? Para evitar este sobre envasado, y de paso ahorrar dinero, los ciudadanos pueden comprar a granel todo tipo de productos. Para ello se puede llevar su propio envase y explicar a quien ponga pegas las ventajas de esta práctica.

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Imagen: troita_

7. Reutilizar los productos plásticos

Los productos plásticos más duraderos pueden reutilizarse para ampliar así su vida útil lo máximo posible. Cuidarlos, repararlos en caso de que se estropeen o cambiar alguna de sus partes para que estén operativos, regalarlos a amigos y familiares, si no se usarán más, o donarlos, venderlos o adquirirlos en alguna red de intercambio y compraventa de economía colaborativa son algunas posibilidades. Los más manitas incluso pueden emplear productos plásticos usados para hacer originales manualidades ecológicas.

8. Adquirir productos sin plástico

Algunos productos alternativos son fáciles de encontrar, pero otros no tanto. Algunas de las personas que han hecho de la reducción del empleo del plástico una seña de identidad («plasticarianos») han creado tiendas en Internet donde se venden cientos de productos sin plástico de todo tipo. La pareja canadiense Chantal Plamondon y Jay Sinha tienen en marcha desde 2006 ‘Life Without Plastic‘ (Vida sin plástico), mientras que en España Javi Terrón, Marion de La Porte y Javier Barrios creaban en 2014 ‘Sinplástico‘.

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