Berenjena: un ‘globo de agua’ muy vistoso para cocinar

Bajas en calorías, ricas en agua y con un sabor muy suave, las berenjenas dan mucho juego en la cocina para preparar recetas saludables y variadas
Por Laura Caorsi 30 de abril de 2024
cocinar con berenjenas
Imagen: Andy M
Su forma de gota alargada, su llamativo color y la textura brillante de su piel recuerdan a un globo de agua. Sin embargo, es su interior lo que confirma el parecido: las berenjenas están entre los alimentos que contienen más agua, un elemento que supera el 92 % de su composición nutricional. Pero esta no es la única bondad que tiene esta hortaliza. A continuación, te contamos las principales propiedades nutricionales de las berenjenas, cómo elegir las mejores en el mercado y qué tener en cuenta al prepararlas en la cocina.

Propiedades nutricionales de las berenjenas

Además de agua, las berenjenas también nos aportan potasio, cantidades medias de fibra y algunos minerales importantes, como el magnesio y el calcio. Como tiene pocas calorías (apenas 84 kcal por cada 100 gramos), es una buena candidata para las dietas de control de peso.

Aunque se venden en el mercado todo el año, las que encontraremos en los siguientes meses son, en general, las más ricas. Las berenjenas crecen mejor con el calor, así que las que se desarrollan en primavera y verano son una delicia.

👉 La clave para elegirlas está en buscar aquellas que sean firmes al tacto y no tengan marcas o cortes en la piel. Esto es importante porque la berenjena es una hortaliza muy sensible que se deteriora con rapidez y cuya pulpa se oxida en contacto con el aire. Su piel las protege, pero es muy fina, así que en casa conviene manipularlas con cuidado para evitar roturas, como si fueran globos de agua.

Cómo quitarles el sabor amargo

Las berenjenas se pueden preparar de muchísimas maneras: en salteados y pistos, al horno, fritas, rebozadas, en musaka estilo griego…

platos con berenjenas
Imagen: KaterynaSednieva / iStock

Lo importante, en todos los casos, es eliminar el deje amargo que tiene su pulpa y que, en algunos casos, podría estropearnos el plato.

💡 Hay un truco muy sencillo para esto:

  • Abrimos la berenjena, hacemos unos cortes en su carne y le echamos sal.
  • La dejamos reposar así durante media hora sobre una rejilla (primero con la pulpa hacia arriba, luego con la pulpa hacia abajo). La sal hará que brote el jugo de la berenjena (el responsable del sabor) hacia la superficie.
  • Enjuagamos bajo el chorro de agua fría, secamos con un paño y ¡lista para cocinar!
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