Un concesionario deberá indemnizar a un conductor por el mal funcionamiento del airbag

Una costura defectuosa causó quemaduras al demandante al accionarse el dispositivo
Por EROSKI Consumer 13 de septiembre de 2002

La Audiencia de Valencia ha condenado a un concesionario de automóviles y al distribuidor oficial a indemnizar con 2.168 euros a un conductor lesionado por el deficiente funcionamiento de un airbag. El herido sufrió quemaduras en un brazo y una pierna al accionarse el dispositivo y salirse el gas a alta temperatura.

Según la sentencia, la colisión por alcance de otro coche con el turismo que le precedía activó el citado dispositivo de seguridad del primer vehículo, que tuvo un funcionamiento irregular.

La peritación certificó que una costura defectuosa en la bolsa del airbag provocó la salida descontrolada y violenta del gas a alta temperatura, que causó las quemaduras al conductor, que tardó 30 días en curarse de sus lesiones, y le quedó como secuela una zona hiperpigmentada e hipersensible de diecisiete por siete centímetros en la cara anterior interna del muslo derecho.

El propietario del turismo reclamó que le abonaran el coste de un nuevo airbag por el mal funcionamiento del ya activado, pero en la sentencia se rechaza esta petición «porque está demostrado, y sin lugar a la menor duda, que, aunque irregular o deficientemente, el airbag funcionó».

El mal funcionamiento del sistema de seguridad justifica las indemnizaciones de daños corporales, pero no el pago de una nueva unidad del dispositivo. En este punto se indica en la sentencia que el conductor del turismo salvó la vida porque el airbag «sí funcionó», aunque no como debiera.

Explosión pirotécnica

Según el catedrático de Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia, Luis Montoro, los airbags «son, en general, poco peligrosos, aunque al ser un sistema de seguridad producido en masa, puede haber algún caso como éste».

Montoro señala que la peligrosidad de este dispositivo de seguridad radica en que al activarse «se produce una explosión pirotécnica en toda regla que impulsa el airbag hasta a 400 kilómetros por hora».

Ante esto, el catedrático recomienda no conducir nunca a menos de 25 centímetros del volante «y jamás a menos de 10, pues en esta posición, la activación del airbag puede ser mortal de necesidad».

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