Científicos de San Sebastián cultivan piel humana para su implante en pacientes con quemaduras

Una muestra de piel de ocho milímetros cuadrados se puede incrementar hasta 75 centímetros cuadrados
Por EROSKI Consumer 12 de enero de 2006

Científicos de la Fundación Inbiomed de San Sebastián, que alberga el primer banco de células madre adultas de España, trabaja en un proyecto de cultivo de láminas de piel humana para su posterior implante en pacientes con grandes quemaduras o con enfermedades de origen genético.

La técnica consiste en extraer al paciente una muestra de piel de ocho milímetros cuadrados que, después de ser cultivada en el laboratorio, logra incrementar su superficie en 15 días hasta los 75 centímetros cuadrados. En concreto, las células madre epiteliales se cultivan en una superficie de medio centímetro de grosor compuesta de gel de fibrina, que actúa de soporte y facilita su asimilación por la piel del paciente.

El investigador principal del Laboratorio de Células Madre Epiteliales de Inbiomed, Ander Izeta, señala que esta técnica «funciona de maravilla con los grandes quemados», que pueden llegar a tener lesiones en el 90% del cuerpo, puesto que de una sola muestra de reducidas dimensiones se pueden obtener multitud de láminas de epidermis bioingenierizada con las que ir reponiendo las zonas afectadas sin riesgo de rechazo, puesto que la piel es del propio enfermo.

«Niño mariposa»

El éxito está garantizado cuando la muestra de piel es sana, por lo que el gran reto lo representa el tratamiento paliativo de enfermedades de origen genético, como es el caso de la epidermolisis bullosa o mal del «niño mariposa» -nombre que compara la fragilidad de la piel de estos pacientes con la de las alas de los lepidópteros-, motivada por la ausencia de una proteína que une las distintas capas dérmicas.

Como la enfermedad se debe a un problema heredado de los padres, «sólo es tratable con terapia génica» para reemplazar los genes defectuosos por otros sanos, lo cual, según Izeta, es aún «ciencia-ficción, pero con el tiempo se va a poder hacer», ya que es la vía más avanzada.

La solución actual es el implante de dichas láminas, cuya duración es definitiva excepto si el paciente tiene enfermedades de origen genético como la citada anteriormente, caso en el que se conservan correctamente cerca de dos años, el doble que con la implantación de piel del propio enfermo.

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