Descubrir la lima

La pulpa de la lima es muy refrescante y ácida, sin embargo su consumo como fruta fresca no es muy habitual
Por EROSKI Consumer 10 de febrero de 2005

El origen de la lima se encuentra en el Sudeste de Asia, Irán y Malasia, aunque actualmente se cultiva en todos los países tropicales y muchos subtropicales.

¿Cuál es su composición nutricional?

La lima es una fruta de muy bajo valor calórico gracias a que el agua es su componente mayoritario. Entre sus nutrientes destaca la presencia de vitamina C, cuya cantidad es similar a la existente en el pomelo, el limón o las mandarinas, aunque algo inferior a la que posee la naranja. También contiene algunos minerales entre los que destaca el potasio, así como ácido cítrico y diferentes sustancias con acción astringente.

¿Cómo consumirla?

A pesar de las interesantes propiedades nutricionales que la lima presenta, no es una fruta de consumo habitual ya que su intenso sabor ácido hace que no se tome como fruta fresca, sino que principalmente se aproveche su zumo y en no muchas ocasiones su pulpa. El zumo de lima generalmente se emplea para aderezar algunos platos, para realzar el sabor de otras frutas tropicales como el mango o la papaya, para dar sabor a sorbetes de mandarina, melocotón, frambuesa o kiwi, o para añadir a infusiones de frutas. Además, puede mezclarse con yogur y miel, y obtener así una salsa de lima que sirve como perfecto acompañamiento para cualquier tipo de fruta. Si se desea, con el zumo de lima también se puede elaborar almíbar, mezclándolo con azúcar, menta y agua.

La principal aplicación de la lima en la cocina es la elaboración de aliños para ensaladas como el aliño de cacahuetes, preparado con cacahuetes y coco rallado; el aliño de jengibre y lima, o la exótica salsa criolla, en la que junto a la lima, están presentes otros ingredientes como la cebolla, el tomate, el ajo y las guindillas. Con el zumo de lima también se preparan otras salsas tan originales como la salsa roja, elaborada con zumo de lima y guindillas suaves ahumadas, o el pesto tailandés, en el que además de la lima, se emplea albahaca, guindilla y cilantro, un condimento similar al perejil.

Si se mezcla el jugo de lima con el de limón, se puede emplear como aliño para realzar el sabor del pescado blanco, así como para elaborar marinadas y escabeches o para sustituir al vinagre en muchos platos.

Con el zumo de la lima se elaboran también aceites aromáticos que pueden emplearse para aliñar tanto ensaladas, como verduras y diferentes clases de platos fríos. Si también se desea aprovechar su pulpa, conviene saber que con ella se pueden preparar mermeladas y jaleas, cuyo sabor ligeramente amargo las convierte en un buen acompañamiento de alimentos dulces como por ejemplo el chocolate.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube