Disfrutar de la cena de Halloween

Calabazas iluminadas, disfraces y sabrosos dulces para una noche de fiesta asegurada
Por EROSKI Consumer 26 de octubre de 2006

En la noche del 31 de octubre, víspera del Día de Todos Los Santos, muchos países occidentales celebran la fiesta de Halloween. Su nombre viene de All hallow’s eve, que significa víspera de todos los santos. Con el paso de los años, el sentido religioso ha ido desapareciendo para dar paso al espíritu festivo en el que se mezcla el terror, la fantasía y sobre todo, la diversión.

Un poco de historia

La historia de Halloween se remonta a más de 2.500 años, cuando el año celta terminaba al final del verano, el día 31 de octubre. La leyenda cuenta que ese día, los espíritus podían salir de los cementerios y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar. Para evitarlo, los poblados celtas ensuciaban las casas, las adornaban con huesos y calaveras y se disfrazaban con pieles de animales. De ahí viene la tradición de decorar con motivos siniestros las casas y disfrazarse en el día víspera de Todos los Santos.

Símbolos de Halloween

Son muchos los personajes que se asocian a la fiesta de Halloween; fantasmas, brujas, gatos negros y demonios, así como ciertas figuras literarias como Drácula y el monstruo de Frankenstein. El color negro de la noche y el naranja de las primeras luces del día, van a ser los colores que visten la fiesta de Halloween. Y uno de los símbolos que no puede faltar en una noche tan especial es la calabaza. Es una costumbre vaciar las calabazas y hacer en ella incisiones para darle la forma de calavera e introducir una vela en su interior.

¿Dulce o travesura?

Otra tradición muy arraigada en Estados Unidos es la que se conoce como dulce o travesura -Trick or Treat-. Como es sabido, en la noche de Halloween los niños americanos se disfrazan de seres monstruosos y llaman a las puertas de los vecinos. Cuando les abren la puerta, los niños gritan «Trick or Treat» para advertirles que gastarán una broma a quien no les de algún dulce, golosina o regalo. No tienen por qué ser dulces todo lo que se entrega a los niños, también pueden ser globos, cuentos, pinturas o libros para colorear. Esta costumbre debe su origen a la persecución de los protestantes contra los católicos en Inglaterra durante los siglos XVI y XVII. Esto generó una fiesta burlona en la que bandas de protestantes ocultos con máscaras celebraban la fecha visitando a los católicos y exigiéndoles cerveza y pasteles.

Una cena en familia

Uno de los encantos de Halloween es reunir a toda la familia para saborear una deliciosa cena en la que no puede faltar un ingrediente tan indispensables como la calabaza. Este alimento otoñal, además de ser un elemento decorativo de la mesa, será uno de los ingredientes estrella de la cena.

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