Disfrutar de los carnavales en la calle y en la mesa

Un viaje a los lugares de mayor tradición carnavalesca puede ser una buena excusa para conocer los platos típicos con los que nos obsequian ciudades como Cádiz o Santa Cruz de Tenerife
Por EROSKI Consumer 13 de febrero de 2006

El carnaval es una fiesta de origen pagano que se celebra antes de la Cuaresma cristiana. Según los historiadores, sus antecesoras más remotas fueron las fiestas que se celebraban en Egipto en honor al buey Apis, o las famosas «bacanales» de Roma para honorar a Baco, Dios del vino. Desde esta ciudad, fueron difundiéndose celebraciones similares por toda Europa y parece ser que fue en el siglo XV, a través de los colonizadores, cuando llegaron a América.

La celebración del Carnaval tiene lugar en febrero, tres días antes de la cuaresma. Parece ser que el origen de la palabra carnaval proviene del latín «carnevale», palabra compuesta por «carne» (carne) y «vale» (adiós), por lo que el carnaval supone la despedida de la carne debida a los ayunos y abstinencias de los siguientes cuarenta días de cuaresma, antes de la llegada de la Semana Santa.

Con el paso del tiempo, el Carnaval ha ido tomando formas y estilos diferentes en cada país y ciudad. De hecho, esta fiesta se ha convertido en una celebración popular que en algunos lugares se alarga a los fines de semana de febrero llegando incluso al primero de marzo.

En Cádiz, chirigotas y pestiños

El famoso Carnaval de esta ciudad andaluza se celebra en los días cercanos al miércoles de ceniza. Durante los días de fiesta, las comparsas y chirigotas son las protagonistas, y Cádiz se transforma en una gran fiesta de la que pueden disfrutar tanto gaditanos como todo el que se acerque a esta acogedora ciudad. El barrio de la Viña es en el que más profundamente se viven los Carnavales, si bien, no hay calle en Cádiz en la que no se respire el aroma de esta fiesta, o en la que no se puedan degustar los más exquisitos productos de la tierra. El popular «pescaíto frito», la famosa tortilla de camarones o las «papas aliñás», son bocados que junto a un vaso de manzanilla, harán recordar el sabor de los Carnavales gaditanos.

Además en Cádiz, el visitante tendrá la suerte de probar recetas que solo se preparan en estas fechas, como es el caso de La Pestiñada, La Erizada y La Ostionada. La primera se celebra un sábado por la noche, aproximadamente un mes antes de comenzar el Carnaval, por lo que está más cerca de las Navidades que de estas fiestas. La plaza de San Francisco se llena de gente y se degustan cerca de doce mil «pestiños», un típico dulce andaluz que se prepara frito. Un día después de La Pestiñada se celebra La Erizada en el popular barrio de la Viña, donde se degustan exquisitos erizos de mar al natural. Este mismo día se celebra también La Ostionada en la plaza de San Antonio, en la que se comen ostiones al natural, similares a las ostras pero de sabor y olor más intenso.

Santa Cruz de Tenerife se viste de gala

El carnaval tinerfeño es considerado uno de las más famosos, coloristas y llamativos de España, comparable, incluso, al de Río de Janeiro. Miles de personas salen a la calle año tras año durante más de una semana para disfrutar de la fiesta. Carrozas, desfiles, reinas del carnaval e imaginativos disfraces, acompañan a tinerfeños y visitantes que en estos días inundan las calles de la ciudad. Todos los rincones se llenan de brillo y color, la música suena en cada plaza y la ciudad entera recibe con los brazos abiertos a todo el que decida visitarla.

Además de su belleza y alegría, Tenerife ofrece a sus visitantes el sabor de sus platos más tradicionales, un buen modo de coger fuerzas en el intrépido ritmo que marcan los carnavales. El pescado es una de sus especialidades, pues posee una frescura y sabor excelente. La «vieja», una especie propia de Canarias, es uno de los platos preferidos por los tinerfeños. Generalmente se prepara «sancochado», es decir, guisado y aderezado con aceite, vinagre y pimienta. Los quesos son otros de los productos a destacar, que junto a sus excelentes vinos, suponen un buen tentempié para tomar a cualquier hora del día y seguir disfrutando del Carnaval.

Los «entroidos» de Ourense

El carnaval o «entroido» orensano engloba una zona en la que se incluyen los valles de A Limia y Monterrey, valle alto de Laza y tierras del Conso, Manzaneda y Viana. En cada región existe un personaje principal protagonista de sus carnavales. El «Peliqueiro» en Laza, o la «mázcara» en Manzaneda dan a los carnavales orensanos un toque de magia propia de estos parajes. En cada uno de estos lugares, el visitante puede disfrutar de diferentes formar de vivir y también de degustar el carnaval con solo recorrer unos kilómetros. En Viana, un embutido elaborado con costilla, tocino y piel de cerdo, conocido con el nombre de «androlla», es el protagonista en el domingo de carnaval. Además, la fiesta de la «cachucha» -cabeza de cerdo- en Carballiño, el chorizo con «cachelos» -patatas cortadas en trozos grandes y cocidas- de Rivadavia, o las orejas de carnaval, el postre por excelencia del «entroido», son solo algunos ejemplos que nos muestran cómo el carnaval es una fiesta en la que el buen comer no se olvida.

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