El laurel (Laurus nobilis L.)

Además de ser un condimento culinario de múltiples aplicaciones, las hojas de laurel cuidan de nuestra salud
Por EROSKI Consumer 27 de febrero de 2004

El laurel es un condimento típico en guisos de legumbres y en caldos de cocción de pescados y mariscos, en adobos, escabeches, etc. Se debe usar con moderación porque unifica los sabores cubriendo el gusto propio de los alimentos.

Descripción Las hojas de laurel proceden de un árbol llamado «laurel común» perteneciente a la familia de las Lauráceas.

Recolección y conservación Para su recolección lo más adecuado es recoger las hojas justo después de la floración de la planta, si bien pueden obtenerse en cualquier época del año. También se recolectan los frutos una vez han alcanzado su grado de madurez. Para su conservación, tanto las hojas como los frutos deben secarse protegidos de la luz del sol. Una vez secos conviene guardarlos en recipientes de cierre hermético y en un lugar oscuro y seco.

Principios activos Las hojas de laurel contienen un aceite esencial cuyos principales componentes son el cineol y el eugenol, que le confieren propiedades carminativas (reducen los gases o alivian la flatulencia) y hepatoprotectoras. También se encuentran diversos ácidos orgánicos, ácidos grasos insaturados, sustancias de acción antioxidante y bactericida y minerales tales como manganeso, calcio, potasio y magnesio.

Propiedades e indicaciones Sistema digestivo Estimula el apetito y las secreciones digestivas, así como los movimientos intestinales. Facilita la digestión, mejora o previene situaciones de pirosis o acidez, así como los espasmos intestinales. Sistema respiratorio Favorece la expulsión de las mucosidades de las vías respiratorias y contiene sustancias de acción bactericida, por lo que resulta muy adecuado en caso de afecciones tales como la bronquitis, faringitis, etc. Sistema circulatorio Contiene ácidos grasos insaturados, entre ellos el oleico y linoleico. Ambos ácidos grasos poseen acciones beneficiosas ya que su consumo contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, si bien la acción más destacable del laurel es a nivel del sistema digestivo. Otros efectos beneficiosos… Posee una ligera acción antiinflamatoria, contribuye a regular la menstruación en la mujer y es diurético; aumenta la producción y volumen de orina, ayudando a eliminar el exceso de líquidos del organismo.

Precauciones y contraindicaciones Las personas que consumen dosis altas (por ejemplo: infusiones demasiado concentradas de hojas de laurel) pueden tener náuseas, vómitos e irritación de la mucosa gástrica. Por otro lado, el laurel es una de las plantas que con mayor frecuencia produce dermatitis de contacto y fenómenos de fotosensibilización -reacciones que se producen en la piel en contacto con la luz del sol-. Además, su uso está desaconsejado en caso de gastritis y úlcera, así como en ciertas enfermedades que afectan al intestino y en personas que tienen el estómago delicado.

Formas de presentación Las hojas se pueden comprar tal cual para uso culinario o para preparar en infusión. Para elaborar la infusión se emplean unas tres o cuatro hojas por taza. Se hierve el agua y se separa del fuego, se añaden las hojas y se deja reposar unos diez minutos. Las infusiones se pueden tomar antes de las comidas para estimular el apetito o después de las mismas, para favorecer la digestión. También se puede encontrar laurel en forma de tintura y su aceite esencial, en cuyo caso las precauciones han de ser mayores que con las hojas como condimento o para tomar infusión, ya que la concentración de principios activos es mucho mayor. Siempre se ha recurrir a un profesional para que valore la posología y posibles contraindicaciones según el caso.

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