El sabor de la República Checa

Su cocina es sabrosa pero alta en proteínas y grasas, ya que abundan la carnes con salsas acompañadas con albóndigas de harina y patata a modo de guarnición
Por EROSKI Consumer 26 de octubre de 2006

Situada en el centro de Europa, la República Checa está formada por tres territorios históricos: Bohemia, Moravia y parte de Silesia. Como breve relato histórico, decir que el territorio que hoy ocupa formó parte del Imperio Austro-Húngaro hasta 1918. Al término de la Primera Guerra Mundial, se sumó a Eslovaquia y juntas se configuraron en la República de Checoslovaquia, hasta que en 1993, se estableció como República Checa. Para entender un poco esta cambiante historia, que se refleja en su gastronomía, hay que tener en cuenta que el origen de sus pobladores es muy variado; conviven en este país checos, moravos, silesianos, eslovacos, polacos y alemanes.

De su territorio manan más de 900 mananatiales, lo que indica la cantidad de agua subterránea que alberga, que ayuda a definir una cultura culinaria muy ligada a la tierra, los pastos y el cultivo en regadío

El país centroeuropeo también se conoce con el nombre de «el techo de Europa», ya que todos los ríos que brotan de sus tierras fluyen hacia países limítrofes. De su territorio manan más de 900 mananatiales, lo que indica la cantidad de agua subterránea que alberga, que ayuda a definir una cultura culinaria muy ligada a la tierra, los pastos y el cultivo en regadío.

Una gastronomía consistente

La comida checa se parece a la comida austro-húngara; son comidas generalmente fuertes y se sirven en grandes raciones. Sabrosa pero alta en proteínas y grasas ya que abundan la carnes bien engrasadas con salsas y acompañadas de albóndigas de harina y patata. El schnitzel es un plato muy popular y lleva como ingrediente básico el cerdo asado, aunque también se puede elaborar con cabrito y conejo. Otro plato típico es el bramborak, una tarta muy delicada rellena de patatas, ajo y jamón de Praga. Es habitual que las carnes se sirvan acompañadas de knedliky, una especie de rosquilla elaborada con masa de harina y zeli, así le llaman al azúcar blanca.

El jamón de Praga es famoso en el mundo entero por su sabor delicado con cierto toque agridulce

También cabe señalar la buena charcutería empleada en su cocina, que le da fama al jamón de Praga y a sus salchichas. El jamón es un delicado fiambre con un toque agridulce, lo que le permite estar presente en recetas muy diferentes.

En pescados lo más típico es la trucha y la carpa, y es habitual emplearlos escabechados.

Para terminar este recorrido gastronómico, y deleitarse con una suculenta comida checa se puede degustar alguno de sus postres típicos como son los pasteles de frutas y las compotas.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube