Bajo la lupa: galletas Flora Fibra

Analizamos los reclamos de estas galletas que anuncian supuestos beneficios para la salud cardiovascular y destacan el aporte de fibra y el tipo de grasa utilizada
Por Beatriz Robles Martínez 22 de febrero de 2022
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Ni cuidan el corazón ni lo pueden sugerir

Estas galletas se promocionan con el eslógan “Cuida tu corazón”. Este mensaje se refuerza con imágenes gráficas, como el logo en forma de corazón y el corazón troquelado en la galleta. La capacidad para “cuidar el corazón” es una declaración de propiedad saludable, ya que da a entender que existe una relación entre este alimento y la salud. Este tipo de declaraciones solo pueden hacerse si están previamente autorizadas por la Comisión Europea y, además, si el alimento cumple las condiciones que exige cada declaración.

En este caso, la declaración “cuidar el corazón” como tal no está recogida en las autorizaciones, pero puede interpretarse como equivalente a “contribuir al normal funcionamiento del corazón”. Estas galletas no cumplen los requisitos para poder incluir este mensaje, puesto que para ello el alimento debe ser fuente de ácidos grasos omega 3 e indicar su cantidad en el etiquetado nutricional, algo que este producto no hace.

Si se busca fibra, hay mejores opciones

Los mensajes de “fibra” y “fuente de fibra” se consideran una declaración nutricional que puede hacerse si el alimento contiene al menos 3 g de fibra por cada 100 g. Este producto lo cumple, ya que aporta 5 g/100 g. La mayor parte de la fibra procede del salvado que se añade como ingrediente, ya que no utiliza harina integral y la refinada tiene un contenido de fibra menor.

  • 💡 La ración recomendada por el fabricante (40 g) aporta 2 g de fibra. Se puede obtener la misma cantidad con 15 g de almendras o garbanzos o con una manzana pequeña, con la ventaja de que estos alimentos no aportan azúcares libres.

El porcentaje de trigo tampoco marca la diferencia

El envase destaca en letras grandes que contiene un 75 % de trigo. Esta cantidad no es un elemento diferenciador, ya que es muy similar al que aportan las galletas María de esta y de otras marcas. El 68,5 % del trigo está en forma de harina refinada y el 6,5 % restante proviene del salvado de trigo.

Y más declaraciones de salud: las grasas

Estas galletas incorporan más mensajes relacionados con la salud. Por ejemplo: “Sustituir grasas saturadas por grasas insaturadas en la alimentación contribuye a mantener unos niveles normales de colesterol”. Para hacer esta declaración, el 70 % de los ácidos grasos de este alimento deben ser insaturados y estos tienen que aportar más del 20 % del valor energético del producto. Estas galletas aportan 11,4 g de grasas insaturadas, lo que supone un 88 % de las grasas y un 24 % del valor energético del producto, por lo que cumple con las condiciones para poder hacer la declaración.

  • 💡 La ración recomendada por el fabricante (40 g) aporta 4,6 g de grasas insaturadas. Se puede obtener la misma cantidad comiendo 8 g de nueces (2 unidades), 5 g de aceite de oliva (media cucharada) o 50 g de aguacate, con la ventaja de que estos alimentos son saludables en su totalidad y no aportan nutrientes insanos como los azúcares libres.

¿Por qué no son más saludables que otras galletas?

La respuesta es clara: por sus ingredientes y su perfil nutricional. El 68,5 % de este alimento lo constituye la harina refinada, que aporta fundamentalmente almidón, un hidrato de carbono complejo de fácil digestión que se transforma rápidamente en glucosa (un azúcar simple).

El segundo ingrediente en peso es el azúcar, que aporta la mayor parte de los 19 g de azúcares simples que se reflejan en el etiquetado. El resto proceden del extracto de malta de cebada y otra pequeña parte es la lactosa del suero y de la leche desnatada en polvo. Un contenido de azúcar de 19 g por 100 g de alimento es muy elevado, ya que la mayor parte de ellos son azúcares libres y las autoridades sanitarias recomiendan limitar su consumo a un máximo de 25 g al día. Es una cantidad similar a la de cualquier galleta María.

  • 💡 La ración recomendada por el fabricante, 40 g de galletas, aporta 7,6 g de azúcar. Casi una quinta parte del producto es azúcar, lo que significa el 18 % del valor calórico del producto.

El aceite de girasol alto oleico supone el 11,5 % del alimento y aporta la práctica totalidad de los 13 g de grasa de las galletas. Este ingrediente es un aceite vegetal refinado que procede de semillas seleccionadas por su alto contenido en este ácido graso, que puede llegar a ser del 80 %. Esto le otorga buenas propiedades para la fritura, porque resiste mejor las altas temperaturas sin deteriorarse. Nutricionalmente, sin embargo, este aceite no es comparable con el de oliva virgen, ya que carece de los compuestos bioactivos beneficiosos para la salud y característicos de este aceite.

El salvado de trigo se añade en cuarto lugar para incrementar el contenido en fibra del alimento y supone el 6,5 % del peso. El resto son ingredientes presentes en menor proporción, usados con una función tecnológica, pero no suponen aportes nutricionales significativos.

Galletas Flora: Nutri-Score y conclusiones

Este alimento puntúa en todos los componentes considerados negativos por Nutri-Score: energía, grasas saturadas, azúcares y sal. Los nutrientes que califican positivamente —fibra y proteínas— mejoran su calificación, pero no son suficientes para compensar el factor negativo.

Es una galleta muy similar a otras que pueden encontrarse en el mercado. Tiene un alto contenido en azúcar. La presencia de fibra y grasas insaturadas no lo transforma en un alimento saludable. Según el sistema de valoración propuesto por la OMS, ninguna galleta (tampoco esta) podría anunciarse para niños debido a su mal perfil nutricional. Su precio es un 380 % superior al de una galleta María integral, que tiene un perfil nutricional similar.

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