Hambre emocional: cómo saber si el problema es grave o estamos ante un TCA

Los signos de alerta de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son muchos y variados, aunque estas señales nos pueden ayudar a reconocerlos
Por Daniel Ursúa 23 de noviembre de 2021
sintomas de trastornos alimentarios
Imagen: Getty Images

El hambre emocional puede, a la larga, desembocar en una mala relación con la comida y dar pie a situaciones más preocupantes. Según Mariana Álvarez, dietista-nutricionista especializada en trastornos de la conducta alimentaria (TCA), los signos de alerta son muchos y muy variados. Es importante conocer los síntomas y comportamientos más comunes para poder actuar ante un TCA lo antes posible, ya que son trastornos que, progresivamente, van aumentando su gravedad. Estas son algunas señales de alerta.

Síntomas físicos de los TCA

  • Oscilaciones en el peso corporal, incluyendo pérdida o ganancia muy significativa. Esto podría indicarnos que la persona pasa por periodos más o menos cortos de restricción alimentaria.
  • Mareos, cansancio, apatía, dolores de cabeza y malestar general. La falta de energía puede provocar esta serie de síntomas.
  • Quejas relacionadas con la digestión o la ingesta (molestia, gases, pesadez, dolores de barriga…). Las molestias digestivas resultan habituales.
  • Sensación de frío constante. Una pérdida de peso elevada puede afectar a la capacidad del cuerpo de regular la temperatura.
  • Alteraciones en el ciclo menstrual y en el deseo sexual. Aunque la falta de menstruación se puede deber a muchas causas, una pérdida de peso puede producir cambios hormonales que la interrumpan. En los hombres puede desembocar en una falta de apetito sexual.

Actitudes sociales

  • Todas las conversaciones giran en torno al aspecto físico, dietas de moda, deporte… Ya que todo lo que rodea al físico, las dietas y lo estético se vuelve el eje central de los intereses.
  • Excusas constantes a la hora de hacer planes que impliquen comer o, a veces, simplemente relacionarse. Normalmente las reuniones sociales siempre giran en torno a la comida o la bebida y, por lo tanto, se vuelven momentos complicados para estas personas.

Cambios en la relación con los alimentos

  • Tendencia a comer cuando están solas. Algunas de estas personas dejan de compartir la mesa con la familia.
  • Esconder comida en su habitación o en lugares de la casa que solamente ellos/as conocen.
  • Registro constante y obsesivo de su peso. Estas personas se pesan todos los días e incluso varias veces en una misma jornada, antes/después de tomar o comer algo.
  • Saltarse comidas o ayunar de 12-24 horas. Presencia de vómitos autoinducidos u otros métodos de purga.
  • Rechazo (por lo general muy radical) a alimentos ultraprocesados y preferencia por aquellos que son más saludables/sanos/real food/eco/bio.
  • Beber en exceso. Ya sean cantidades de agua, infusiones o refrescos sin azúcar.
  • Dificultad para delegar su alimentación a la vez que pasan mucho tiempo cocinando platos que no suelen probar (especialmente repostería).
  • Excesivo interés por el valor calórico de los alimentos, platos, recetas y dietas de moda.
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