La aparición repentina de hambre durante el ejercicio

Este fenómeno se asocia con estados de hipoglucemia, es decir, con descensos del nivel de glucosa en la sangre
Por EROSKI Consumer 25 de agosto de 2005

Uno de los ejemplos más claros de la aparición de hambre repentina durante la realización de ejercicio, es la que se da en ciclistas que no comen lo necesario antes de la etapa y que además se avituallan insuficientemente durante el transcurso de la misma.

¿Qué ocurre en estos casos?

El organismo acumula hidratos de carbono en forma de glucógeno en el músculo y el hígado. Sin embargo esta reserva de energía es limitada, ya que se agota aproximadamente a la hora y media o dos horas de haber comenzado el ejercicio. Cuando esto ocurre, el cuerpo recurre a la glucosa presente en la sangre para obtener energía. Si el nivel de glucosa sanguínea no es suficiente, consecuencia principalmente de una alimentación pobre en hidratos de carbono, tendrá lugar una hipoglucemia, es decir, una caída del nivel de glucosa sanguínea. En ese momento el organismo provoca una reacción de alerta frente a dicha situación, que es la sensación de hambre repentina.

Para prevenir la hipoglucemia…

Seguir tres sencillas recomendaciones puede evitar la bajada del nivel de glucosa en sangre y por tanto prevenir la aparición de hambre repentina.

– Tomar una comida rica en hidratos de carbono tres horas antes de la competición. Esta comida se ajustará en tipo de alimentos a la hora del día a la que se tome. Si es durante la mañana, se puede hacer una comida típica, compuesta por un plato de pasta, arroz, legumbre o patata, seguido de una ración de carne magra o pescado blanco con una guarnición de patatas, guisantes o maíz. La carne o el pescado, en vez de servirse como segundo plato, pueden añadirse a los primeros para dar lugar a un plato combinado, donde la proteína no destaque sobre los hidratos de carbono. Por ejemplo: un plato de macarrones con atún, de espaguetis a la boloñesa o de legumbres con patata, verdura y carne. Para postre, un yogur o una pieza de fruta son una buena opción, sin olvidar la porción de pan correspondiente a la toma.

– Ingerir una bebida energética rica en glucosa a intervalos de tiempo regulares, desde el final de la comida hasta el comienzo de la prueba. De ese modo los niveles de glucosa en sangre permanecen constantes y se evita así la aparición de hipoglucemia. Esta toma es lo que se conoce como «ración de espera».

– Si es posible, como en el caso de los tenistas o los ciclistas, se aconseja consumir alimentos ricos en hidratos de carbono a lo largo de la prueba antes de que aparezca la sensación de hambre. Unas galletas, plátano, barritas de cereales, bebidas con glucosa… cualquiera de estas opciones podría ser adecuada. Estos pequeños «tentempiés» tienen una gran importancia ya que si no se toman, es posible que aparezca la sensación de hambre unida a una hipoglucemia y la consiguiente falta de energía, que pueden hacer que los entrenamientos y la preparación física del deportista sirvan para poco y éste pierda la competición.

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