La Sociedad Española de Nutrición Básica recomienda un consumo diario de azúcar pero en cantidades moderadas

Este carbohidrato es un componente básico de la dieta que posee la mitad de calorías que las grasas, recuerda
Por EROSKI Consumer 8 de abril de 2004

El azúcar es un componente básico de la dieta, además de representar una de las principales fuentes de energía para el organismo. Sin embargo, abundan tópicos y creencias falsas que atribuyen a este carbohidrato un papel exclusivo y determinante en la aparición de la obesidad, cuando el aporte calórico del azúcar es significativamente inferior al de las grasas. La Sociedad Española de Nutrición Básica Aplicada (SENBA) recomienda el consumo diario de azúcar en dosis moderadas y dentro de una dieta equilibrada que incluya el ejercicio físico frecuente.

El azúcar es un alimento natural que proviene de la caña de azúcar o la remolacha azucarera. Pertenece al grupo de los carbohidratos y aporta cuatro calorías por gramo. Para la presidenta de la SENBA y jefa del Área de Nutrición del Hospital La Paz (Madrid), Carmen Gómez Candela, «la sacarosa ocupa un lugar indiscutible en nuestra dieta, pero en cantidades razonables como cualquier otro alimento».

Los azúcares tienen la función esencial de aportar energía y aumentar el sabor de los alimentos. Los carbohidratos en general -cereales, legumbres, pastas, azúcares, tubérculos, etc.- cumplen esta misma función, deben aportar el 55% del total de las calorías consumidas a lo largo del día.

La obesidad está mucho más relacionada con la ingesta de grasas saturadas animales y el sedentarismo. Respecto a los diabéticos, estos enfermos hoy en día pueden consumir sin problemas sacarosa y alimentos que la contienen siempre y cuando lleven a cabo una dieta saludable y se sometan a controles médicos. Un consumo moderado de azúcar tampoco altera el nivel de triglicéridos.

La dieta mediterránea, por la variedad de alimentos que incluye, es la pauta a seguir para llevar un plan de comidas sano. En la alimentación de la cuenca mediterránea tiene mayor presencia el pescado que las carnes y sus derivados, y cobran una especial importancia las verduras y las frutas. Por añadidura, la dieta mediterránea incorpora el aceite de oliva como grasa fundamental, introduce los frutos secos y permite el consumo moderado de azúcar.

Para los expertos de la SENBA, sustituir el azúcar con edulcorantes artificiales representa un ahorro calórico poco significativo. Esta opción puede generar una falsa tranquilidad que favorezca la práctica contraproducente de aficionarse a los productos «light».

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