La UE obligará a demostrar científicamente las propiedades beneficiosas de los alimentos funcionales

Las empresas deberán justificar los beneficios aludidos en su etiquetado
Por EROSKI Consumer 6 de octubre de 2004

La Unión Europea (UE) prepara una normativa sobre etiquetado y publicidad de productos alimenticios beneficiosos para la salud o funcionales que obligará a demostrar antes científicamente esas propiedades y se prevé que entre en vigor en dos años, señaló ayer el científico Francisco José García Muriana, que fue el encargado de abrir el ciclo «Vive la Ciencia», organizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Fundación BBVA en Sevilla, con la conferencia «Ácidos grasos: nuevas perspectivas para la salud».

García Muriana, investigador del Instituto de la Grasa de Sevilla y del CSIC, afirmó que la Comisión Europea está «muy concienciada» en esta materia y dedica muchos recursos a investigar sobre seguridad alimentaria, y adelantó que esa nueva legislación «será mucho más restrictiva».

En su intervención, el experto destacó que en estos «alimentos funcionales, que se supone que son capaces de incidir en la salud más allá de sus propiedades nutritivas», las empresas deberán demostrar científicamente los beneficios aludidos en su etiquetado.

Productos «Bio»

En relación a los productos llamados «Bio» y los obtenidos por medios ecológicos, indicó que en la normativa española no hay una «permisividad absoluta», pero sí «un compás de espera», pues ahora, por ejemplo, «el concepto ‘Bio’ no está definido legislativamente».

«Actualmente lo que se compra con este prefijo puede ser que sea beneficioso para la salud o no, y tiene un significado más semántico, ya que escuchas ese concepto y te suena bien, pero ahora se va a intentar que eso sólo ocurra en los productos en los que esas propiedades están demostradas por la ciencia», aseveró.

Muriana recordó que está comprobado que alimentos como el aceite de oliva o los enriquecidos con ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (Omega-3) pueden «prevenir e incluso combatir enfermedades» como las cardiovasculares o el cáncer, e influir beneficiosamente en sus factores de riesgo.

Otros alimentos funcionales que también está demostrado que son beneficiosos para la salud son la leche enriquecida con vitaminas A y D para personas con problemas de calcificación ósea, los yogures con bifidobacterias para la intolerancia a la lactosa, los zumos con fibra dietética y otros con antioxidantes naturales, aceites y margarinas saludables, agregó.

Por otra parte, precisó que «una persona sana puede comer de todo, aunque hay unas limitaciones por ejemplo en la cantidad diaria de grasas», pues está establecido que a partir de ellas no debe obtenerse más del 30% de la energía necesaria.

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