Un equipo de investigadores del Laboratorio de Biología del Centro Nacional de Conservación de Productos de la Pesca (CECOPESCA), de la Asociación de Fabricantes de Conservas de Pescados (Anfaco), ha puesto en marcha un sistema basado en técnicas moleculares que permite detectar restos de animales terrestres en las harinas de pescado.
Anfaco informó que este grupo de investigación ha centrado su actividad en el desarrollo de sistemas moleculares que permitan verificar la autenticidad de especies marinas y dulceacuícolas que son destinadas al consumo humano, sin olvidarse de otras problemáticas que afectan y preocupan al sector transformador de los productos de la pesca.
La importancia de este sistema radica en la prohibición implantada en el año 2003 de utilizar harinas de pescado en la alimentación de rumiantes para evitar la transmisión de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) o mal de las «vacas locas».
Problemas para la industria
Según Anfaco, esta medida supuso notables perjuicios para la industria transformadora, no solo para las empresas con inversiones en infraestructura para la elaboración de harinas, sino también para las empresas del sector conservero y transformador que destinaban sus residuos hacia la fabricación de harina, lo que les permitía eliminar y revalorizar estos restos.
Las autoridades europeas comunicaron en su día a ANFACO-CECOPESCA la necesidad de disponer de métodos de control perfeccionados que permitieran garantizar la detección de restos de animales terrestres en las harinas de pescado, como requisito imprescindible para el levantamiento de dicha prohibición.
El sistema desarrollado ahora por CECOPESCA podría contribuir a la derogación de esta medida, actualmente en estudio por las autoridades comunitarias, ya que da respuesta a las exigencias impuestas a nivel europeo.
