Las ensaladas envasadas representan ya un 1% del consumo de hortalizas en España, según un estudio de OCU

La organización de consumidores pide a los fabricantes que indiquen los márgenes de caducidad en función de sus condiciones de conservación
Por EROSKI Consumer 5 de abril de 2004

Las ensaladas envasadas representan ya un 1% del consumo de hortalizas en España y su presencia en los mercados nacionales es creciente, según un estudio elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Este trabajo revela que, en ocasiones, las condiciones de conservación de estos productos pueden hacer que pierdan propiedades. En este sentido, señala que la vida útil de las ensaladas envasadas es de una semana, siempre que el envase permanezca sellado y a una temperatura inferior a los cinco grados centígrados, lo que posibilitará que las hortalizas mantengan su aspecto original, su sabor y propiedades tradicionales.

El estudio se realizó con bolsas de ensalada de distintas marcas con un peso entre 175 y 250 g -una ración para dos o tres personas- y se tuvo en cuenta la lista de ingredientes y los países de los que provenían, la identificación de la empresa, el peso neto, la fecha de caducidad, la temperatura recomendada de conservación y el anuncio de una atmósfera protectora.

Las ensaladas cuyo componente mayoritario era la lechuga iceberg -más delicada que las de otro tipo- presentaron «en general peor calidad organoléptica al vencimiento de la fecha de caducidad que aquellas donde el principal ingrediente era la escarola lisa o rizada».

Calidad «correcta»

No obstante, OCU asegura que la calidad de los ingredientes era «correcta», así como «la higiene durante su manipulación» y las bolsas estaban perfectamente selladas, por lo que los síntomas de deterioro sólo pueden estar causados por unas deficientes condiciones de manipulación o una temperatura de conservación inadecuada.

El análisis destaca que este tipo de ensaladas procesadas son productos muy delicados en los que las condiciones de elaboración y conservación están íntimamente ligadas. Por ello, la asociación de consumidores solicita a los establecimientos de venta que mantengan los expositores de refrigeración para este tipo de productos a una temperatura constante que oscile entre 1 y 4 grados.

Además, pide a los fabricantes que indiquen en el etiquetado márgenes de caducidad en función de las condiciones de conservación del producto y que introduzcan la fecha de envasado para que el consumidor pueda conocer la frescura real del producto que va a adquirir.

En cuanto al precio, el informe apunta que la ensalada más barata puede costar 2,80 euros el kilo, mientras que la más cara tiene un precio de 15,39 euros el kilo. En este sentido, precisa que el producto se encarece si se incluyen otros ingredientes como la achicoria roja, los canónigos o el «radiccio».

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