Los alimentos funcionales suponen el 20% de la cesta de la compra de productos alimenticios realizada por la población española, según las portavoces del Instituto Omega 3 de la Fundación Puleva y de la Unión de Consumidores de la Comunidad Valenciana, Mercé Vidal y Lucía Peris, respectivamente. Ambas entidades han puesto en marcha una campaña de información divulgativa sobre los alimentos funcionales, que surgieron en Japón en la década de los 80.
Estos productos son elaborados y procesados para que proporcionen algún beneficio para la salud, por lo que suplen las deficiencias de la alimentación de personas con necesidades específicas o estados carenciales, como niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia y ancianos.
Estos alimentos también están recomendados para aquellas personas que no realizan una alimentación equilibrada o como parte de una alimentación sana y preventiva de enfermedades.
En España se comercializan en la actualidad unos 200 alimentos funcionales como leche, zumos, cereales, yogures o huevos, que se encuentran enriquecidos con fibras, calcio, omega 3 ácido oleico o ácido fólico, entre otras sustancias.
Vidal, profesora de Nutrición de la Universidad de Barcelona, recordó que el alimento funcional hay que entenderlo como un producto que ayuda a equilibrar la dieta y no como un medicamento. Asimismo, señaló que en España no existe una legislación específica sobre este tipo de alimentos, que se encuentran regulados por el reglamento 258/97 de la Comisión de las Comunidades Europeas.
Esta experta subrayó la calidad nutricional que aporta la alimentación mediterránea y apuntó que los alimentos funcionales son cada vez más demandados por los consumidores, sobre todo en aquellos países en donde tienen una mayor tradición como EE.UU. o Japón.
Vidal también alertó acerca del abandono de los hábitos de alimentación tradicionales y saludables por parte de los españoles, a pesar de que cada vez están más preocupados por su salud.
