Los dulces en el embarazo

Consumidos en exceso se corre el riesgo de ingerir cantidades extras de calorías "vacías" y por tanto, de aumentar más kilos de lo debido
Por EROSKI Consumer 22 de noviembre de 2002

Los dulces, una tentación a la que es difícil resistirse

El azúcar y sus derivados son alimentos muy consumidos y apreciados por su sabor dulce y por su aplicación en la fabricación de todo tipo de productos de bollería, pastelería, refrescos, etc. Lo cierto es que no habría nada que criticar de los dulces si su consumo fuese razonable, es decir, en cantidades limitadas y ocasionalmente. Sin embargo, se convierten en un problema cuando, por abusar de su consumo, o bien eliminamos de la dieta cotidiana alimentos que se consideran básicos por su aporte energético y nutritivo, o bien ingerimos «calorías extras» que conducen a aumentos de peso inadecuados.

En general, los dulces está cargados de calorías vacías, es decir, que no nutren al organismo

Desde el punto de vista nutritivo, el azúcar común (sacarosa) es un alimento exclusivamente energético que únicamente aporta calorías; concretamente 4 calorías por cada gramo. Estas calorías se consideran «vacías», al contrario de lo que ocurre cuando consumimos alimentos tales como legumbres, frutas, lácteos, etc., que además de calorías aportan a nuestro organismo, proteínas, minerales, vitaminas, etc. El Grupo de Expertos de la FAO/OMS (Organización Mundial de la Salud) y otros organismos y sociedades afines, recomiendan que el 55% de las calorías de la dieta debe provenir de los hidratos de carbono, pero insisten en que los azúcares simples no sobrepasen el 10% del total. Por tanto, se considera que el azúcar y sus derivados son alimentos incompletos que deben restringirse en favor de otros que aportando hidratos de carbono complejos y otros nutrientes (proteínas, vitaminas, minerales…) indispensables para el buen funcionamiento del organismo.

¿Cuando están especialmente desaconsejados los dulces?

Conviene recordar que el azúcar y los dulces, producen elevaciones bruscas de los niveles de azúcar (glucosa) en sangre con caídas rápidas, por lo que su consumo está completamente desaconsejado en caso de padecer diabetes gestacional y, si existe obesidad, debe restringirse su consumo dada su capacidad para incrementar el peso en función de su valor energético.

Dulces sí, pero con moderación

A pesar de todo lo que se ha mencionado, no se trata de prohibir este tipo de alimentos, si no más bien de incidir en la necesidad de realizar un consumo razonable, como premisa de cualquier dieta equilibrada.

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