Los menús escolares no son equilibrados, según un análisis de OCU

La presencia de verduras en los primeros platos escasea y la de carne abunda en el segundo
Por EROSKI Consumer 28 de septiembre de 2006

La alimentación de los niños en la escuela es clave para su correcto desarrollo. Los pequeños pasan en los colegios cerca de 170 días al año, jornadas en las que se incluye la comida, que supone el 30% de los aportes nutricionales durante el día. Pero se da la circunstancia de que muchos menús escolares no son equilibrados. Así al menos lo dice la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tras analizar 934 de estos menús.

Según OCU, en la mayoría de estos menús se sirve un primer plato a base de hidratos (pasta, arroz, patatas, legumbres), que alcanza el mínimo de raciones recomendadas. Sin embargo, las verduras son escasas. «El número de raciones de verdura incluidas en los menús se incrementa debido a que la ofrecen como guarnición del segundo plato. Esto no es lo más correcto porque muchos niños se la dejan en el plato. Lo ideal es incluir la verdura como primero», señala la organización.

El análisis del segundo plato revela que el alimento que se repite más veces a lo largo de la semana es la carne (unas tres veces). «Los huevos y el pescado escasean, y cuando este último aparece, suele ser blanco», señala OCU, que considera necesario incrementar la presencia de estos productos y disminuir la de carne.

A la hora del postre, abunda la fruta, pero en ocasiones ésta se presenta en almíbar, lo que, según OCU, no es conveniente por su alto contenido de azúcares. Por el contrario, escasean la leche y los yogures.

Preparación

Por otro lado, el estudio revela que la forma de preparar las comidas es poco imaginativa. La verdura por lo general es en puré; la carne, guisada; el pescado, hervido o frito, y patatas o ensalada como guarnición. Añade que las frituras no son excesivas, sin embargo en Galicia se detectan valores muy cercanos al límite.

El estudio revela que la forma de preparar las comidas es poco imaginativa

Respecto a los precios de los menús, los colegios concertados son los más caros, con una media de 94,21 euros al mes, seguidos de los privados, con 89,80 euros, y los públicos, con una media de 68,40 euros mensuales.

La cocina propia -preparar los menús en el mismo colegio- no garantiza un mejor servicio. Al contrario, las comidas de catering o fórmulas mixtas analizadas arrojaban resultado más equilibrados.

En general, señala también el estudio, la calidad de la alimentación escolar es algo mejor para los niños menores de 5 años que para los más mayores. Los comedores de la escuela pública acreditan mejor calidad -«aceptable»- que los concertados o privados, aceptable tirando a «mala».

Diferencias

El trabajo de OCU, elaborado con información remitida por sus asociados, ha sido enviado a todas las consejerías autonómicas de Educación como material de estudio y «reflexión». Incluye datos de diez comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Valencia, Galicia, Madrid y País Vasco. Aunque las conclusiones generales son válidas para todas, existen diferencias derivadas de los usos alimentarios de cada región.

Así, País Vasco, Cataluña, Madrid y Canarias son las autonomías donde los menús escolares incluyen más cantidad de verduras, casi cuatro raciones semanales, aunque en la mayoría aparece en forma de guarnición; sólo Canarias pone más de dos días verdura como primer plato. En pescado, los mejores niveles los presentan Andalucía y Madrid con algo más de una ración semanal, aunque sea esta última comunidad la única donde asoma tímidamente el pescado azul.

Las minutas escolares de todas las comunidades «suspenden» cuando se valora la ingesta de huevos; ninguna llega a la ración semanal. Y en el capítulo de leche y yogures, sólo Madrid, con 2,7 raciones, alcanza un nivel aceptable.

Calculadora de menús

En su página web – www.ocu.org -, OCU ofrece una calculadora de menús escolares. Se trata de una aplicación informática con la que los interesados podrán saber qué alimentos sobran o faltan en la dieta de sus hijos. La organización exige además a la Administración la presencia de expertos nutricionistas en los colegios, un seguimiento personalizado de cada niño, y vigilancia para que los centros cumplan criterios de alimentación saludable.

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