Los orejones son albaricoques deshidratados y deshuesados. Para ello, se recolectan los albaricoques en verano; se lavan, cortan, deshuesan y se colocan en bandejas. Uno de los métodos de desecación utilizado consiste en espolvorear las bandejas con azufre y cubrirlas con un plástico durante horas. Posteriormente, se exponen al sol varios días y se almacenan en cámaras de sulfatación, después se ventilan y se envasan. En este caso, al llevar añadidos sulfitos (aditivo conservante) pueden provocar reacciones alérgicas en personas sensibles.