El reglamento 2295/2003 impone un marcado en la cáscara y un etiquetado más exhaustivo de los huevos. En la cáscara se marca un código que indica:
– El modo de cría de las gallinas: 0 si es ecológica, 1 si son camperas, 2 de suelo y 3 de jaulas.
– El país de origen: Es en el caso de España.
– El productor, mediante los números de provincia, municipio y explotación.
– Adicionalmente, también se puede marcar la fecha de caducidad.
En cuanto al envase, su etiquetado debe mostrar:
– Fecha de consumo preferente (día y mes).
– Modo de conservación (tipo de refrigeración).
– Número de unidades.
– Clase según peso y tamaño (XL, L, M o S).
– La categoría. Los destinados al consumo humano directo son de la categoría A.
– Frescura: los frescos están destinados a un consumo en un plazo de 28 días desde la puesta. Los extra frescos limitan este plazo a nueve días.
– El modo de cría de las gallinas, con los mismos códigos que en el marcado de la cáscara.
– Código de la empresa embaladora.
– Código del centro clasificador. Los españoles comienzan por 1114.
Además, se puede incluir información opcional como la fecha de puesta, alimentación de las gallinas, etc.