Presenta las frutas de manera original

Ideas para mejorar la presentación de las frutas y convertirlas en un postre tan sano y colorido como irresistible
Por Peio Gartzia 27 de septiembre de 2016
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Imagen: studioM

A menudo, tanto los niños como los mayores les da un poco pereza comer fruta. Una de las razones es que con frecuencia se toma al final de las comidas, cuando ya se está saciado y no se tiene mucho apetito. Por eso es recomendable incluir la fruta como aperitivo a media mañana o como una merienda. El organismo lo agradecerá y se consumirá con más ganas. Pero esto no significa dejar de comer fruta en el postre. Para ese momento más “perezoso”, la clave es presentarla de manera original y colorida, de tal forma que atraiga desde el plato.

Las frutas son fundamentales en la dieta de los niños y, desde luego, en la de los adultos. Proporcionan algunos nutrientes casi exclusivos -como la vitamina C, solo presente en frutas y verduras-, son fuente de fibra y antioxidantes, casi no contienen grasa y ayudan a mantener una correcta hidratación (todas tienen un alto contenido de agua) y a eliminar el exceso de líquidos y toxinas, dado su carácter diurético.

Para que todos coman fruta en casa, empezando por los más pequeños, los adultos deben predicar con el ejemplo. Esto es básico: los niños imitan y quieren parecerse a los mayores. En una casa donde la fruta no forma parte de la dieta de los adultos, es muy difícil incluirla en la de los menores. Además, si comen fruta, los mayores harán bien no solo a los pequeños, sino también a sí mismos. Se debe procurar, por otra parte, que las frutas estén visibles en el paisaje cotidiano, lo cual se puede lograr con la presencia de una fuente con una buena variedad en la mesa del comedor o en la cocina.

Fruta vistosa: el secreto está en entrar por los ojos

Lo que más les gusta a los niños es jugar y, a menudo, viven el momento de la comida como una interrupción de su entretenimiento, que preferirían evitar. Por eso, una de las alternativas es tratar de que la comida también tenga su toque de diversión.

Una de las maneras de conseguirlo es a través de los cortes de las piezas de fruta y las posibles combinaciones. Es mucho más atractivo para el pequeño, y acrecentará sus ganas de comer, recibir una fuente multicolor, con trozos de fresa, manzana, naranja, melocotón y kiwi cortados en tamaños y formas similares, que una sola fruta entera. Otra alternativa es presentar los pedazos de fruta en un palillo de madera, a modo de brocheta.

  • Los niños como ayudantes necesarios en la cocina. Esta colaboración puede lograrse en la preparación de los alimentos. Mientras la persona mayor cocina, el menor puede pelar las frutas, organizar su presentación o realizar alguna otra tarea que no conlleve riesgos. Este contacto y su cercanía con la fruta ayudarán a que aumenten sus deseos de probarla. También se puede incluir al niño en la toma de decisiones con preguntas como: «¿Qué comemos hoy: plátano o mandarina?«. Esto no solo ayuda a que se sienta más implicado con la fruta, y como consecuencia más propenso a comerla, sino que además permite conocer mejor sus gustos y preferencias.
  • Copas de frutas. Se preparan unos trocitos de frutas dentro de una copa, vaso o dentro de la propia fruta (vaciando una manzana, utilizando la cáscara de unas naranjas, dentro de una piña o un melón pequeño, como si fuese una fuente de servicio).
  • Brochetas de frutas. Se inserta una larga brocheta de palo o de metal en varias frutas peladas y cortadas de forma regular: fruta fresca tal cual o ligeramente espolvoreada con azúcar y en una sartén antiadherente al fuego medio para que se caramelice la superficie y se temple ligeramente el interior.
  • Hacer formas con cortapastas. Con ayuda de un cortapastas con forma de corazón, de flor, de caritas o figuritas divertidas, se cortan frutas semiduras que puedan aguantar sin romperse. Colorido divertimiento y composiciones alegres para ayudar a que la fruta entre por los ojos.
  • Paisajes y animalitos de frutas. Con un poco de imaginación y paciencia se puede emplear la fruta fresca troceada como composición de paisajes, árboles, caras sonrientes y animalitos. Solo se necesita un poco de creatividad y ganas de pasarlo genial en la cocina.
  • Combinar las frutas con otros productos. No solo se presenta la fruta de una manera original, sino que se mezcla con otros productos para obtener resultados nuevos. Un buen recurso es incluir trozos de fruta en leche o yogur natural. Las empresas de productos lácteos comercializan desde hace tiempo este tipo de combinaciones. La manzana y algunos quesos, como el brie, también dan muy buenos resultados. Se pueden combinar tostas con finas rodajas de plátano. El único límite lo marcan la imaginación y el paladar.
  • Hacer zumos de frutas variadas. Los zumos son otra manera de consumir fruta. No se aprovechan todas sus propiedades nutritivas, ya que muchas de ellas se pierden, sobre todo la fibra. De todas formas, los beneficios son variados: por un lado, la posibilidad de mezclar zumos de diferentes frutas y probar los resultados más ricos (esto puede suponer la puerta de acceso a un tipo de fruta que, al ser la pieza entera, el niño se niega a probar) y, por otro, los zumos sacian la sed en épocas calurosas, como alternativa a los refrescos.
  • Helados naturales. Aprovechando los zumos de frutas se pueden elaborar helados, tipo polos. Si se quiere que tenga más fruta, no hay más que agregar trocitos de frutas naturales para que entre sorbo y sorbo de helado se encuentren pedacitos.
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