En nuestro país, el bocata equivale a algo fácil de hacer, cómodo de transportar y rápido de comer. Y, por lo general, sus rellenos no son muy elaborados, o saludables o equilibrados desde el punto de vista nutricional. De ahí que los expertos insistan en que no conviene comer sándwiches o bocadillos con frecuencia. Sin embargo, hay más opciones de rellenos más allá de los embutidos, los chorizos o las lonchas de queso y jamón. Con un poco de esmero y otro poco de imaginación, es posible convertir a este alimento “de batalla” en una alternativa original, saludable y gourmet. A continuación se ofrecen algunas claves para conseguirlo.
Bocadillos: cómo huir de lo típico (y por qué )
Tortilla de patata, embutidos, calamares, lomo adobado, crema de avellanas… Estos son los típicos alimentos que aparecen en el interior de los bocatas, sin olvidar al sándwich mixto -con jamón y queso- y al mal llamado sándwich vegetal, que, además de lechuga y tomate, casi siempre incluye huevo, bonito o jamón. La sencillez de estos ingredientes, la practicidad de su elaboración y, también, la economía, han hecho que el bocadillo y el sándwich formen parte de la vida cotidiana de muchas personas, desde estudiantes con poco presupuesto hasta trabajadores con escaso tiempo para cocinar o para comer.
En el caso de los jóvenes, sobre todo cuando viven fuera de casa y con pocos euros para caprichos, predomina la economía de subsistencia: manda el dinero, y esta forma de comer reduce costes y complicaciones. En general, aprecian más la comodidad, el precio y la rapidez que los aspectos nutricionales. Por ello -y porque los rellenos clásicos suelen ir aderezados con salsas bastante calóricas-, es que los especialistas en dietética aconsejen que el consumo sea esporádico, y no habitual. Y es que muchas veces vale casi cualquier cosa entre pan y pan, donde incluso caben unas mezclas que se antojan imposibles (como chorizo con crema de cacao, bonito en conserva con mermelada y cosas parecidas); «guarrindongadas«, como las ha bautizado un conocido programa de televisión.
Qué pan elegir
El bocadillo o el sándwich puede ser un divertido y sano conjunto de alimentos encorsetados entre dos rebanadas de pan. Es muy importante esto último porque el pan tiene un papel decisivo en un bocadillo.
- Si se emplean salsas, alimentos con jugos (como tomate) o verduras cocinadas (como cebolla y pimiento pochados), es recomendable utilizar pan cuya corteza sea un poco resistente (como el pan de semillas, multicereales o un pan tipo chapata).
- Si, por el contrario, el relleno es un poco más seco o sin elementos acuosos, conviene decantarse por un pan más fino (tipo baguette o vienés) o un pan de molde para elaborar sándwiches.
Ideas para sorprender con un bocadillo gourmet
Al ponerse ante la tarea de rellenar un bocadillo, hay dos opciones: ir a la nevera y arramplar con lo primero que se vea o planificar el contenido como si fuera una comida completa, es decir, elegir o comprar los ingredientes teniendo en cuenta en qué momento se comerá ese bocadillo (si será un tentempié de media mañana o media tarde, un almuerzo, una cena ligera, etc.). Así, los contenidos de un bocata pueden ser casi tan extensos y variados como las cartas de los restaurantes.
Para que un bocadillo ofrezca todos los nutrientes debe tener, además de pan (que aporta hidratos de carbono), elementos vegetales (crudos o cocinados), proteínas (procedentes de carnes, pescados o huevos) y reducir su contenido en grasas. Por tanto, habrá que vigilar los embutidos, los quesos y las salsas. Las siguientes son algunas opciones interesantes, aunque hay más en el recetario de EROSKI CONSUMER:
- Bocadillo de multicereales, verduras asadas, pavo y queso edam.
- Bocadillo integral vegetal con salmón ahumado.
- Bocadillo de seitán con verduras rehogadas.
- Bocadillo de pan integral vegetal con paleta ibérica y anchoas.
- Bocadillo de pan de ajo con queso crema, pimientos y lechugas variadas.
- Bocadillo vegetal en pan romano.
- Bocadillo a la plancha de paleta ibérica con pimientos verdes fritos.
- Receta de sándwich de salmón ahumado con salsa tártara.
- Sándwich caliente de champiñones y setas.
- Sándwich de revuelto de espárragos y germinados.