«Roteiro» gastronómico por Portugal

Una ruta, o 'roteiro', por la gastronomía lusa es sinónimo de asequible y abundante
Por EROSKI Consumer 8 de julio de 2004

Asequible y abundante son los dos adjetivos que califican a la buena mesa portuguesa. Sin hacer daño al bolsillo se puede degustar un menú típico a un precio razonable, y lo que es seguro es que será abundante, ya que es habitual que los segundos platos vayan acompañados de una generosa guarnición de arroz, patatas fritas o verduras.

En la costa, delicioso pescado El Algarve es hoy día el destino turístico más popular de Portugal. Las aldeas de pescadores de esta sureña provincia lusa son un lugar ideal para degustar una sabrosa caldeirada, un guiso de pescados variados y una suculenta cataplana de mariscos, plato típico donde el marisco se cocina al vapor en cataplana, un tipo de cazuela de bronce con dos hemisferios separados que se cierran herméticamente. A lo largo de todo el litoral del país, así como si uno visita las islas portuguesas (Madeira y Azores), no se deben dejar de probar los diversos platos de arroces y pescados que ofrece la carta, como los arroces con pescado y marisco, el filete de atún, las sardinas asadas o el bacalao; éste último es uno de los pescados más representativos de todo el país.

Sopas y carne, en el interior Variados caldos y sopas como entrante de una suculenta mesa se pueden degustar, sobre todo en las zonas del interior de Portugal. Si uno viaja al norte del país tiene que probar el caldo verde, una sopa a base de col y patata, y si se llega al Alentejo (provincia del sureste del país, frontera con Extremadura), es famosa la sopa de cazón, elaborada con dicho pescado y pan, además de los platos de migas de pan. En las regiones del centro, la sugerencia culinaria es el cocido a la portuguesa, un plato muy completo cocinado con carnes de cerdo, vaca, embutidos y legumbres. Las carnes, sobre todo el cerdo, la caza e incluso el cabrito, generosamente acompañados de arroz o patatas fritas, no suelen faltar de la carta de la mayoría de restaurantes que practican la cocina tradicional,

Todas las especialidades de la cocina tradicional lusa se pueden acompañar de excelentes vinos propios del país: los más conocidos son el vino de Oporto y los vinos verdes, así como los sabrosos caldos de Madeira, de reconocida fama mundial.

Dulce tradición La gastronomía portuguesa ofrece al visitante gran variedad de dulces, tradicionalmente elaborados en los conventos y que ahora se pueden encontrar fácilmente a lo largo y ancho del país. Los ingredientes básicos son los huevos, el azúcar, la miel y las almendras, con características particulares en las distintas zonas del país: pastéis de nata, queijadas, bolo de mel, arroz doce o los bolinhos de amêndoa, son algunos de los postres tradicionales lusos.

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