Sacarle partido a la sandía

La sandía, una de las frutas por excelencia de la época veraniega.
Por EROSKI Consumer 14 de julio de 2004

Redonda o apepinada, de color verde oscuro o con estrías verdes claras y blanquecinas en el exterior, y rojo intenso en el interior, dicen los buenos consumidores que al palparla debe sonar a hueco y que ésta es la señal de óptima maduración. Ante la duda la partiremos para asegurarnos que está en su punto de sazón antes de comprarla. La carne ha de ser consistente, jugosa y sin estrías.

Se conserva en buenas condiciones a temperatura ambiente sin abrir unos 30 días y una vez abierta, conviene guardarla en el frigorífico tapada con papel de plástico o aluminio para que no se reseque, un máximo de 7 días.

La sandía, por lo general, se consume al natural, es decir sin añadir ningún otro producto o acompañado de otras frutas en macedonia. Por su concentración de agua y su sabor dulce, también se utiliza par hacer sorbetes, purés y mermeladas.

Delicioso sorbete de sandía, para 4 personas:

1 kilo de sandía, 1 vaso de agua, 250 g de azúcar, el zumo de ½ limón, 1 cucharada de zumo de naranja, ½ cucharada de canela molida.

Quitamos la cáscara y las semillas de la sandía y trituramos la pulpa hasta que quede como puré. Mezclamos el azúcar con un vaso de agua y cocemos durante cinco minutos hasta formar un almíbar ligero. Retiramos del fuego el almíbar, añadimos el zumo de limón, el zumo de naranja y dejamos que se enfríe la mezcla. Mezclamos el almíbar con el puré de sandía, lo vertemos en un recipiente ancho para que se congele cuanto antes y dejamos que repose en el congelador. Removemos la mezcla cada 30 minutos durante dos horas y luego dejamos que se congele pero que quede granizado o sorbete y no congelado uniforme. Servimos congelado y acompañado de unas hojas de menta o de hierbabuena.

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