Un estudio afirma que los beneficios de los ácidos grasos omega 3 del pescado aumentan si se consume asado o hervido

El aporte de esta grasa poliinsaturada resulta menor si el pescado se prepara frito, salteado o seco
Por EROSKI Consumer 20 de noviembre de 2009

La Universidad de Hawaii en Manoa ha elaborado un estudio que asegura que los beneficios de los ácidos grasos omega 3 del pescado aumentan si éste se consume asado o hervido, en vez de frito, salteado o seco. Además, los efectos beneficiosos pueden ser todavía mayores si se utiliza salsa de soja baja en sodio o tofu. Estos resultados se han dado a conocer durante la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón que se celebra en Orlando (Estados Unidos).

«Parece que hervir o asar el pescado con salsa de soja baja en sodio y tofu es beneficioso, mientras que comerlo frito, salteado o seco no», explica Lixin Meng, director del estudio. El investigador plantea que estos métodos de preparación podrían contribuir a un mayor riesgo de accidente cardiaco. El pescado hervido o asado es la vía protectora, pero no ocurre lo mismo con el pescado frito o salteado, añade Meng.

Los descubrimientos también sugieren que los beneficios cardioprotectores varían por género y etnia, quizás debido a los métodos de preparación, la susceptibilidad genética o los factores hormonales. Los investigadores examinaron la fuente, tipo, cantidad y frecuencia del consumo en la dieta de omega-3 entre grupos por género y etnia. Los participantes formaban parte de una comunidad multiétnica que vivía en Hawai y el condado de Los Ángeles cuando fueron reclutados entre 1993 y 1996. El grupo lo integraban 82.243 hombres y 103.884 mujeres con ascendencia afroamericana, caucasiana, japonesa, hawaiana y latina con edades entre los 45 y los 75 años y sin antecedentes de enfermedad cardiaca.

Los participantes incluyeron en su alimentación latas de atún y otros pescados, mientras que excluyeron moluscos o productos de soja que contuvieran omega-3. Los autores también preguntaron sobre los métodos de preparación: crudo, asado, hervido, frito, salteado o seco. El consumo de omega-3 se asoció de forma inversa con el riesgo global de muerte por enfermedad cardiaca en hombres, una tendencia observada sobre todo en caucásicos, japoneses y latinos. Sin embargo, los investigadores señalan que no existían muchos negros o hawaianos en el estudio, por lo que los resultados deberían interpretarse con precaución.

«Vemos que a mayor consumo en la dieta de omega-3, menor es el riesgo de morir por enfermedad cardiaca entre los hombres», afirma Meng. En el caso de las mujeres, el efecto del omega-3 era cardioprotector según cada nivel de consumo pero no de forma significativa, añade el investigador. El pescado salteado y seco era un factor de riesgo en las mujeres. En contraste, añadir menos de 1,1 g al día de salsa de soja y salsa teriyaki a la cena protegía a los hombres, pero no si se tomaba más de esta cantidad. Para las mujeres, el uso de la salsa de soja mostraba una clara relación inversa en relación a la mortalidad por enfermedad cardiaca. Los investigadores señalan que la salsa de soja alta en sodio puede elevar la presión sanguínea, por lo que recomiendan bajos niveles de este componente. El consumo de tofu también tenía un efecto cardioprotector en todos los grupos étnicos.

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