¿Abro una cuenta corriente a mi hijo?

Abrir una cuenta a un niño es positivo y le ayudará a ahorrar para su futuro, pero los expertos discrepan sobre la edad idónea para que la maneje
Por Blanca Álvarez Barco 18 de abril de 2019

La educación financiera es una asignatura pendiente de los españoles, y muchos padres pretenden evitar que sus hijos repitan sus errores por desconocer lo básico sobre el dinero. Algunos dan la paga. Pero se puede hacer más. ¿Cómo pueden conocer el valor del dinero, aprender a ahorrar y hacer que su capital crezca? Una buena manera de aprender el valor del ahorro es contar con cuenta corriente en la que depositar su dinero, una opinión muy compartida por los expertos. Pero, ¿desde qué edad deberían encargarse de su gestión? Como veremos a continuación, mientras algunos creen que cuanto antes, para aprender a manejar el dinero y conocer su valor, otros consideran que hasta la edad adolescente los menores no deberían administrar ni tomar decisiones sobre su dinero.

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Ahorrar para el futuro

Cumpleaños, comuniones… Percibir dinero desde edades tempranas es bastante común en España, al ser un regalo al que recurren padrinos, abuelos o tíos en fechas señaladas. ¿Qué hacer con él? ¿Es positivo abrir una cuenta corriente al niño que recibe este obsequio? La respuesta es sí, a tenor de las opiniones de especialitas como Iñigo Estaún, psicólogo de la Clínica Psicología y Bienestar y experto en terapias infantiles, quien considera que «es adecuado abrir al niño una cuenta personal e ir metiendo poco a poco el dinero para que disponga de él en el futuro». Coincide con esta opinión Antonio Jiménez, autor del libro Olvídate de tu cerdito y pon a crecer tu dinero y del blog Olvídate de tu cerdito.

Img dinero nios grandeImagen: Marco Verch

Sin embargo, discrepan en cuanto a la relación que debe tener el niño con su dinero. Mientras Jiménez aboga por que el menor sea proactivo, maneje el dinero y tome decisiones sobre él, el experto en terapias infantiles cree que «el pequeño no debe intervenir».

¿Qué cuenta escojo? Sin comisiones y con intereses

La cuenta debe estar a nombre del niño y es de su propiedad al 100 %

La cuenta corriente contratada debería cumplir dos requisitos: no debe cobrar comisiones y sí dar intereses, aunque sean mínimos. Conviene también tener presente que para abrir una cuenta a un menor de edad es imprescindible que uno de los padres figure como tutor, pero debe estar a nombre del pequeño y es de su propiedad al 100 % (nadie excepto él podrá disponer del dinero de la cuenta).

¿A qué edad abrirla? Una cuenta corriente se puede abrir desde el mismo día en que nace. También desde ese mismo momento «se pueden contratar fondos de inversión o tener una cuenta de valores para que compre o le regalen acciones», explica Jiménez.

¿Debería gestionar su cuenta el niño?

Si la utilidad de tener una cuenta para ahorrar queda clara, respecto a su administración hay más controversia. ¿Debe estar el pequeño al tanto de su cuenta y de su administración? «Por su bien y su futuro -reconoce Jiménez- los niños deberían manejar su dinero y saber lo mínimo sobre cómo invertirlo». El experto opina que es su dinero y lo deben gestionar ellos -aunque tomen decisiones erróneas-, «bajo la supervisión y los consejos de un mayor, que les dé pistas de qué les podría convenir más».

Img dinero crece grandeImagen: PublicDomainPictures

Estaún se muestra en desacuerdo: «Un menor no debe manejar la cuenta a su antojo hasta bien entrada la adolescencia». Eso sí, estima que en esa edad deben conocer que existe esa cuenta y, sobre todo, «ser conscientes de cuál es el objetivo de su existencia». ¿La razón? Es muy importante que el adolescente «se conciencie de la importancia del concepto «ahorrar, de la utilidad del esfuerzo para disfrutar en el futuro», añade.

Dinero: ¿es un buen regalo para un niño?

¿Regalar dinero, sí o no? Antonio Jiménez, autor del libro Olvídate de tu cerdito y pon a crecer tu dinero, opina que el dinero es un “muy buen regalo” para un niño, pues “aprende a saber manejarlo y a tomar decisiones sobre él: decidir si lo va a ahorrar, si una parte la puede gastar ya o, incluso, plantearse invertirlo para un futuro gasto a más largo plazo”, explica.

Sin embargo, el psicólogo Iñigo Estaún matiza que conviene tener cuidado, pues al regalar dinero lo que podemos estar haciendo es “fomentar una relación comercial que puede derivar más adelante en la única motivación para hacer las cosas”.

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