La succión del bebé es la forma natural de extraer la leche materna del seno de la madre, pero no es la única. En ocasiones, es necesario recurrir a otros métodos de extracción de leche para vaciar el pecho. En estos casos, se puede optar por el vaciado manual del seno o por la extracción mecánica de la leche mediante el uso de un sacaleches. En ambos casos, es aconsejable contar con el asesoramiento de un especialista y seguir sus recomendaciones para una extracción eficiente. En el siguiente reportaje se concretan diversas técnicas de extracción de la leche materna.
Amamantar a un hijo es una de las experiencias más gratificantes para una madre puesto que, además de saber que la leche materna es el mejor alimento que le puede proporcionar, el acto de dar el pecho ayuda a estrechar el vínculo con el pequeño desde su nacimiento. Sin embargo, incluso cuando se opta por la lactancia materna, en ocasiones, distintas circunstancias impiden a la madre estar con el bebé en el momento de la toma. Sucede, por ejemplo, con la reincorporación al trabajo, la hospitalización del bebé u otras situaciones específicas.
Para permitir que, en estos casos, el pequeño siga alimentándose con la leche materna, es necesario recurrir a otras técnicas de extracción, como el vaciado manual del pecho o la extracción mecánica con sacaleches. Estas prácticas evitan, asimismo, la congestión mamaria, mientras que permiten mantener la producción habitual de leche.
Vaciado manual del seno de la madre
Para vaciar el pecho, la madre puede optar por la extracción manual, que es la forma más sencilla y económica de extraer la leche, puesto que se puede realizar en cualquier momento y en cualquier lugar, sin dependencia de ningún aparato. No obstante, tal como apunta la guía de lactancia para profesionales elaborada por el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría, aunque a muchas madres les pueda parecer más agradable y natural, esta técnica es más laboriosa y puede llegar a cansar a la mujer.
La extracción manual es útil para vaciar o disminuir la tensión en el pecho de forma puntual
El comité señala que la extracción manual es muy útil: para vaciar o disminuir la tensión en el pecho de forma puntual, cuando está demasiado lleno y el bebé no está disponible para mamar; también para estimular la salida de la leche antes de la toma del pequeño o de una extracción mecánica.
La técnica de extracción manual requiere de un aprendizaje previo por parte de la madre para que el vaciado sea efectivo y las mamas no resulten dañadas. Lo más conveniente es consultar con la matrona o el pediatra o acudir a un grupo de apoyo a la lactancia para obtener las recomendaciones adecuadas. De cualquier forma, aunque no haya necesidad de extraer la leche, siempre resultará de utilidad aprender a utilizar esta técnica, para recurrir a ella en caso de que aparezca una necesidad urgente de vaciar el pecho.
El vaciado manual del pecho de la madre está indicado, además, en otras situaciones concretas. Tal como señala la guía de lactancia materna de la Asociación Española de Pediatría, la extracción puede ser necesaria, e incluso imprescindible, en las siguientes circunstancias:
Cuando la madre deba tomar una medicación no recomendada durante la lactancia.
Para tratar los casos de falta o exceso de producción de leche (hipogalactia o hipergalactia).
Cuando la mujer no puede alimentar a su bebé de forma directa, por enfermedad propia o por ser el pequeño muy prematuro.
Para aumentar la calidad de la leche en la alimentación de bebés de bajo peso.
Para estimular la producción y vaciar el pecho cuando el pequeño no mama de forma eficiente.
Extracción mecánica de la leche
La extracción mecánica, con ayuda de un sacaleches, es la otra opción con la que cuentan las madres para vaciar su pecho. Estos instrumentos están especialmente diseñados para drenar el pecho y estimular la producción de la leche mediante la imitación del ritmo natural de succión del bebé. A muchas mujeres les resulta más cómoda y fácil esta técnica que la manual, aunque en ambos casos se requiere experiencia y práctica para obtener un resultado satisfactorio en la extracción.
El sacaleches está indicado para las madres de prematuros o de lactantes hospitalizados
Los especialistas del Comité de Lactancia recomiendan el uso de sacaleches sobre todo a las mamás de bebés prematuros y de lactantes enfermos hospitalizados, por que estos instrumentos permiten vaciar mejor el pecho y obtener mayores concentraciones de grasa en la leche extraída.
El uso y los resultados de la extracción mecánica difieren según el tipo de sacaleches que se utilice. La madre deberá elegir uno u otro en función de sus necesidades y del empleo que tenga intención de darle. Los extractores de leche más frecuentes son los siguientes:
Sacaleches manuales: son los extractores que activan de forma manual el mecanismo de succión, ya sea con ayuda de una pera o bocina de goma o de una palanca. Pueden ser igual de eficaces que los eléctricos y son mucho más económicos.
Sacaleches eléctricos: funcionan con pilas o enchufados a la red eléctrica y no requieren, por tanto, del esfuerzo físico de la madre. Su precio es más elevado, pero muchas madres los prefieren porque les resultan más rápidos y cómodos. Se pueden adquirir individuales (para un solo pecho) o dobles, para extraer la leche de los dos senos a la vez.
Recomendaciones para una extracción eficienteEstos son algunos de los consejos y recomendaciones más destacados que indica el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría en su guía de lactancia, con el fin de que la extracción de la leche materna sea realizada con éxito:
Si es posible, entrenarse en la extracción antes de la llegada del bebé.
Buscar un sitio cómodo, silencioso y privado que proporcione un ambiente propicio para la extracción.
Utilizar distintas técnicas de relajación, como tomar una bebida caliente -o fría, si se prefiere- mientras se saca la leche. También funciona realizar antes ejercicios relajantes.
Tener una foto del bebé u otro objeto suyo a mano para estimular la salida de la leche.
Procurar vaciar el pecho por completo para obtener la leche final, que es la que contiene más grasa.
Preparar el pecho mediante la estimulación del pezón, con suaves movimientos rotatorios o con masajes en el seno.
No utilizar la extracción como indicador de la cantidad de leche que se produce, puesto que cualquier tipo, ya sea manual o mecánica, siempre es menos eficiente que la succión directa del bebé.
Evitar hablar, así como utilizar un pañuelo para tocarse la cara, nariz o la boca, durante la extracción, con el objeto de disminuir el riesgo de contaminación.