Aparadores y cómodas, muebles que siempre son buenos aliados

El aparador y la cómoda son muebles a los que se les puede sacar mucho partido en espacios como el recibidor o el salón
Por EROSKI Consumer 4 de abril de 2002
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Imagen: Vic Zagranowski

Según las normas más tradicionales de la decoración, el aparador y la cómoda son muebles con funciones definidas y fijas. Pero con un poco de creatividad, se pueden aprovechar en otros espacios de la casa o para finalidades diferentes. Este artículo describe las múltiples oportunidades que brinda el aparador, las ventajas de la cómoda y la importancia de contar con muebles apropiados para lograr funcionalidad y confort.

Existen algunos muebles que, pese a haber sido concebidos para un uso concreto o que la tradición los haya destinado a un espacio determinado dentro de la casa, son buenos aliados en cualquier estancia donde se coloquen. Los aparadores y las cómodas son dos buenos ejemplos.

Las múltiples oportunidades que brinda el aparador

El aparador, definido por la RAE como un «mueble donde se guarda o contiene lo necesario para el servicio de la mesa», en la práctica es mucho más que eso. Puede contener el servicio de la mesa, pero también muchos otros artículos o piezas de uso más o menos frecuente. No siempre ha de estar en el salón o el comedor.

El aparador puede ser el sitio adecuado donde dejar llaves, monederos o los zapatos de la calle

El recibidor es una estancia muy apropiada para la presencia de este mobiliario. Allí, sus múltiples espacios de almacenaje pueden resultar el espacio más adecuado para colocar «vaciabolsillos», pequeños recipientes con forma de bandeja o plato donde dejar llaves, monederos, tarjeteros y otras pequeñas piezas que, a menudo, no tienen una colocación fija y, a causa de eso, se extravían con facilidad. Las baldas o espacios inferiores del aparador también pueden ser el mejor lugar para dejar allí los zapatos de la calle y cambiarlos por las zapatillas de andar por casa u otro calzado similar.

Por supuesto, también son aptos para cualquier tipo de adornos, como recuerdos de viajes o marcos para fotos. Incluso pueden guardar algún libro. En este sentido, se pueden convertir en la mejor bienvenida, tanto para los habitantes de la casa como para las visitas.

La cómoda y sus ventajas

La cómoda, por su parte, tampoco tiene su uso restringido a guardar ropa en el dormitorio. Su forma característica, a modo de cajonera baja dispuesta en forma horizontal o apaisada, le dota de mucha utilidad para diferentes espacios, como el salón o también el recibidor.

Junto a la cómoda, quedan muy bien otras piezas de la decoración, como paragüeros o zapateros

Mientras sus cajones sirven para guardar distintas prendas u objetos, su parte superior se convierte en un lugar de almacenaje, donde se pueden ubicar adornos, «vaciabolsillos», etc. Además, la gran ventaja es que, al ser baja (en general una cómoda no supera el medio metro de altura), deja casi toda la pared libre, que se puede aprovechar con la colocación de un gran espejo, baldas para libros u otras utilidades, percheros o un adorno, como un cuadro, un póster, el cartel de una película, etc.

Junto a la cómoda, puesto que alcanzan una altura semejante, quedan muy bien algunas otras piezas de la decoración, como paragüeros o zapateros . En estos casos, se debe procurar que el estilo sea similar entre los distintos elementos, ya sea que todos posean un estilo más bien clásico o avejentado, o que todos respondan a características modernas, minimalistas, con muchas líneas rectas y de un único color. Esto también deberá adecuarse al resto de la decoración de la estancia donde se encuentre.

Muebles para lograr funcionalidad y confort

Para sacar la mayor funcionalidad de cada mueble e intentar que siempre se amolde de la mejor manera a la decoración general de la casa, hay que tener en cuenta siempre el tamaño de los muebles y el espacio disponible para colocarlos. Por muy bonita que resulte una cómoda, si su presencia reduce mucho el sitio para acceder a una puerta -por mencionar solo una posibilidad-, lo mejor será optar por otro tipo de mueble. El aspecto no debe imponerse sobre la confortabilidad.

Por lo demás, si se tiene en cuenta ese criterio, se puede dejar volar la imaginación. En el salón, los cajones de una cómoda pueden ser el espacio apropiado para guardar películas o discos, si el mueble está cerca del televisor o del equipo de sonido. Un aparador puede funcionar como una librería y ser un estupendo complemento para un rincón de lectura. El límite es la combinación con el diseño del resto de la casa… y la creatividad de quien disponga los muebles.

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