Los esquejes de las plantas crasas, como los cactus, y las suculentas enraízan mejor en un sustrato con un buen drenaje. Para plantar este tipo de ejemplares lo mejor es utilizar una maceta o jardinera con tres cuartos de sustrato arenoso para cactus y una capa superior de cascajo menudo. La capa de la parte inferior evitará que el esqueje se pudra, debido a que ayuda a evacuar en gran medida el agua, al tiempo que facilita que enraíce en el sustrato.
Para los ejemplares que tratamos de reproducir a través de semillas lo mejor es emplear para el fondo cascotes de terracota, como por ejemplo trozos de macetas que se hayan estropeado. Rellene el tiesto con un sustrato especial para siembra, formado por una parte de turba y dos de arenilla, hasta dos centímetros del borde, para facilitar que el ejemplar se desarrolle y disponga de los nutrientes necesarios.
Termine de rellenar la maceta con una capa de arena fina para que, junto con los cascotes que tapan en cierta medida los agujeros de drenaje, las semillas no se desplacen al tierra.
Otra opción, si no dispone de trozos de terracota, consiste en emplear como sustituto una bolsa de infusión ya utilizada, que colocada sobre el agujero de drenaje reducirá la efectividad de este último.
