Espejos de cuerpo entero para el cuarto de baño

Instalar en el baño un espejo grande permite crear un efecto de amplitud y luminosidad en la estancia, además de aprovechar su función
Por EROSKI Consumer 19 de marzo de 2007
Img espejo bano
Imagen: Daniel Lobo

Un espejo de gran tamaño, siempre útil para poder observarse de cuerpo entero en él, cumple en el baño además una función estética, ya que aumenta la luminosidad y genera una sensación de mayor amplitud en la estancia. Este artículo describe las posibilidades de colocar un espejo de cuerpo entero en el cuarto de baño y las distintas opciones con relación al tamaño y modelo. Además, menciona algunos datos acerca de cómo limpiarlo.

Un espejo de cuerpo entero en el baño

Instalar un espejo de cuerpo entero en el cuarto de baño es una opción poco usual. Sin embargo, ofrece múltiples ventajas, tanto prácticas como decorativas. Por un lado, permite que todos los habitantes del hogar lo utilicen con toda comodidad e intimidad. Por otro, un espejo grande contribuye a generar una sensación de mayor amplitud y a multiplicar la luminosidad de una estancia.

Una de las ventajas de los espejos de cuerpo entero es la posibilidad de que los niños se observen en ellos

Por eso, la presencia de un espejo grande es muy valiosa en baños de pequeñas dimensiones. Para poder sacarle el mayor partido, conviene que haya un espacio libre de al menos un metro y medio frente a él, para poder tener una visión general de su reflejo. Pero, en cualquier caso, ayuda a no sentirse agobiado por el poco tamaño de la estancia.

Un sitio que puede resultar apropiado para la colocación de un espejo grande es detrás de la puerta. De este modo, se pierde un espacio de almacenaje, ya que en la puerta se pueden colgar toallas u otras prendas, pero se aprovecha muy bien esta superficie. Este recurso puede ser válido incluso en puertas correderas, aunque no, desde luego, en puertas plegables.

El tamaño del espejo

Si se ha de instalar en la pared del baño, hay que destacar que no es imprescindible que el espejo tenga el tamaño de una persona. Un espejo de unos 120 o 130 centímetros de altura, cuya parte superior se encuentre por encima del nivel de los ojos de alguien de estatura normal (con el borde superior a 1,80 metros), ya permite ver el reflejo casi completo de quien se observe en él.

Sin embargo, otra de las grandes ventajas de un espejo de cuerpo entero que llegue hasta bien cerca del suelo es la posibilidad de que los niños tengan donde ver su reflejo, sin necesidad de subir a plataformas, ni que dependan de que los mayores los levanten para que puedan contemplarse.

Con relación al ancho del espejo, sucede algo parecido. Si bien lo mejor es que tenga al menos unos 70 u 80 centímetros para poder observarse con comodidad, si no hay sitio suficiente se puede recurrir a un espejo más estrecho, que comparta espacio con un armario, una cajonera u otro mueble de almacenaje que haga falta. Con esta reducción del tamaño del espejo, lo que se pierda en comodidad se ganará en diseño y elegancia en el cuarto de baño.

Modelos de espejos según la decoración del baño

Los espejos se pueden elegir con diferentes modelos y formas, según el estilo de la decoración del baño y el espacio disponible. Los hay con líneas rectas y curvas, con marcos de madera o metal y biselados. También se pueden buscar diseños con formas irregulares, que se ensamblan entre sí para componer la superficie del cristal a medida.

El material de algunos espejos impide que estos se deterioren con la humedad del ambiente

Además, en la actualidad se comercializan espejos fabricados con materiales especiales para que no se deterioren con la condensación de humedad en el ambiente. Por el mismo motivo, se desaconseja el uso de espejos antiguos en el cuarto de baño, pues el vapor produce oxidación en algunas de sus partes.

En general, los modelos disponibles en el mercado incluyen sistemas de sujeción para instalarlos con facilidad en la pared. Y en muchos casos también cuentan con una lámina de seguridad para evitar accidentes ante posibles roturas, al igual que los parabrisas de los coches.

Consejos para limpiar los espejos

La limpieza de los espejos se debe realizar de la misma forma que en el caso de las ventanas u otras superficies de cristal. Un paño humedecido con una solución jabonosa o con un producto específico es suficiente para mantenerlos impecables.

Un recurso para evitar la aparición de vetas sobre el vidrio al limpiarlo es secarlo de inmediato con papel de periódico, un filtro de café u otro material absorbente y que no deje pelusillas u otras impurezas visibles.

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