Manipular las clavijas eléctricas con seguridad

Se debe evitar tirar del cable del aparato y sustituir piezas por otras de diferente amperaje
Por EROSKI Consumer 15 de abril de 2003
Img clavija macho
Imagen: Stephen Davies

Las clavijas macho conectan un aparato eléctrico móvil a las tomas de corriente fijas. Cada clavija está relacionada con la potencia del aparato, por lo que nunca se debe cambiar por otra de amperaje inferior, con el fin de evitar accidentes eléctricos. Con este mismo objetivo, cada clavija se fabrica con material aislante y dos espigas metálicas (en algunos casos se instalan tres) por las que circula la corriente desde los conductores del circuito de la instalación hasta los aparatos eléctricos.

Normas de seguridad eléctrica

Las clavijas están relacionadas con la potencia de los aparatos a los cuales se conectan, ya que a cada una le corresponde un nivel de protección, según la potencia que deban soportar. Ésta viene determinada por las características del aparato y de los conductores.

Como norma básica de seguridad eléctrica, nunca se debe cambiar la clavija de un aparato por otra de amperaje inferior, ya que la corriente consumida por el aparato sobrecargará el circuito.

Las clavijas están relacionadas con la potencia de los aparatos a los cuales se conectan

Otro error muy frecuente es tirar del cable del aparato eléctrico para desconectarlo del enchufe. Esta acción puede ocasionar daños en la clavija y en el propio enchufe. Lo más aconsejable en este caso es acercarse al punto donde el aparato está conectado, sujetar con una mano el enchufe y, con la otra, tirar de la clavija. Para evitar daños, algunas clavijas disponen del cable insertado en un lateral de las mismas. De este modo, resulta imposible desconectarlas al tirar del cable.

Tipos de clavijas

Las clavijas se pueden clasificar por su forma y por la potencia de los aparatos donde se instalan. En el primer caso, pueden ser rectas, acodadas o planas.

En función de la potencia, se pueden clasificar en cuatro tipos: 6, 10/16, 20 y 32 amperios.

Las primeras son clavijas con dos espigas y se utilizan para conectar lámparas, televisores y otros aparatos pequeños.

Las de 10/16 amperios pueden ser de dos espigas si el aparato está dotado de doble acristalamiento. En caso contrario, tienen tres. Este tipo de clavijas son las más apropiadas para la conexión de frigoríficos y otros aparatos de potencia media.

Las clavijas de 20 y 32 amperios disponen de tres espigas y se usan para la conexión de lavadoras, lavavajillas, secadoras y demás aparatos de gran potencia.

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