Muebles prácticos para guardar los CD y DVD

Desde las torres y estructuras metálicas hasta cajas, baldas y estanterías, existen muchas variantes para guardar y organizar los CD y DVD de la manera más práctica
Por EROSKI Consumer 29 de diciembre de 2003
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Imagen: Andrea_44

Pese a que el formato digital de la música, las películas y otros productos ha hecho que en muchos hogares ya no proliferen como en otra época los CD y DVD, hay gente que aún los usa con asiduidad. Para esas personas, este artículo incluye algunas consideraciones acerca de cómo mantener los discos en orden mediante torres, estructuras, cajas, baldas y estanterías. También se refiere a la mejor manera de almacenar los DVD y cómo guardar grandes colecciones en poco espacio.

Pese a que en los últimos años los CD y DVD han cedido su puesto como soportes de archivos informáticos ante los pinchos USB, tarjetas de memoria y discos duros externos, en numerosos hogares la presencia de discos todavía es habitual. Más allá de los nuevos sistemas digitales, sobre todo la música y las películas aún se comercializan en estos formatos.

Tener los discos desordenados, además de ser poco práctico y funcional, va en contra de la decoración

Es muy fácil que los discos se desordenen. Guardar los CD en cajas que no les corresponden, y luego no poder encontrarlos cuando se buscan, es un clásico. Por eso, para evitar esas situaciones, siempre conviene dedicar un tiempo para colocarlos en su sitio. También es muy sencillo apilarlos o meterlos en cualquier parte, lo que genera varios riesgos: desde que se forme una pila muy alta, se caiga y se rompan, hasta que acaben en cualquier cajón o juntando polvo en estantes que no se revisan nunca. Estas alternativas, además de ser poco prácticas y funcionales, van contra la decoración.

Con el fin de integrar la colección de discos al diseño del hogar, se proponen a continuación algunas ideas que ayudan a mantener el orden y lograr ambientes agradables, tanto de ocio como de trabajo.

Torres y otras estructuras para guardar los CD

La manera más sencilla de tener en orden los discos es adquirir un mueble de los llamados torres de CD. Existen diferentes modelos, desde los más sobrios y elegantes (sobre todo en madera de colores oscuros), hasta otros más informales y juveniles, constituidos por estructuras metálicas o de plástico de colores vivos.

También está la posibilidad de fabricar una torre de forma casera y artesanal. Para ello, lo más conveniente es emplear un tubo de cartón duro, como el de los rollos de tela o moqueta. Se deben marcar con un lápiz los sitios donde se han de realizar los cortes para formar las ranuras, que serán las que alojen las cajas de discos. Es aconsejable que cuenten con una ligera inclinación hacia arriba, para que, por efecto de la gravedad, los discos permanezcan allí y no resbalen hacia abajo. Esta infografía de EROSKI CONSUMER explica el paso a paso del procedimiento.

Otros soportes que permiten guardar muchos discos no tienen forma de torre, sino que son horizontales y están preparados para colocar sobre una mesa. De este modo, los discos quedan «de pie», y los lomos (la parte estrecha de la caja), hacia arriba. Esta colocación puede resultar más cómoda, pero ocupa más espacio.

Guardar los discos en cajas, baldas o estanterías

Una variante menos específica es la de guardar los CD en cajas. Las cajas decoradas se integran sin problemas en el diseño del hogar y permiten alojar una buena cantidad de discos. Además, no hace falta que se puedan cerrar, ya que al contener discos pueden quedar destapadas sin problemas. Es posible usar cajas de zapatos o de otro producto que se haya comprado y reutilizarlas con esta finalidad, tras forrarlas con papel y barnizarlas o cubrirlas de un plástico protector.

Una posibilidad muy decorativa es dedicar una balda a la discografía de una banda y colocar, junto a ella, figuras que representen a sus integrantes

Otra opción: estanterías o simples baldas en la pared. Estas pueden tener topes en los bordes, o bien se pueden emplear sujetalibros, que en este caso harían las veces de «sujetadiscos». Por supuesto, cualquier objeto con un tamaño y un peso apropiados puede cumplir esta función. La versión más decorativa (y «friki») de esta posibilidad es la de destinar una balda a la discografía completa de una banda y colocar, junto a ella, muñecos que representen a sus integrantes u otros objetos relacionados.

De las alternativas señaladas hasta ahora, en general son las torres las que permiten guardar mayor cantidad de CD, y las baldas, las que menos, sobre todo cuando se priorizan aspectos decorativos sobre los de almacenaje. En este último caso, se recomienda seleccionar algunos discos y darles prioridad en los sitios más visibles y de más fácil acceso, y alojar los demás en otra parte. Si no se usan demasiado, pueden quedar en un cajón, en el interior de un armario, en una caja, etc.

Películas y DVD

Por convención, los CD se comercializan en cajitas más o menos cuadradas, mientras que los DVD en estuches más grandes, de dimensiones más similares a las de un libro. Por eso, la forma más natural de guardar las películas es como si fuesen obras literarias, colocadas una junto a otra y con el lomo hacia fuera para que se pueda ver.

Existen, desde luego, variantes que permiten aprovechar mejor el espacio. Hay carpetas que funcionan de un modo parecido a álbumes de fotos, con hojas de plástico que incluyen bolsillos donde se colocan los discos. En estas carpetas se puede almacenar una gran cantidad de discos en muy poca extensión. Pueden venir muy bien si se desea guardar una colección de muchos DVD, como series.

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