Las soldaduras pueden ser blandas o duras. La diferencia entre ambas radica en el tipo de aglutinante o material utilizado para realizarlas y el punto de fusión del mismo. Para realizar una soldadura blanda, se utiliza una aleación de estaño y plomo. Para soldaduras duras, se usa cobre o plata. En ambos casos, además del aglutinante, se necesita un fundente que disuelva la capa de óxido que se forma al calentar la pieza, y que proteja y refuerce la unión.
Cómo realizar una soldadura blanda
Para realizar una soldadura blanda, se utiliza como aglutinante una aleación de estaño y plomo en forma de varilla, que alcanza el punto de fusión a menos de 200ºC.
Este tipo de soldadura se utiliza sobre todo para unir tuberías de agua a presión. Para un óptimo resultado, es necesario limpiar los tubos y eliminar con un papel de lija todas las rebabas que puedan tener. También es indispensable eliminar el óxido y la suciedad que hayan podido quedar adheridos en el interior y exterior de los extremos de las tuberías con un estropajo de lanas de acero. Para evitar que el óxido se forme de nuevo, hay que aplicar en la zona un producto abrasivo antioxidante.
Este tipo de soldadura se utiliza sobre todo para unir tuberías de agua a presión
A continuación, se ensancha el extremo de uno de los tubos con un abocardador. Esta herramienta realiza un deformación troncocónica (en forma de bocina) en el tubo, que facilita el empalme y evita fisuras. Tras empalmar ambas piezas, hay que asegurar que quedan bien ajustadas, ya que si hay holgura puede ocurrir que no suelden bien o que el movimiento de las piezas termine por romper la soldadura.
Para que la soldadura no se desprenda, hay que impregnar con resina los extremos de ambas piezas. Después, se calienta el empalme con el soplete y, una vez caliente, se aplica sobre el mismo la varilla de estaño. Con la mano libre se acerca el soplete para derretir el aglutinante, que se deberá repartir por toda la zona.
Terminada la soldadura, con el estaño todavía en fusión, se pasa un trapo limpio doblado para eliminar las rebabas.
Esta soldadura necesita aglutinantes, como el cobre o la plata, que se fundan a unos 800ºC de temperatura, por lo que también precisan de una mayor presión de gas en el soplete. Por sus características, la soldadura fuerte es la más habitual en trabajos de canalizaciones de calefacción y tuberías de gas.
Dentro de este grupo se encuentra la soldadura eléctrica por arco, la soldadura eléctrica por puntos o la oxiacetilénica, entre otras.