Comisiones de bancos y cajas, al alza

En lo que va de año las comisiones de los bancos y cajas de ahorro españolas han aumentado en torno a un 10%, principalmente por realizar una transferencia y usar el cajero
Por Leticia Arráez 21 de agosto de 2007

Cada usuario de una entidad bancaria pagó el año pasado en nuestro país 226 euros de media en comisiones en operaciones básicas, sin contar préstamos u otros productos, principalmente en transferencias y uso del cajero electrónico mediante la tarjeta de crédito y débito. A finales de 2007, la cifra media de comisiones por persona podría llegar a los 260 u 280 euros. Tras el último aumento de las comisiones, la media se ha situado dos puntos por encima del IPC. Ante estas cifras, hechas públicas por el Banco de España, los ciudadanos se preguntan de qué forma van a afectar a sus bolsillos estas subidas, y cómo van a influir en sus operaciones más frecuentes. Lo más aconsejable es negociar las comisiones con las entidades y reclamar siempre que hayan cobrado por un servicio no requerido.

Aunque no pasa un día sin que se denuncien las elevadas comisiones que bancos y cajas cobran en España, éstas lejos de bajar, se han incrementado. Principalmente lo han hecho las comisiones por las principales operaciones bancarias, incluso después de haberse puesto en marcha la eliminación de comisiones, aplicadas en algunas entidades financieras, en los movimientos más básicos. Solamente en los primeros seis meses de 2007 las comisiones y operaciones sencillas aumentaron una media del 4,6%, según datos del Banco de España. Este nuevo incremento se sitúa por encima del Índice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA). En concreto, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (ADICAE) prevé un aumento semejante para el resto del año y recuerda que la mejor solución consiste en negociar con las entidades para conseguir los mejores precios en los servicios.

Si en 2005 el usuario pagaba de media anual 176 euros, esta cifra se encareció en 2006 a 226 euros y se espera que pueda llegar a finales de año hasta los 260/280 euros. A pesar de la posibilidad de negociar las comisiones, la homogeneización de los precios dificulta la elección por parte del cliente. Es muy importante, por tanto, comparar la oferta de las entidades y leer la letra pequeña en todos los servicios que vaya a requerir. En este sentido, las campañas que lanzaron algunos bancos y cajas hace dos años bajo la denominación ‘sin comisiones’ también han causado algunas sorpresas a los clientes. Además, siempre que se ofrecen algunos servicios básicos sin comisiones hay que mirar la letra pequeña, porque otros servicios -como el mantenimiento de la tarjeta- puede resultar más caro.

Si en 2005 el usuario pagaba de media anual 176 euros, esta cifra se encareció en 2006 a 226 euros y se espera que pueda llegar a finales de año hasta los 260/280 euros

En la actualidad se está trabajando en algunos aspectos que ayuden a proteger los intereses de los clientes como la aprobación de una normativa ‘más justa’. Sobre todo, una mayor intervención del Banco de España y del Ministerio de Sanidad y Consumo. Otro de los objetivos en los que incide la sociedad, en general, es la mayor interlocución y diálogo con entidades y patronales, que poco a poco ya se va consiguiendo. Pero lo más importante es que el usuario no se conforme con las altas comisiones que ofrecen los bancos y que las negocie en los servicios que sean precisos, así como reclamarlas cuando se advierta que éstas son muy elevadas y desproporcionadas. Un consejo es hacer un seguimiento regular de la ‘vida bancaria’ del usuario para evitar comisiones que no procedan.

Desde ADICAE también se asegura que el aumento de las comisiones no están en proporción con la calidad de del servicio. Como ejemplo, su vicepresidente explica que el sistema de banda magnética que utilizan las tarjetas actuales es todavía muy vulnerable al fraude. Se calcula que en 2010 se lleve a cabo la implantación del nuevo chip. «Una transición que se está pagando con las comisiones de los consumidores. Así se muestra la nula eficacia que ha tenido la campaña sin comisiones, y que demuestra que no se ha frenado el aumento del coste de las comisiones ni la repercusión que ha tenido en el bolsillo de los usuarios, que siguen pagando cada vez más por la prestación de los mismos servicios», denuncia Herrero.

Todavía existen notables incumplimientos en cuanto a la colocación de un tablón de anuncios para informar a los clientes

Por estas razones es muy importante negociar las comisiones con sus entidades, y en el caso de no estar conformes con ellas, los expertos aconsejan la presentación de reclamaciones al defensor del cliente y al Banco de España. Se pueden tener en cuenta algunas sugerencias que pueden ser muy útiles a la hora de contratar los servicios de una entidad bancaria.

No hay que olvidar que las entidades, en su operativa habitual, suelen aplicar las comisiones máximas establecidas por cada banco o caja de ahorros. Existen casos de rebaja cuando el cliente negocia, de ahí la insistencia en la necesidad de negociar. Por otro lado, la operativa de las entidades está siendo en muchos casos la de cobrar una comisión, aunque no obedezca a un servicio efectivamente prestado. Si el cliente reclama, suelen devolver el cargo, pero si no se efectúa tal reclamación, la cuantía de la comisión va a parar a los ingresos que tienen los bancos y cajas de ahorro por este concepto. Además, se debe saber que se pueden revisar las comisiones por todos los productos y servicios que el banco o caja ofrece, aparte de preguntar en la entidad si ya ha sido registrada en el Banco de España y si consta en el libro de tarifas. Se trata de una manera de evitar abusos en la actividad diaria.

No obstante, todavía existen notables incumplimientos en cuanto a la colocación de un tablón de anuncios para informar a la clientela. Es decir, un lugar donde el cliente pueda conocer sus deberes y sus derechos, compararlo con los de otras entidades bancarias y conocer las últimas ofertas o servicios que ofrece la entidad bancaria.

Transferencias

Un fenómeno de los últimos meses es el encarecimiento de las transferencias bancarias nacionales, sobre todo las realizados desde la misma entidad, es decir, entre sucursales de las misma red financiera -un 9,45%-, y también desde distinto banco o caja de ahorro donde se tiene la cuenta. En este caso, la comisión alcanzó los tres euros de media frente a los 2,75 de hace seis meses, lo que significa un incremento del 9,45%.

Tarjetas de crédito

El cobro con tarjeta de débito en una entidad diferente a la propia, pero con la misma red de tarjetas (Servired, Euro6000 o 4B) equivale al cobro de altísimas comisiones por parte de las entidades financieras. Estas extracciones han aumentado su precio de media un 11,1%, pasando de los 54 céntimos a los 60 de media. Se observa que las comisiones que se exigen son, por lo general, más altas en los bancos que en las cajas, pero hay de nuevo un alto grado de homogeneidad entre las tarifas. Como es habitual, se exige una comisión de mayor cuantía en los casos de disposición de dinero a crédito en otra red de cajeros, pero no se exige cantidad alguna por las disposiciones de efectivo. En esta ocasión, las tarjetas de débito van de una comisión mínima de 4,51 a una máxima de 20 euros. En el caso de las tarjetas de crédito, el precio oscila entre los 13,52 de mínimo y los 40 euros de máximo. Pero en este caso, también se pueden negociar los precios. Por ejemplo, en el Banco Santander pueden ajustarse hasta los 24 euros y los 30 del BBVA en el segundo año. En otros bancos, el primer año puede resultar gratis y a partir del segundo hay que comenzar a abonar una cantidad. En definitiva, la cuota anual se puede rebajar a la hora de negociar. Todo depende del uso que se le dé a la tarjeta.

Préstamos

La apertura de créditos no hipotecarios ha subido un 0,48% y los hipotecarios algo más, concretamente un 1,24%. Sin embargo, en este aspecto, la comisión que más se ha incrementado ha sido la relacionada con el estudio que se hace para abrir un préstamo, que ha aumentado entre un 4% y 5%. En la comisión de apertura de préstamos hipotecarios pueden apreciarse grandes oscilaciones en las cantidades aplicadas por cada entidad que oscilan desde los 15 a los 950 euros. Por otro lado, en cuanto a los préstamos no hipotecarios, el porcentaje al que asciende la comisión también varía entre el 2% y 3%, mientras que se aprecian fuertes oscilaciones entre las cuantías mínimas, es decir, entre 12 y 120 euros.

Comisión de mantenimiento en cuentas y libretas

Las comisiones por mantenimiento de cuentas aumentaron menos en porcentaje pero más en cantidad, al subir 54 céntimos de media tanto para las cuentas corrientes como para las de ahorro. Se trata de la operación más básica que ofrece una entidad financiera y que se abona semestralmente. De todas maneras, muchas de las entidades bancarias que lanzaron la campaña ‘sin comisiones’ ofrecían de manera gratuita el mantenimiento de la cuenta a los clientes que la abrieron a partir de ese momento.

Gasto no es lo mismo que comisión

El Banco de España recuerda una regla basada en el sentido común, según la cual cualquier comisión que cobre la entidad financiera al usuario debe conllevar un servicio. De nuevo, la clave está en leer los contratos antes de firmarlos y en perder el miedo al banco o caja de ahorros. Adicionalmente, las entidades pueden cobrar por los gastos en que hayan incurrido por prestar dichos servicios. Pero no hay que confundir comisión con gasto. Las características de las comisiones son las siguientes:

  • Deben responder a la prestación de un servicio efectivo, esto es, que realmente haya sido prestado por la entidad.
  • El cliente debe solicitar el servicio. Quedan así excluidas aquellas operaciones que son impuestas por la entidad como son la apertura de cuenta corriente para domiciliar cuotas de un préstamo o los regalos que la entidad realice, como las tarjetas de crédito, etc.
  • Debe prestarse el servicio de una manera diligente: la operación que el cliente solicita tiene que realizarse correctamente y en un tiempo adecuado.
  • La cuantía de la comisión tiene que ser proporcional al servicio prestado, es decir, debe existir un equilibrio entre la cuantía de la comisión aplicada y el volumen de la operación que se realiza.
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