El sector de la construcción en la bolsa española

Las constructoras e inmobiliarias empiezan a corregir sus precios y han reducido desde primeros de año un 50% de las plusvalías acumuladas
Por José Ignacio Recio 4 de febrero de 2008
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Imagen: Steve Woods

Las más rentables del mercado continuo

Han tirado del carro de la economía española durante los últimos seis años. Las empresas constructoras e inmobiliarias que cotizan en el mercado continuo han sido, además, las que han obtenido mejores rentabilidades de todo el mercado bursátil en los últimos ejercicios al calor del “boom” de la industria del ladrillo. Pero, en los últimos meses han reducido hasta un 50% las plusvalías acumuladas, lo que induce a pensar que se trata de un mercado que ha tocado techo.

Las cifras hablan por sí mismas. Invertir en construcción ha sido un buen negocio: Un inversor que depositara sus ahorros hace unos años en valores como Acciona, ACS, FCC o Ferrovial habrán conseguido importantes revalorizaciones en su capital, en algunos casos de hasta tres dígitos. Aquellos que apostaran por Ferrovial, por ejemplo, a partir del año 1.996, se habrán encontrado durante el pasado ejercicio con que sus ganancias habrán subido nada menos que el 1.262%, lo que significa que para una inversión media de 15.000 euros, el capital acumulado se habría elevado hasta 189.300 euros, aunque el descenso experimentado desde el primer trimestre de 2.007 hasta la fecha es del 45%.

Otro caso similar es el registrado por FFC, cuyos inversores habrán acumulado unas plusvalías con respecto a sus precios máximos del 600%. Pero igual de espectacular es el descenso desde ese punto de cotización hasta la actualidad, nada menos que un 50%. Y del mismo modo ha sucedido con la mayoría de compañías del sector: ACS, Acciona, OHL, Sacyr Vallerhermoso, etc. Esta volatilidad constata que el de la construcción es un sector cuyos valores pueden revalorizarse de forma importante, aunque del mismo modo depreciarse o corregir sus precios como comentan algunos analistas bursátiles. Lo que parece claro es que se trata de un mercado que ha tocado techo, según aluden estos mismos analistas, lo que deberá reflejar en las cotizaciones de las compañías.

Los valores de las constructoras pueden revalorizarse hasta en un 600%, aunque corrigen sus precios en la misma proporción

Atrás han quedado los momentos en que los inversores contrataban estos valores como refugio ante épocas de crisis o de inestabilidad económica. En efecto, durante la última década el sector de la construcción ha atravesado un momento de gran actividad y ha actuado como refugio en los contextos bursátiles de incertidumbre, con crecimientos de beneficio apoyados en la fortaleza de la obra pública y en el desarrollo del mercado de edificación residencial.

Durante los últimos años miles de inversores se han beneficiado de las revalorizaciones obtenidas por estas empresas, en muchos casos espectaculares y por encima de la rentabilidad ofrecida por la media de las empresas cotizadas en el mercado continuo. Al descender la demanda de viviendas y la construcción, se ha difuminado la categoría de refugio que ostentaban estos valores y la inversión ha ido a parar a otros sectores con menos riesgos y un crecimiento más sostenido y regular, que pueden afrontar mejor los períodos de turbulencias financieras.

Lo cierto es que la construcción, en períodos bursátiles como el actual, es el primer sector en corregir sus precios, algunas veces de forma muy agresiva y continuada, llegando reducir las plusvalías acumuladas en un 50% en los primeros meses de 2008. Ante una posible ralentización del mercado inmobiliario, se han alzado voces cualificadas que advierten de que los valores que integran este sector son los primeros que sufrirán sus consecuencias, como aconteció con el reciente desplome de la bolsa, cuando el “Ibex 35” llegó a bajar un 7,5%.

Los augurios no son buenos, y hay quien ha comparado este movimiento con el acontecido con las compañías tecnológicas a finales de los 90, que las llevó al desplome tras haber cotizado a precios por encima de su valor real. No parece ser exactamente el caso de las constructoras que, en opinión de los analistas, tienen una buena salud financiera, pero la alarma para los pequeños inversores está presente, y se recomienda prudencia a la hora de invertir. Teniendo en cuenta estas razones, lo más razonable para aquellos pequeños y medianos inversores que estén posicionados en empresas constructoras e inmobiliarias es tratar de aprovechar algún rebote técnico para rescatar las plusvalías que hasta ese momento tuviese el accionista. Quienes estén fuera del mercado deben esperar y ver cómo evolucionan los mercados bursátiles para de esta forma poder comprar a precios más baratos e interesantes. Y, sobre todo, seleccionar la compra y elegir empresas sólidas que tengan cuentas financieras fuertemente implantadas.

El futuro incierto de los valores inmobiliarios

La crisis inmobiliaria puede afectar de manera especial a España y Estados Unidos, según señalan los analistas, dos países que verán descender la demanda de viviendas, aunque con diferencias. Mientras en Norteamérica existe un fuerte riesgo de impago debido a las hipotecas “subprime”, en España esta situación no afecta a los hogares españoles. A título orientativo, durante el último mes, en el que se ha producido la mayor caída en la historia del “Ibex 35”, la evolución de los valores inmobiliarios ha sido claramente negativa, ya que la pérdida de capitalización ha afectado a todas sus compañías, con un descenso de 3.900 millones de euros, liderados por Inmobiliaria Colonial (2.700 millones de euros), por delante de Martinsa-Fadesa (320 millones), Astroc (230) o Renta Corporación (180). También ha afectado al recorte en sus cotizaciones, en donde también Colonial se ha llevado la peor parte (dejándose en torno al 56% en su valoración), seguida de Renta Corporación (43%), Astroc (36%) e Inbesós (31%).

La volatilidad de la cotización de los valores ligados a la construcción es uno de los mayores peligros a los que debe enfrentarse el inversor

Un dato revelador muestra cuál puede ser la futura evolución de estas compañías en la renta variable. Sólo el 7% de los españoles tiene intención de comprar una vivienda a lo largo de 2008, lo que supone cinco puntos menos que el pasado año. Así se desprende de un reciente estudio realizado por la entidad crediticia Cetelem sobre la confianza de los consumidores, en el que se constata una moderación del consumo y un aumento de la intención de ahorro por parte de los hogares españoles. A pesar de todo, según este estudio, España está entre los cuatro países con mayor propensión a adquirir inmuebles, en un porcentaje superior a la intención de compra de la media europea, que es del 6%.

Una oferta para cada perfil

Quien se decida a invertir en la construcción no tendrá mayor problema a la hora de elegir compañía, pues si de algo puede presumir este sector es de su amplia oferta (es uno de los sectores más numerosos y representativos del mercado continuo), con cerca de 20 compañías, para todos los gustos y perfiles. En el “Ibex 35” está representado por seis valores: Acciona, ACS, FCC, Ferrovial, Inmobiliaria Colonial y Sacyr Vallehermoso, valores de gran liquidez y capitalización que suelen estar en los análisis financieros que hacen los principales “brokers”.

Los hay aptos para inversores conservadores (ACS, FCC o Ferrovial), o para perfiles más especulativos (Colonial y Sacyr Vallehermoso). También se pueden encontrar otros valores integrados en los índices de pequeña y mediana capitalización, pero en algunos casos su contratación puede ser muy arriesgada debido a su escasa liquidez (Inmobiliaria del Sur, Inbesós o Urbas). Además, el inversor puede escoger valores especulativos como Astroc o Montebalito, tradicionales como la compañía OHL, e incluso los últimos en cotizar en el mercado continuo como Realia. Metrovacesa, Renta Corporación, Inbesós, Parquesol, Reyal Urbis y Martinsa-Fadesa completan la extensa oferta de que dispone el inversor en estos momentos para tomar posiciones en la renta variable.

Otro aliciente para el pequeño inversor son los dividendos con que algunas de estas empresas retribuyen a sus accionistas, y cuya rentabilidad durante los últimos 12 meses está situada en torno al 3%, en línea con la que ofrecen los sectores punteros en este tipo de retribución. El “ranking” de los valores de la construcción que ofrecen un mayor dividendo está encabezado por ACS (4,62%), a la que siguen FCC (4,59%), Realia (3,99%), Sacyr Vallerhermoso (2,84%), Ferrovial (2,49%), Montebalito (2,42%) y Acciona (1,78%).

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